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Mundo

24 de Marzo de 2013

Uruguayo salvado de dictadura por el Papa lo define como pastor de la gente

El uruguayo Gonzalo Mosca, militante de izquierda que fue ayudado por el hoy papa Francisco a escapar de las dictaduras que gobernaron en el Río de la Plata hace tres décadas, afirmó que los cardenales eligieron como nuevo conductor de la Iglesia católica a un “pastor de la gente”. Cuando Jorge Mario Bergoglio “era un […]

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El uruguayo Gonzalo Mosca, militante de izquierda que fue ayudado por el hoy papa Francisco a escapar de las dictaduras que gobernaron en el Río de la Plata hace tres décadas, afirmó que los cardenales eligieron como nuevo conductor de la Iglesia católica a un “pastor de la gente”.

Cuando Jorge Mario Bergoglio “era un joven cura jesuita, casi sin conocerme, me ayudó a escapar de los militares poniendo incluso en riesgo su integridad”, destacó Mosca a Efe.

El uruguayo, exmilitante del Grupo de Acción Unificadora (GAU), recordó que tras el golpe de Estado de junio de 1973 las cosas “se pusieron muy difíciles” en Uruguay y en 1977 decidió escapar a Buenos Aires.

Para entonces los regímenes militares gobernaban en el Cono Sur y llevaban adelante planes de acción coordinados contra los grupos de izquierda.

“Busqué refugio en la casa de un amigo, pero un día los militares argentinos fueron a buscarnos y nos salvamos por poco”, dijo.

El amigo de Mosca “escapó a Europa y yo quedé solo”.

Un hermano del uruguayo, sacerdote jesuita, viajó desde Montevideo para auxiliarle y “entonces apareció la figura de Bergoglio”, recordó.

El hoy papa “había sido profesor de mi hermano y sin siquiera conocerme se involucró de manera intensa y personal para ayudarme”.

“Primero conduciendo él mismo me llevó en su vehículo para refugiarme en un convento en la zona de San Miguel, a unos 30 kilómetros de Buenos Aires, donde luego me visitaba”.

“Me regaló una radio y varias novelas; conversábamos un poco de política, pero más de la vida”, recordó el uruguayo.

Bergoglio era muy detallista “me acuerdo que al ingresar al convento, supuestamente para realizar un retiro espiritual, me sugirió que me quitara mi alianza de matrimonio”, agregó.

Más tarde, “a través de contactos, nos consiguió dos pasajes aéreos para mi y para mi hermano con destino a Iguazú y en otra muestra de valor nos acompañó hasta el aeropuerto que estaba muy vigilado por los militares”, agregó.

El uruguayo, junto a su hermano sacerdote, cruzó en barco a Brasil. “Me refugié en Río de Janeiro, logré el apoyo de Naciones Unidas y me exilié en Alemania”, recuerda Mosca.

Agregó que decidió contar su historia “debido a las dudas y algunas versiones” sobre la postura de Bergoglio durante la dictadura que gobernó en Argentina.

“La actitud que tuvo conmigo fue de gran arrojo y no solo fue un riesgo personal sino también para los jesuitas por el alto cargo que ya ocupaba en la organización”, señaló.

Mosca dijo que está preparando un mensaje personal para el papa Francisco “porque me parece que en esta nueva etapa de su vida necesita todo el apoyo que se le pueda dar”.

El exmilitante de GAU destacó que la elección de Bergoglio como papa la interpreta como “una voluntad de renovación de la Iglesia, impulsada por los cardenales”.

“Creo que se deja un poco de lado la imagen de los papas intelectuales del pasado para elegir uno más próximo a los fieles. Yo defino a Bergoglio como un pastor de la gente”, aseguró.

La Iglesia “está necesitando una renovación y acercarse más a los pueblos”, estimó Mosca.

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