Los condoros de la “fiscalía verde” en la balacera entre pacos y ratis

Patricio Pérez fue oficial de carabineros y hoy las oficia de fiscal en el caso que tiene del moño a ambas policías. Luego de las filtraciones aparecidas en la prensa el fiscal regional, Raúl Guzmán, decretó el secreto de la investigación. Las suspicacias no paran.

Entre los fiscales de la Zona Sur hay un comentario que cada día se escucha con más fuerza: “el regional la cagó al nombrar a un ex paco” a cargo de la investigación que busca aclarar el confuso incidente entre la PDI y Carabineros, donde uno de los hombres de verde, el cabo Miguel Faúndez, terminó muerto de un tiro. El regional es Raúl Guzmán, quien el lunes de esta semana tuvo que decretar el secreto de la investigación por las constantes filtraciones desde la policía uniformada hacia los medios que “van dejando la impresión de que los ratis son culpables, aún cuando la indagatoria recién comienza”, reconoce una fuente de la Fiscalía Nacional.

Patricio Pérez, el fiscal a cargo del caso y jefe de la Unidad de Delitos Violentos, es un ex oficial de Carabineros que devino en abogado y que antes de entrar al Ministerio Público se dedicaba al ejercicio libre de la profesión. Es decir, postuló y quedó. Sus colegas reconocen que hasta ahora ha hecho todo lo que no se debe hacer en una investigación de estas características, por ejemplo, ordenar las diligencias criminalísticas a la parte afectada, en vez de pericias conjuntas con la PDI para luego, “bajo las reglas de la sana crítica”, como suelen decir los jueces, valorar el peso de la prueba y resolver.

De allí que la investigación penal que se decretó “por violación de secreto”, ha dejado en mal pie a la Fiscalía Sur, no sólo porque las sospechas recaen sobre el Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) -acusada hace poco de levantar informes falsos en el caso bombas- sino también porque el “fuero interno” de Pérez, ha quedado en cuestión entre sus colegas, quienes han transformado en “comidillo” su eventual parcialidad en el caso.

La falta de sentido común en la designación del fiscal “carabinero” ha llevado a muchos a sospechar sobre su eventual inhabilidad en el caso. Situación que Pérez descartó de inmediato invitando a los interesados a solicitarla. Si bien la Fiscalía Metropolitana Sur le brindó su apoyo, no son pocos los que cuestionan la insensatez de las decisiones del organismo persecutor. Un ejemplo que también se habría repetido en el sur luego del allanamiento a la comunidad mapuche Wente Winkul Mapu, en Ercilla, donde resultó muerto un carabinero, y posteriormente fue designado como garante de la causa al mismo fiscal que participó en el operativo, Luis Chamorro.

Fiscal complicado

Patricio Pérez es un fiscal que -más allá de los comentarios- está bien evaluado por sus pares en materia investigativa, de gestión y relaciones interpersonales. Se dice que es inteligente, ordenado y a muchos les habría gustado que hubiera sido el fiscal regional; que es de aquellos a quienes nadie presiona, que su olfato no le falla, que se viste elegante, que siempre anda de punta en blanco, lustrado, uñas limpias y frases afines que dan cuenta de su disciplina y que no fue elegido por Sabas Chahuán para la Sur, porque era demasiado independiente y no quería tener -con las diferencias del caso- un segundo “chico Peña”.

Más allá de estas características, Pérez está complicado con la investigación. Los pacos dicen que encontraron unos pitos en el auto de la PDI que estuvo aquella noche fatídica. Pérez aseguró que investigará cómo llegó ahí la droga, en medio de las sospechas sobre el real origen de la evidencia.
Fuentes del alto mando de Investigaciones, aseguran que en las filas la percepción del trabajo que está desarrollando Pérez no es buena, que está de parte de los verdes, que algo le saben y por eso actúa como actúa. Son rumores crecientes -con o sin fundamento- que están minando su credibilidad ante la policía civil..