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Opinión

14 de Noviembre de 2012

“Bachelet puede salir sin el PC, pero la gobernabilidad se la entrega el partido”

El ex rostro del movimiento estudiantil que casi se convierte en alcalde de Estación Central, vuelve de las elecciones con la convicción que su partido actuó responsablemente. “No comemos guaguas”, sostiene. Acá, hace un recuento de su campaña, habla del apoyo que recibió de Lagos, de las próximas parlamentarias - donde asegura que irán a lo menos tres dirigentes estudiantiles-, y repasa a Boric sin contemplación: fue “muy atarantado y no fue capaz de escuchar al resto”.

Claudio Pizarro y Macarena Gallo
Claudio Pizarro y Macarena Gallo
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Fuiste el niño símbolo del pacto Concertación-DC. ¿Cómo lo viviste?
-Fue súper intenso, por la expectativa en lo político de cómo iba a funcionar, con una cobertura mediática fuerte. Estuvieron Lagos, Ángela Jeria, Tohá. Estuvieron varias figuras de la Concertación en la comuna. Obviamente, me tocó hacerme cargo de lo bueno y lo malo.

¿Qué fue lo malo?
-Hubo bastante crítica, era cosa de ver las redes sociales. Pero apostamos a tener una oposición unida, con un proyecto. Y eso implicaba demostrar que podíamos trabajar en conjunto y dejar de lado las discrepancias del pasado.

¿Crees que a lo mejor te asociaron a una suerte de continuismo?
-No sé si de continuismo. De hecho, creo que no fueron menores las palabras de Lagos para el lanzamiento de campaña. Él dijo “fuimos gobierno 20 años y Camilo demuestra la nueva oferta que hoy entregamos, no como Concertación sino como oposición”. No es un tema de continuismo pero sí, obviamente, hay una imagen de la Concertación que está desgastada, pero que uno viéndola en el día a día se notaba un trabajo de ellos en Estación Central.

¿Se puede hablar de una oposición consolidada que va del PC a la DC?
-No, creo que falta. Se ha ido construyendo. Primero, por parte nuestra, hemos demostrado que somos un partido responsable, que no comemos guaguas, cosa que la gente pensaba en el pasado. Más allá de lo divertido, me tocó conversar con señoras y esa era la imagen que tenían.

¿Cómo lograron superar el estigma?
-Hemos tenido una abertura mediática súper potente. El año pasado, en La Tercera, salía que éramos el tercer partido con mayor cobertura mediática debido a la exposición de Camila, Gajardo, Teillier y después la mía. También me tocó leer una editorial que hablaba de “los bellos comunistas”. Se rompió con esta imagen de que los comunistas son unos barbones, hippies, de pelo largo.

El clásico charango lila…
-Claro, con trutruca, zampoña y TNT debajo del brazo. Lo otro es que ha existido una apertura de la Concertación. Primero, de tener un mayor trabajo en torno a las organizaciones sociales. Me tocó ver cómo hoy la Concertación nuevamente sale a disputar juntas de vecinos, que había dejado de lado, como también ha comenzado a tocar temas relacionados al movimiento estudiantil. Espero que eso tenga continuidad y dé sentido a un programa que responda a lo que las organizaciones sociales desean. Es interesante, y te da la posibilidad para crear una oposición más potente.

¿Qué falta para que esté unificada?
-Un poco de tiempo. Como, por ejemplo, cuando uno es más chico y se pone a pololear…

Falta la prueba de amor…
-Está el amor, pero también falta un poquito de seguridad para atreverse a cosas nuevas. Ellos conmigo se portaron re bien, trabajaron en terreno, vimos a una oposición unificada. No pongo en duda eso, pero creo que falta un poco de tiempo. Pero creo que se demostró en las municipales que como oposición en conjunto somos una alternativa.

Ascanio Cavallo el fin de semana escribió que los resultados de las elecciones dieron ganador al eje PS-DC.
-Si hoy se interpreta que izquierdizar la oposición es responder a lo que la ciudadanía está mandando, creo que eso es lo que hace falta. Pero hoy lo más importante, más que mantenerse en el centro o la izquierda, es cómo somos capaces como oposición de tener una sintonía con la ciudadanía. Y eso implica tener un programa que la ciudadanía esté demandando. Hoy día el gran problema es precisamente eso.

¿Que no hay programa…?
-Por un lado. No me acuerdo quién lo dijo -parece que Escalona-, que el programa hay que dejar que lo vea el candidato presidencial. No creo en la personificación de la política, eso hace mal y es parte de lo que vivió el movimiento estudiantil. Necesitamos un programa que responda a lo que la gente quiere desarrollar.

¿Qué cosa le interesaría al PC que incorporara el programa de Bachelet?
-Más que entrar en detalle, hay varias cosas importantes como la participación ciudadana, cómo hoy se abren espacios; la educación. El próximo año recién vamos a medir cómo la educación caló en quienes toman decisiones. Estoy seguro que la derecha va hablar de gratuidad sin que quizá sea gratuidad real y eso tiene que ver con que ganaste una batalla mediática. Y otra cosa: para nosotros, tiene que ver con el tema laboral, una reforma que sea súper heavy. Todos estos ítem también se pueden lanzar en una nueva Constitución. Esos son los ejes principales.

¿Qué te parece Bachelet como candidata?
-Hay que separar dos cosas. No sé cómo se va a dar la discusión en los espacios, pero una cosa es el programa y otra el candidato. El programa, si está definido, hay que buscar quién saca más votos para asegurar que se desarrolle.

¿Te llamó Bachelet después de las elecciones?
-Sí, pero no hablé con ella. Ese día no le contesté el celular a nadie, solamente a quien conocía. A la mañana siguiente vi un mensaje de Rodrigo Peñailillo que decía que le devolviera la llamada. Lo llamé y ahí me felicitó y me dijo que mandaba un saludo de parte de su jefa y que anoche me había estado llamando. Así que no puedo responder lo que me habría dicho.

Próxima Parlamentaria

¿Para ti un PC llegando al poder a través del apoyo a un candidato, qué implica?
-Sería súper heavy, pero súper entretenido. Porque somos un partido súper cuadrado, ordenadito. Sería entretenido después de 20 años que pasaste criticando, pasar al frente a defender. Imagino que como PC vamos a estar ahí siempre defendiendo hasta la muerte lo que pase. Por otro lado, esto va a ser posible si hay un programa de por medio. El programa debería tener ciertas cosas básicas que también nos darían la oportunidad de tener un panorama distinto. Sería super choro que el PC estuviera en el gobierno.

¿Con algún ministro?
-Para nosotros siempre va a ser importante tener espacios…

¿Hay algún ministerio sensible para ustedes?
-Hay varios importantes. Pero lo que sería entretenido es tener un ministro de Defensa. Eso sería entretenido. O también el jefe de la ANI.

¿Y Camilo Ballesteros en el Parlamento?
-Es posible. Pero el tema es el cuándo…

¿Te calienta el Parlamento?
-Me gustaría estar si pudiera aportar desde ahí. En ese sentido hay varias personas que podrían aportar harto en el parlamento. La misma Camila. Te aseguro que el otro año por lo bajo van a haber tres dirigentes estudiantiles candidatos a diputados.

¿La Camila tiene el puesto asegurado?
-Yo estaría muy contento que la Camila fuera candidata, como también otros dirigentes.

¿Quiénes?
-Hay hartos… Hoy uno de los caminos más lógicos para ir haciendo una renovación política es a través del movimiento estudiantil. Y no sólo gente de izquierda, sino de derecha, de federaciones. Hemos tenido todos los años camadas de dirigentes que pueden marcar diferencias. Por ejemplo, José Ancalao, que tiene una cosmovisión distinta de cómo hacer la política. No es menor tampoco Petersen o el mismo Giorgio. Lamentablemente es muy normal que un hijo de alguien pase a la política y terminas perdiendo camadas de futuros políticos. Sin desmerecer a Joaquín Lavín junior, que yo no sé qué papa había pelado antes de ser candidato.

¿Cuál es el nicho de reclutameinto de estos líderes?
-Muchos. Revolución Democrática es uno. El PC es otro. Todos los partidos. Hay una serie de colectivos; se han levantado muchos liderazgos. Los autónomos hoy tienen un programa de gobierno, siendo que hace 4 años eran un grupo de universitarios que se preocupaba de lo que pasaba en la Chile. Hay un potencial en los jóvenes, en dirigentes sociales, no solo del movimiento estudiantil, que están esperando que le den la oportunidad, que si no la tienen se van para la casa.

Pareciera haber una cercanía generacional entre ustedes.
-Hay que aprovechar las relaciones humanas. Una vez una persona que fue candidato a diputado me dijo que no teníamos que desaprovechar algo que desaprovecharon ellos: nos conocemos desde hace mucho años, hemos tenido relaciones políticas, y que eso no quede mermado por los intereses de cada partido. Eso es una oportunidad. Conozco harto al Pancho (Figueroa), en Revolución Democrática conozco a toda la directiva. El tema es una oportunidad, pero tiene que haber la voluntad de trabajar en conjunto.

¿Hay un diálogo?
-Siempre va a haber, pero no significa que sea enfocado en algo nacional.

¿Hay voluntad de los partidos para abrirse a estas generaciones?
-Creo que se ha dado. No sé si será lo suficiente, pero todos los partidos llevaron candidatos jóvenes. Se está generando un proceso. En la próxima parlamentaria va a haber más candidatos jóvenes que en la anterior.

¿Cómo está la renovación dentro del PC?
-En el PC, la juventud juega un rol en el día a día. Hay una muy buena relación. El PC debe ser uno de los únicos partidos que su local no se lo va a tomar nunca su propia juventud sino, todo lo contrario, lo va a defender. Puede ser bueno o malo, pero ocurre. En la comisión política hay hartos cabros. Somos la juventud política más importante en Chile.

Santa Michelle y Tío Ricky

Un gobierno de Bachelet, ¿te lo imaginas más a la izquierda o la derecha?
-Más de izquierda. Cuando tienes extremos distintos, el medio se va corriendo.

¿Un gobierno de izquierda de Bachelet es posible?
-No sé si de izquierda-izquierda o no, pero va a ser un gobierno mucho más progresista y con una disposición más grande de cambiar las cosas. Bachelet puede salir sin el PC, por cantidad de votos, pero sin embargo la gobernabilidad se la entrega el PC.

¿Por qué?
-Porque somos el partido que tiene mayor inserción en organizaciones sociales en Chile y esa inserción te da más posibilidades de generar cambios. Si el próximo año, pongámosle que Bachelet propone educación gratuita, cuando eso se quiera discutir en el Parlamento no existiría una mayoría para aprobar esa gratuidad, y necesitarías una sociedad que dispuesta a hacer las presiones correspondientes para avanzar por esa gratuidad, porque hoy tenemos un sistema presidencialista pero tenemos un Parlamento que funciona con binominal, con quórum calificado. Es muy importante el rol que tienen las organizaciones sociales y el PC…

¿En ese cuadro, el PC tiene la llave de las organizaciones sociales?
-Nosotros somos parte de las organizaciones sociales. En algunos lados las conducimos; en otros, no. Pero somos parte. Pero eso nos genera una sintonía en torno a ellas.

¿No te extrañó que Bachelet no llamara, por lo menos, a votar en estas elecciones?
-No sé si lo debió haber hecho, pero lo que sí me llamó la atención es que llamara a varios candidatos electos.

¿Y Lagos te llamó?
-Sí, me felicitó. Me preguntó cuáles eran mis planes a futuro. Buena onda con el tío Ricky. Igual me había reunido con él, estuvo en la campaña, nos conocemos. Pero el caso de Bachelet me sorprendió porque con ella no tenía ningún vínculo directo, si me hubiera llamado su mamá era más entendible. Me sorprendió. Al único que llamó de los que perdió fue a mí. Es normal llamar a los ganadores, pero no a los looser.

Pero en el cartel salías con ella.
-Sí, pero no hablaba por teléfono… La estuve mirando varias veces, pero nunca me habló. Una cosa que fue chistosa, que tiene que ver con los carteles: una vez quemaron quemaron una paloma de mi campaña y se quemó todo, menos la Bachelet.

¿Milagro?
-La Santa Michelle.

FECH Y FEUC

¿Como ves las elecciones de la FECH y FEUC?
-El temor que tengo es que este año se generó un proceso donde se volvió un poco sectario el movimiento estudiantil. Escuchamos declaraciones de que este año iba a ser el de los secundarios. Nunca el año pasado un dirigente universitario salió diciendo “este es el año de los universitarios”. Y, después, ciertas posiciones de Boric que estuvieron enfocadas en lo mismo y que derivaron en que dejó de ser un movimiento social y se transformó en estudiantil. Y que se suma a una serie de malas declaraciones.

Y un protagonismo absoluto de los encapuchados.
-Estuvo mal comunicacionalmente no haberlo criticado. Uno podrá entender por qué lo hacen pero no lo comparto y la gran mayoría tampoco. El rol de dirigentes como Boric hizo que el movimiento perdiera la transversalidad que tuvo el año pasado.

¿Qué crees que va a pasar en la elección de la Fech?
-Mira, nosotros tenemos una alianza interesante con un sector de los socialistas, que no nace de las cúpulas burocráticas sino del trabajo de base que teníamos, especialmente en Derecho. De hecho esta alianza ganó el centro de estudiantes en Derecho, se lo arrebatamos a los autónomos. Hoy el movimiento estudiantil, y en especial lo que pueda hacer la FECH, es lo único que puede determinar -incluso más que en la Católica- si el movimiento es transversal o sigue siendo sectario. A mí se me acerca gente a hablar, que en la interna se siente un cambio respecto a los dirigentes del año pasado. La USACH perdió protagonismo. Noam jugó un rol distinto al de Giorgio y, sobre todo, Boric no jugó un buen rol. Creo que es un tipo inteligente, me cae bien y todo, pero creo que…

¿Fue precipitado?
-Muy atarantado y que no fue capaz de escuchar al resto. Ahí hubo un error. Sobre todo al final, cuando le dio mucho por sumarse a este tema de la ACES, se…

¿Desperfiló?
-Creo que el gran error es que uno tiene que ser consecuente con el objetivo más que con la forma, y Boric terminó siendo presidente para quienes votaron por él y no para la mayoría. Boric terminó construyendo con la ACES y no para la gran mayoría de los chilenos. Una vez conversé con Giorgio cuando quemaron el bus y él salió opinando. Le dije que por qué lo hacía. Él me dijo que habían dos cosas muy importantes: una, que esto lo contruíamos entre todos, no lo construyeron solo los dirigentes que están acá y por eso se sentía responsable con lo que estaba ocurriendo. Lo otro es que tenemos un par de dirigentes que perdieron la sintonía con la ciudadanía y terminaron en otro extremo siendo igual que los políticos que hacen y deshacen sin tener esta sintonía. El gran plus que construimos el año pasado fue que cuando cualquiera de los tres hablaba en la televisión, la gente decía eso es lo que yo pienso, lo que me pasa a mí. Hoy no se dio esa sintonía y la transversalidad que se perdió fue gigantesca.

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