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19 de Febrero de 2012Mujer de 125 años confesó su secreto a la longevidad: fumar marihuana frecuentemente
Fuenet: www.pijamasurf.com La longevidad ha sido un bien ansiado por la humanidad desde hace milenios. La ciencia, la magia, y algunas otras disciplinas, le han dedicado cuantiosas energías a la persecución de este Caliz, sin que hasta ahora se haya encontrado, o al menos revelado, el cotizado secreto. Fulla Nayak recientemente murió a los 125 […]
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La longevidad ha sido un bien ansiado por la humanidad desde hace milenios. La ciencia, la magia, y algunas otras disciplinas, le han dedicado cuantiosas energías a la persecución de este Caliz, sin que hasta ahora se haya encontrado, o al menos revelado, el cotizado secreto.
Fulla Nayak recientemente murió a los 125 años, en su natal Kanapur, Orissa. De acuerdo con algunos, ella era la mujer más longeva del mundo, razón por la cual uno de sus nietos solicitó, hace un par de semanas, un certificado del Libro de los Récords Guinness. Y antes de que falleciera, cuando se le cuestionó sobre su secreto para haber superado por 25 años el siglo de existencia, ella accedió a revelarlo: fumar marihuana con frecuencia.
Fulla Nayak, quien vivía con la menor de sus hijas, de 92 años, era famosa entre los demás habitantes el poblado, por el amor que profesaba, casi cotidianamente, a la ganja, además de su gusto por el jugo de palma y el te caliente.
Tal vez Nayak le podía dar una lección a Paul McCartney, quien acaba de anunciar que se fumará su último porro a los 69 años para proteger a su hija, en un razonamiento algo incongruente.
Su historia es muy similar a la de un hombre de 98 años que lleva fumando 75 años consecutivos ganja y está completamente orgulloso de su cannábica hazaña.
Gus Ridley, protagonista del documental corto A Stoner’s Life, de Bret Froomer, dice, con voz áspera, que recuerda al mítico stoner William Burroughs cuando este comenzó a fumar hierba en 1936. Entre pósters de brujas de neón, una estatua de Krishna y un abigarrado tapiz psicodélico, Gus presume su capacidad de consumir marihuana y de conducir bajo la influencia. Su esposa Grace, sin embargo, dice que Ridely es un pésimo conductor y que tiene un inmenso ego. La mujer también señala que su esposo “solo deja de fumar en la regadera”, aunque sí lo hace en la tina. Pese a sus críticas, Grace también consiente ocasionalmente los placeres del cannabis.
Aunque es posible que exista un fumador de marihuana más longevo que Ridley, por el momento, públicamente, este veterano se lleva el título que para algunos sería todo un honor.