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Nacional

24 de Junio de 2013

Pinochetistas juntan firmas para impedir cambio de nombre de Avenida 11 de Septiembre

Mañana se vota el cambio de nombre de la Avenida 11 de Septiembre en el Concejo Municipal de Providencia. Según lo trascendido estarían empatados a 4 votos -4 a favor, 4 en contra- pero la alcaldesa, Josefa Errázuriz, desempata, por lo que el cambio de nombre de la Avenida 11 de Septiembre podría concretarse sin problemas. En ese contexto, un grupo de pinochetistas y familiares de violadores de los derechos humanos han juntado 1.300 firmas que entregaron a las autoridades comunales para impedir que el cambio se efectúe.

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El Movimiento Diez de Septiembre, que agrupa a familiares de uniformados condenados por violaciones a los derechos humanos y partidarios de la dictadura de Augusto Pinochet, juntó 1.300 firmas para intentar impedir que la Avenida 11 de Septiembre se pase a llamar Nueva Providencia, propuesta que será votada mañana en el Concejo Municipal de la comuna dirigida por Josefa Errázuriz.

El movimiento publicó las firmas en su periódico “Chile Informa” y entre los que adscriben están el columnista de El Mercurio Hermógenes Pérez de Arce, el coronel (r) del Ejército Fernando Arancibia Reyes (sindicado por organizaciones de derechos humanos como subdirector de la CNI) y el periodista Álvaro Puga Cappa, quien fuera asesor comunicacional de la Junta de Gobierno tras el golpe, según informa Cooperativa.

En la carta que acompaña las firmas se exige “la mantención del nombre de la Av. 11 de septiembre, por considerar que esa denominación recuerda el día en que, “con el apoyo de la gran mayoría de los chilenos, las FF.AA. y Carabineros rescataron a la nación de la inminente amenaza de una guerra civil y de caer bajo una tiranía comunista”.

Además, el comunicado exige la realización de un plebiscito comunal para determinar si se cambia o no el nombre de la polémica avenida. “Creemos que una decisión tan trascendente como ésta no se debe hacer entre cuatro paredes, y que decidan menos de 10 personas por todos los habitantes de la comuna. Eso no es democrático (…) Lo razonable, lo prudente y lo ético es –si la alcaldesa insiste en su capricho- consultar a la ciudadanía comunal y que ésta se pronuncie en elecciones libres, secretas e informadas en un plebiscito comunal” dice el texto.

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