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Opinión

22 de Junio de 2012

El historiador Sergio Villalobos hace mierda al Museo de la Memoria

En una carta a El Mercurio, el historiador Sergio Villalobos entra en una polémica que está instalada hace días en el diario de Edwards. En el texto Villalobos hace mierda por todos lados el Museo de la Memoria , el sentido de su creación y hasta el nombre de la entidad creada en el gobierno […]

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En una carta a El Mercurio, el historiador Sergio Villalobos entra en una polémica que está instalada hace días en el diario de Edwards. En el texto Villalobos hace mierda por todos lados el Museo de la Memoria , el sentido de su creación y hasta el nombre de la entidad creada en el gobierno de Bachelet.

La carta dice así:

“La creación y la mantención de tal museo ha sido una continuidad de disparates. Para empezar, todo museo relacionado con el pasado se vincula con la memoria, de manera que desde el nombre se parte de un error.

No sabemos por qué se le fundó como un organismo de gran autonomía, cuando debió ser parte de la Dibam. Desde el punto de vista de la historia, la existencia del museo representa el deseo de falsificar el pasado, en cuanto se enfoca en un acontecimiento singular, separado del resto de nuestra historia y, por lo tanto, incomprensible. El pasado tiene que ser comprendido en la totalidad, comenzando por el antecedente de cualquier situación. No podríamos entender la época de la Independencia si sólo la enfocásemos a través de las persecuciones de los realistas durante la Reconquista.

En el mencionado “museo”, para poder entenderlo, falta la política y la situación social del país desde varias décadas anteriores y, muy especialmente, la destrucción de la ética pública, los abusos, engaños y desmanes del gobierno de la Unidad Popular. Sólo teniendo en cuenta esos hechos, se puede comprender la reacción general del país y el movimiento militar. No se trata de ocultar los excesos oficiales, sino buscar la explicación de por qué ocurrieron.

Los personajes y los movimientos de la política siempre procuran manejar la historia y recordar nada más que lo que les conviene. Pero la historia es ciencia con métodos rigurosos, que buscan la verdad entera, cualquiera que ella sea.

Es evidente que el “museo” de marras es parte de una propaganda de agrupaciones políticas que, ante el fracaso actual de sus acciones, busca imágenes y conceptos que afirmen la debilidad que les aqueja.

Sugiero una reformulación del contenido y del nombre: Museo de Fracaso, el de la Unidad Popular y el de ahora”.

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