Guardias de supermercados le hacen la pega a los pacos

“Se declara ilegal la detención”. Con esta resolución la jueza del Octavo Juzgado de Garantía, Cecilia Rothfeld, dejó en libertad a Felipe Aguayo -imputado por hurto simple- luego de haber sido detenido por apropiarse de lo ajeno en el supermercado Líder de Tobalaba.

Sin embargo, la determinación de Rothfeld, no terminó allí. Algo no cuadraba en el procedimiento de los pacos. En el parte policial se había incluido “un acta de diligencias investigativas” con una hora anterior a la llegada de Carabineros al lugar de los hechos.

La magistrada decidió entonces oficiar a la 19º Comisaría de Providencia a donde pertenecía el cabo primero Marcos Fuentes, efectivo que realizó la detención para que informaran de la anomalía, porque el fiscal a cargo del control de detención rejuraba que todo estaba en regla.

El uniformado, al ser interrogado por un oficial, declaró que llegó al supermercado dos horas más tarde de haber sido contactado e incluyó en el parte, como si las hubiera hecho él, las declaraciones preparadas por los guardias de seguridad de la empresa -que se interrogan a sí mismos- que daban cuenta de la comisión del delito.

Es otras palabras, Carabineros no cumplió estándar de formalidad con que debe operar la fuerza pública, es decir, haber tomado las declaraciones a los guardias y actuar como un ministro de fe para que ese documento con timbre y firma de un policía fuera enviado al Ministerio Público.

Este hecho revela una situación que se viene produciendo desde el inicio de la reforma en 2005, y que permite que los tribunales declaren ilegales las detenciones y deja de manifiesto que los guardias bien podrían imputar a una persona y entregar a carabineros con especies que no ha hurtado.

La cueca en pelotas

Ese 22 de enero, el defensor público Andrés Rojas representó a Aguayo y logró que se enviara el oficio a los pacos.

En entrevista con este diario, Rojas explicó que los hombres de verde incluyen diligencias no hechas por ellos en la zona oriente. “Es mucho más común de lo que se cree”, reconoció.

“Por ejemplo, el jueves pasado, en todas las causas por hurto o hurto falta, sólo una no tenía este problema”, insistió.

Según Rojas, llega a tanto el problema, que algunos guardias tienen hasta protocolos de formalidad policial.

“En el portal La Dehesa, por ejemplo, los guardias no sólo mantenían las actas, sino además el encargado de seguridad tuvo la deferencia de timbrar y firmar las fotos, las boletas que le entregó a la policía”, apuntó el defensor público.

Rojas aclara que la fiscalía puede delegar las diligencias a los pacos, pero éstos, en ningún caso, a los guardias de las tiendas y supermercados.

“La ley no le entrega esa facultad a los guardias. Una cosa es la coordinación para la entrega de detenidos en el menor tiempo posible y otra muy distinta es una diligencia de registro de los imputados y muy distinto a eso, un registro con la determinación del valor de las especies y algo muy diferente es la confección de las actas”, argumentó Rojas.

El profesional reconoce el aumento de casos como éstos, y que si bien la policía en ocasiones se ve sobrepasada, “la irregularidad es progresivamente mayor”.

“La confección de las actas se produce casi en el 100 % en las grandes tiendas, supermercados y malls. El asunto aquí es que el sistema no está hecho para ayudarle a los supermercados y a las grandes tiendas”, criticó.

A su juicio en la zona oriente la fiscalía debe llenar estadísticas, porque sólo tiene delitos de poca monta, a diferencia de otras comunas donde el Ministerio Público lidia con ilícitos como homicidios, robos con violencia entre otros.

“Hay que rellenar la estadística porque al final del día hay que mostrar resultados, entonces los hurtos y hurtos falta, con inclusión de estas actas anómalas, sí son relevantes·, concluyó.

Lea la respuesta de Carabineros y el oficio judicial