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Opinión

11 de Abril de 2012

“Cuando rezo se me eriza el pelo y eso es bonito”

Este miércoles tendrá lugar el festival “Somos más por Daniel”, evento benéfico que busca reunir fondos para ayudar a la familia del fallecido Daniel Zamudio. Mario Guerrero, quien se hiciera conocido por su participación en el programa “Rojo”, es uno de los cantantes que participará en el evento. A cinco años del terminó de uno […]

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Este miércoles tendrá lugar el festival “Somos más por Daniel”, evento benéfico que busca reunir fondos para ayudar a la familia del fallecido Daniel Zamudio. Mario Guerrero, quien se hiciera conocido por su participación en el programa “Rojo”, es uno de los cantantes que participará en el evento. A cinco años del terminó de uno de los programas más exitosos de la televisión chilena, se confesó con The Clinic Online. Contrario al bajo perfil de antaño, Guerrero habló en contra de la discriminación, criticó los programas busca talentos actuales y hasta relató, por primera vez, su experiencia en un curso de reservistas de la Escuela Militar.

-¿Por qué decidiste participar en el festival “Somos más por Daniel”?
-Creo que como artista es importante ser parte de esta iniciativa. Todo el país fue remecido por la brutalidad de lo que ocurrió. Yo no me puedo quedar ajeno a lo que pasó ni entender que en la sociedad chilena exista tal nivel de discriminación. La idea del evento del miércoles es apoyar la causa de que no exista más discriminación. Y no me refiero solo a los homosexuales, sino que a minorías étnicas, sociales, etc.

-¿Crees que su muerte realmente servirá para que exista más tolerancia en Chile o es algo que se va a olvidar rápidamente?
-Es importante no quedarnos en pausa, sino que darle continuidad a este tema. Por eso hablo de la discriminación en general. No podemos permitir ver en las noticias de nuevo un acto tan brutal. Pero tienes razón en la pregunta. Este es un acontecimiento importante, pero uno se pregunta que va a pasar después. Espero que al menos se pueda aprobar la ley anti discriminación, que se viene tramitando desde 2005. Es una vergüenza que se demoren tanto ante un tema tan importante.

-Participando en Rojo ¿Te tocó ver algún caso de discriminación?
-Una de las características de Rojo era que existía mucha diversidad. Habían personas que tenían mucho dinero y otras que no, como yo. Pero nunca me sentí discriminado por eso. No había diferencias por motivos sociales o con respecto a la inclinación sexual o vida privada de cada uno. Lo que sí existían eran bromas. Pero cuando eran de alto calibre, había un límite automático. Tiene que haber un respeto por los demás, partiendo por el respeto a Dios.

-¿Eres muy creyente?
-Sí, desde siempre he sentido cercanía con Dios. Cuando rezo se me eriza el pelo y eso es bonito. Yo de niño, pertenecía al coro de la Iglesia. Me han invitado a algunos eventos cristianos y he participado porque encuentro que es lindo estar presente. Cantar música cristiana es un mensaje de amor. Así como me gusta cantar al amor de pareja, tambien me gusta cantarle al amor que siento por Dios.

-¿No extrañas estar en Rojo?
-El programa en sí mismo no. Lo que uno extraña es los momentos que se vivieron y la gente que conocí. Pero uno no se puede quedar en el pasado. Es una etapa que cerré y lo bueno es que acepté el paso a una siguiente etapa. El programa se terminó el 2007 y tuve que asumir el desafío de hacer una carrera sin la televisión. Lo cual no era fácil, después de estar tanto tiempo con una pantalla todos los días.

-¿Cómo encuentras los programas busca talentos actuales?
-La verdad, es que no están al nivel de lo que fue Rojo. Porque son programas que duran tres meses. Rojo fue una experiencia que duró cinco años. Entonces, los concursantes hicieron proyectos con la posibilidad de tener continuidad. En cambio ahora, en un programa como Factor X, el asunto dura tres meses y el problema es que después no pasa nada. Si no hay un canal que le permita proyectarse al artista que sale, es difícil seguir adelante. Yo tuve la fortuna de tener un canal que me permitió hacerme conocido. Después de Rojo yo seguí adelante, pero es porque ya tenía un nombre.

-¿Nunca tuviste temor que al terminar Rojo no ibas a poder seguir viviendo como cantante?
-No, nunca tuve temor. Fui muy valiente en ese sentido. Seguí trabajando duro y me fue bien. No hay una formula para el éxito. Lo importante es confiar en lo que uno hace. Si no confías en ti mismo, no lo va a hacer nadie. Hay que jugársela por los sueños. Lo que te estoy diciendo no me vai a poner que es cursi o cliché, es la verdad. Hay que luchar por los sueños, porque las cosas no son gratis, pero si nos esforzamos, lo podemos conseguir.

-¿Hablas de repente con Rafael Araneda?
-Sí, hablamos por teléfono. Me acuerdo que nos estábamos saludando cuando fue el terremoto de 2010. Me estaba contando lo que hacía en México, cuando de repente se empezó a mover todo. De hecho, cuando hablamos ahora como que nos da un poquito de miedo… ¡Jajaja! Lo que pasa es que hay gente que, sin saber, dice que las amistades en la televisión son falsas. Pero las amistades que se vieron en Rojo fueron reales. Todos éramos de la misma familia. Ahora claro, eso no significa que haya sido amigo de todos. Uno tiene naturalmente más cercanía con unos que con otros. En mi caso, siempre he tenido buena relación con los que hacen música romántica.

-¿Nunca te han criticado por cantar música romántica?
-La verdad es que no entiendo a la gente que critique a algún tipo de música por calificarla de cursi o cosas de ese estilo. La música romántica es como quiera presentarla cada artista y el público de la música romántica es inmenso. Arjona ya lleva vendidas como 30 mil entradas…

-Entiendo que hay muchos seguidores. Pero también hay gente que odia la música romántica…
-Yo creo que las personas que critican a la música romántica no son honestos. Porque ellos mismos igual han dedicado alguna canción a alguien que quieren. La verdad es que no me importa que algunas personas se refieran mal a la música que yo hago o lo que hacen grandes compositores como Alberto Plaza o Ricardo Arjona.

El reservista de la Escuela Militar

-¿Por qué estas haciendo un curso de comandos en la Escuela Militar?
-¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! No sé como te enteraste de eso. Es una experiencia que estoy viviendo y se trata de un curso de 1 año. La verdad es que no es comandos, sino que es para ser oficial de reserva.

-¿Qué te motivo a hacer el curso?
-Fue algo que surgió cuando hice unas presentaciones en el sur en que conocí a militares. Entonces me invitaron a este curso y decidí aprovechar la oportunidad. Me motiva la idea de desarrollarme en un ámbito muy exigente en lo físico y en la disciplina. Uno tiene que salir a trotar mientras va cantando…

¿Y qué cantas?
-Ah! No es como parece. No es que uno vaya cantando como cantante. Uno va mas bien gritando distintas cosas, pero con ritmo.

-¿No has tenido conflictos con la disciplina militar?
-La gente piensa que uno como músico no se podría acostumbrar a una disciplina muy férrea, pero la verdad es que me he acostumbrado. Soy disciplinado en mi vida así que eso no me ha afectado. Tengo un gran respeto por las Fuerzas Armadas, partiendo por el hecho de que mi papa es marino. Eso me dio una cierta formación. Yo, de hecho, quise participar en el Servicio Militar, pero no lo hice porque estaba estudiando.

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