“Bolivia es un país licuadora donde siempre están pasando cosas terribles y tremendas”

Darwin Pinto, periodista-escritor boliviano invitado a la Feria del Libro, cree en un par de cosas en la que ya casi nadie dice creer.

En Dios:

-Ha sido una alternativa, aparte de saludable, necesaria para descontaminarme un poco de tanta cosa que me carcomía, ¿no? porque definitivamente Bolivia es un país licuadora donde siempre están pasando cosas terribles y tremendas. Eso agarraba y me atormentaba. Era muy atormentado. Soy un tipo difícil y, si es que me han aguantado en mis trabajos y en todo, es porque he ejercido mi papel como periodista regularmente bien en un país donde no hay muy buenos periodistas…todo es mediocre en Bolivia. Qué vamos a hacer. No es porque esté acá pero allá las cosas se hacen siempre a medias y se hacen mal.

Y en la objetividad:

Cuando habla sobre “Un tal Evo”, la biografía no autorizada que hizo de Evo Morales hace algunos años, dice:

-Traté de ser objetivo.

-¿Se puede eso?

-Se puede

-Pero al hacer un libro igual la idea es poner una lectura…

-Yo quería dejar constancia para el futuro de lo que había vivido Bolivia y, en particular, el movimiento cocalero en ese tiempo. Después tuve la oportunidad de agregarle al libro los seis siete primeros meses de Evo en los cuales demostró que no se trataba del gran sueño que se había tenido, que se había perseguido. Y bueno: si a alguien no le gusta porque está enamorado de Evo o porque lo encuentra un rockstar espectacular está en su pleno derecho. O sea no escribo para que les guste, escribo para que quede.

-Hay un capítulo del libro en el que queda como una especie de Berlusconi boliviano. Eso está hecho con su qué…

-Cuando escribimos eso Berlusconi todavía hacía sus cosas en silencio. Y, al hablar de un hombre, una faceta obligada son las mujeres, ¿no? Queríamos pintarlo de manera completa. Y, bueno, yo trato de ser objetivo. Trato de mirar los dos lados. Reconozco al hombre luchador -lo reconozco- pero estoy en contra de que se esté convirtiendo en aquello que se convirtieron los otros. Cuando el poderoso tiene el poder abusa del poder, se engolosina con él. Y Evo está abusando. Lo abusa, abusa y abusa del poder. No lo creo yo ni lo digo yo si no que hay hechos, ¿no? Muchas veces se tiene una imagen de superstar pero muchas cosas se entienden cuando lo vivís adentro. Acá, de repente se piensa que él está trabajando por los pobres, por los indígenas…

-¿Acá en Chile?

Claro. Acá la visión que tiene alguna gente es que él está trabajando por los pobres, por los indígenas, por los mineros, por los necesitados y hace tres semanas mandó a patear una marcha con indios y mujeres ¿no? Ése es uno de los ejemplos de abuso. Están pasando cosas en Bolivia. Si hubieran elecciones pronto no creo que él perdería pero no ganaría con el sesenta y pico por ciento que ganó la otra vez. Nosotros allá le decimos pico a las fracciones. Jajaja.

-No me voy a confundir…

-Bueno. Cuando tenés el poder tanto tiempo hay un desgaste. Hay cosas que no tienen arreglo. Yo te lo digo así: yo no me lo imagino al Presidente -esta imagen te la pongo y la veo imposible- poniéndole la banda presidencial a otra persona. Le gusta demasiado ser Presidente. Ha sido elegido dos veces ya y estamos casi seguros de que se va a postular por tercera vez y así, así y así hasta el infinito, como Chávez, y como Fidel, y como todos estos tipos, ¿no?