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Nacional

7 de Diciembre de 2012

“No podemos decir que somos desarrollados si todavía hay gente levantando la mano preguntándose cuándo me toca a mi”

Claudio Melandri, gerente general del Banco Santander, el segundo mayor actor del mercado chileno con $328.649 millones de ganancias, se metió en la contingencia nacional reconociendo la desigualdad que hay en el país. “No podemos decir que somos un país desarrollado si todavía hay gente levantando la mano preguntándose cuándo me toca a mi” dijo […]

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Claudio Melandri, gerente general del Banco Santander, el segundo mayor actor del mercado chileno con $328.649 millones de ganancias, se metió en la contingencia nacional reconociendo la desigualdad que hay en el país.

“No podemos decir que somos un país desarrollado si todavía hay gente levantando la mano preguntándose cuándo me toca a mi” dijo el ejecutivo en entrevista con el Diario Financiero.

En la misma línea el máximo representante del banco español en el país sostiene que “tenemos que tener claro qué clase de país desarrollado queremos ser. Por años se trabajó buscando la cifra mágica de los US$ 20.000 per cápita, estamos cerca de lograrlo, pero ahí no se acaba. Falta mucho más para ser un país desarrollado. Tenemos problemas de desigualdad y de educación. El país tiene que garantizar la educación para que todos los que deban, accedan a ella, pero eso no significa que deba ser gratis para todos”.

El rol del estado también fue tema para el ejecutivo que “cada cierto tiempo paramos y nos preguntamos cuál es el rol del Estado. Eso no es correcto y no le hace bien al país. El Estado tiene que garantizar la libre competencia, que no es lo mismo que garantizar un mercado absolutamente liberalizado”.

“Me parece bien que se hayan subido los impuestos para financiar la educación, pero hay que tener cuidado en señalar que todo se soluciona con carga tributaria, porque a la larga resta competitividad” dijo Melandri, agregando que “si hay algún tema de interés país, como fue la educación, bien. Pero no podemos estar sacando todos los años la bandera de la reforma tributaria, porque genera desconfianza. Para que haya una mejor distribución de ingresos tenemos que tener un mercado que funcione bien, ese es el rol del Estado”.

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