Fantasía, imaginación y cosplays se toman la Cómic Con Chile

Por tercer año consecutivo la ciencia ficción y los cómics se han apoderado de la tierra de Condorito con la celebración del Cómic Con Chile.

Desde este viernes y hasta el domingo, miles de personas se dan cita en la capital chilena para disfrazarse como los protagonistas de sus hazañas preferidas, descubrir nuevos creadores, adquirir mercadotecnia o simplemente admirar las colecciones de los fans más incondicionales.

Para esta edición, el Cómic Con Chile cuenta con la presencia de artistas invitados como el actor canadiense Nicholas Lea, que interpreta el papel de Alex Krycek en “Expediente X”, y el escocés Billy Boyd, Pippin en “El Señor de los Anillos”.

“Todo esto es muy apasionante, la gente es genial y tienen mucha energía. Había estado en otras (convenciones) antes en diferentes países y siempre es divertido, pero este Cómic está en un lugar muy bueno, en un edificio increíble”, señaló a Efe Boyd, quien reconoce que le gustan los cómics, pero no los lee mucho.

El Centro Cultural Mapocho, donde se celebra esta convención, es una antigua estación de ferrocarril a orillas del río de nombre homónimo, y se caracteriza por su elevada bóveda y su construcción metálica.

Tras las caras más famosas, siempre hay un lugar para jóvenes creadores locales, como es el caso del dibujante Tomás Fernández y del guionista Claudio Castañeda, creadores de “Catrileo”, cómic con el que obtuvieron el galardón a mejor Fanzine 2012 en los premios FIC (Feria Internacional de Cómic de Santiago).

“Catrileo es la historia de un fiscal de ascendencia mapuche. Todo se inicia el 11 de septiembre de 2012 con la reaparición de Michimalonco, que intentó quemar Santiago en 1541”, explica Fernández.

“Reaparece y su objetivo es realizar un atentado en el Costanera Center (un rascacielos). A partir de este atentado se genera una investigación con el fiscal Catrileo como protagonista”, agrega el dibujante.

“Quería poner a un personaje, a un fiscal de ascendencia mapuche en una situación de poder y ver cuáles eran los conflictos y contradicciones que se generaban en él para mostrar los conflictos que se dan en la sociedad chilena”, apuntilla Castañeda.

Francisco Arqueros, productor general de la Cómic Con Chile, resalta precisamente la importancia de este tipo de encuentros para dar visibilidad a rostros menos conocidos.

“El talento que estamos viendo en el mundo del cómic y de la ilustración es impresionante. Basta con ir a los espacios que tenemos de artistas emergentes. Se nota un esfuerzo y que realmente hay talento que no tenía el espacio para mostrarse. Aquí se está pudiendo ver”, afirma Arqueros.

Como en todo evento de estas características no falta la presencia de multitud de “cosplays” -contracción de “costume play” (juego de disfraces)-, los dobles de Batman, Darth Malgus o el Capitán Haddock se hacen notar por los pasillos.

“Desde que tenemos uso de razón, hemos visto en televisión algo futurista o de fantasía y esto va ligado a un tipo de vestuario y a un tipo de comportamiento de los personajes dentro de la serie”, señala un joven disfrazado de criador de dragones de El Señor de los Anillos, acompañado por un capitán de la Flota Estelar de la saga Star Trek.

Ambos personajes pertenecen a una sociedad de ciencia ficción, al igual que Miguel Garrido, procedente de la Región del Biobío, unos 500 kilómetros al sur de Santiago, que junto a los miembros de su comunidad colecciona figuritas de la saga de la Guerra de las Galaxias.

“Nosotros somos coleccionistas. Hace seis años nos conocimos a través de una página de internet, el tema en común nos unió, nos juntamos y empezamos a vernos”, explica Garrido.

“Siempre me han llamado la atención las figuras de acción, te llenan mucho, te enseñan. Este evento es excelente porque es algo trivial, realmente mueve masas y culturalmente es muy atractivo”, asegura el coleccionista.

Figuritas, láminas, disfraces, películas, libros y cómics, ya sea para ver, comprar o dominarlos a todos, la oferta es innumerable para las más de 27.000 personas que esperan los organizadores, muchos de ellos niños.

Un mundo de fantasía, imaginación y aventuras que, al menos por unos días, abandona las páginas de los libros y las pantallas de cine y televisión para adueñarse de la realidad chilena.