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Opinión

17 de Octubre de 2013

Daniel Platovsky, ex RN: “Me siento más bien un socialdemócrata”

En septiembre renunció a Renovación Nacional, partido en el que militó más de veinte años. Desde entonces la prensa lo anda persiguiendo para saber qué le pasó. El lunes en la noche visitó nuestra oficina para contar por qué hoy se siente más un socialdemócrata que un hombre de derecha.

Patricio Fernández y Andrea Moletto
Patricio Fernández y Andrea Moletto
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El lunes por la noche, decía que estaba de luto. Ya la noticia de la renuncia del ex vice presidente de Renovación Nacional a su partido se había filtrado y lo llamaban de diarios y canales. El luto, explicaba Daniel Platovsky, es por la gente que conoció durante más de veinte años en el partido y la forma en que había decidido despedirse. Y advertía una cosa: la suya era una decisión personal, largamente meditada, no algo articulado con otros liberales del partido de Piñera y Carlos Larraín.

¿Por qué renunciaste?
-Es una buena pregunta. Son una y varias razones. Creo que con el tiempo me fui alejando de la postura RN, de la postura conservadora. He evolucionado a algo distinto. Y es evidente. He dado mis batallas por haber evolucionado en ese sentido dentro del partido. Con o sin éxito. Más bien sin éxito, jajaja.

¿Cómo describirías esa evolución?
-Nunca he sido tan conservador pero tampoco tan liberal como lo soy hoy. Yo he ido al revés de cómo van normalmente las personas: cuando son jóvenes, son revolucionarios y cuando viejos, conservadores. Yo, parece, me salté esa etapa. Lo hice al revés. Hago todo al revés. He evolucionado de conservador a liberal.

¿Es decir?
-Creo que el mundo cambió. Este país cambió. A ver, han pasado tantas cosas. La historia de uno viene de un país que ha tenido una politización fuertísima. Pasamos por situaciones súper complejas durante la Unidad Popular, después vino el Golpe, los Derechos Humanos, etc. Pero el mundo también ha cambiado: se cayó el imperio soviético y el Muro de Berlín y todas esas tensiones que incorporábamos a nuestra política. Y al caerse todos esos muros y el mundo empezar a evolucionar en un camino distinto, uno tiene que empezar a mirar y decir adónde estoy y hacia dónde vamos, políticamente. Y empecé a sentir que obviamente aquellos que en un tiempo consideraba mis adversarios, y más que adversarios, enemigos, porque la izquierda me veía a mí como un enemigo en la Universidad de Chile, en Beauchef, en el 67, y yo también a ellos, y no había nada que hablar, más bien era al tiro a los combos… Y yo te diría que, claro, de esa situación a hoy día, todo es al revés: tengo más amigos de centroizquierda, con los que uno también botó esos muros. Y hoy, más que incluso poder conversar, hay mucha amistad. Mi mundo cambió. Porque yo también evolucioné, sino no me hubieran aceptado, si no hubiera evolucionado, si fuera un bruto conservador no sé.

¿Pero te sigues sintiendo de derecha?
-No, fíjate. Lo he conversado con amigos míos y me siento más bien un socialdemócrata. Creo que esa es una buena definición política para mí.

¿Desde cuándo te sientes socialdemócrata? Porque la derecha chilena dista mucho de serlo. Y tú has participado de eso.
-No es una cosa espontánea. Es un proceso largo, donde la primera experiencia política para mí fue ser dirigente RN durante años, y tengo un tremendo orgullo de haberlo sido, y una gran pena por tener que tomar esta decisión tan dura, pero al final las cosas son así. Uno es libre de escoger, por suerte. Y ejercí esa libertad. Esta evolución es la suma de muchas cosas, eventos que a uno lo van marcando, etcétera, etcétera.

Y posiciones partidarias más rígidas de lo que tú esperabas.
-Exactamente. Parte de mis razones para tomar esta decisión tiene que ver con el tema de los Derechos Humanos y la forma en que se desarrolló el debate de los 40 años en este país. Creo que deja mucho que desear del punto de vista de la derecha.

¿Por qué?
-Porque hay mucho más que decir.

¿Cómo qué?
-Algunos pueden pedir perdón. Creo que es bueno. Muchos debieran pedir perdón, es sano. Ahora, otra cosa es que los afectados te perdonen. Pero al menos uno puede quedar más tranquilo, en el sentido que se dio cuenta que cometió un error al no haber ayudado, al no querer darse cuenta, no querer oír… Y percibo que en el tema de los Derechos Humanos y estas atrocidades, hay una parte de la derecha que todavía no quiere ni escuchar ni sentir. Habemos otros que sí queremos dar el paso adelante y botar este muro; el muro pinochetista hay que botarlo, y pasar para el otro lado.

EL PLEBISCITO
¿Tú te arrepientes de haber votado que SÍ?
-Más bien soy un agradecido de que ganó el NO.

Pero si te pudiéramos invitar a volver a estar en esa circunstancia.
-Votaría que NO, por supuesto. Pero no fue así, por lo tanto esa cuestión uno la lleva adentro igual. Y ahí es donde me caló hondo lo que dijo el Presidente y en parte gatilló mi decisión. Tengo que dar un paso que me deje tranquilo con mi conciencia y ojalá abrir el debate, seguir rompiendo estos muros. Hay mucha gente que piensa como yo, que no ha salido. Quizá tengo la ventaja de que me conocen algo y puedo ser noticia, pero creo que hay muchos chilenos de ese 44% que votó SÍ que piensan igual, que también están arrepentidos. Muchos.

¿Hay una culpa que de alguna manera quisieras superar?
-Claro, sin duda. Y por suerte ganó el NO, porque si hubiera ganado el SÍ, ahí sí habría sido trágico y no tendría perdón si hubieran continuado las atrocidades… Porque el golpe yo no lo elegí, ni estaba acá. Por lo tanto ese no fue un tema de elección para mí. Pero el SÍ, sí. Voté por el SÍ y, por lo tanto, si hubiera ganado, las consecuencias de eso serían una carga tremenda. Y por eso soy un agradecido que ganó el NO.

¿Y cuál es tu juicio del gobierno de Pinochet?
-Qué difícil.

¿Son posibles las medias tintas?
-No. No hay medias tintas. ¿Sabes lo que pasa? Algunos van a decir “pero en lo económico, todo lo que avanzamos”. Pero la plata y los ingresos de los chilenos no pagan la muerte y las torturas. Entonces, no. A ver: soy descendiente de judíos y a mi abuela la mataron en una cámara de gas los nazis y después la cremaron en un horno; a mi tío lo torturaron frente a ella y después lo acribillaron a balazos. Y tú me dices ¿con qué se compensa esa matanza? Con nada.

Sí, porque de las carreteras de Hitler se habla poco.
-Poco. Y los alemanes todavía están sufriendo, por generaciones. Y puede ser que los que votamos el SÍ también vamos a tener que sufrir hasta que nos muramos por el error. Pero uno los errores puede corregirlos con acciones que por lo menos lo dejen tranquilo frente a su conciencia. Y si uno de verdad reconoce que hubo, como la llamó Piñera, esta complicidad silenciosa pasiva, ¿qué hacer?

¿Te sentiste aludido, un “cómplice pasivo”?
-Pero de todas maneras. De todas maneras. Uno se hacía el huevón en el sentido de no querer… cuando salía en las noticias, cuando había muertes por enfrentamiento uno decía «los dos lados estaban armados, es parte de la guerra». Eso uno lo puede entender. ¿Pero los degollados? Ya eso no tiene ninguna explicación. Claro, uno qué podía decir. ¿Levantar la voz? Podría haber sido. Fui presidente de la Cámara de Comercio, pero no era político, era más bien gremial. Uno podría haber hecho tantas cosas que quizá hoy… Claro, levantar la voz, ser otro desaparecido también, no sé. Pero no lo hice, no fue así. Después de 40 años, con la trayectoria de lo vivido, las amistades… van cayendo todas estas murallas que se habían construido y ahora me siento mucho más libre, tengo mucha más capacidad de entenderme con esta gente que se puede calificar de socialdemócrata.

¿Y crees que hay una derecha arrepentida?
-Sí. ¿Como yo? Absolutamente seguro, sin duda.

Pero uno no los ve.
-Es que tienen susto.

Usted mismo decía que el de Piñera no era un gobierno de derecha.
-Nunca fue un gobierno de derecha.

Háblanos de la derecha chilena.
-No hay una sola derecha chilena. Está la tradicional conservadora, de fundos, de las encomiendas de acá de la zona central. Son conservadores, en lo religioso, en los temas valóricos. La influencia del Opus en este país es fuerte. La influencia de los Legionarios, también. Pero bueno, están en su derecho.

Por supuesto. ¿En las discusiones políticas dentro del partido se ve eso?
-Cuando se discuten los temas valóricos, evidentemente hay una visión muy distinta a la mía, aunque mucha gente comparte la mía, pero el tema es que los parlamentarios también están con su discurso acotado al público al que van. Yo probablemente no tengo ese problema y soy más libre porque no soy candidato a ninguna cosa. Por ejemplo, en el debate sobre el derecho de la mujer a decidir sobre un embarazo no deseado, yo estoy totalmente de acuerdo, encuentro que es parte de un derecho humano. Obligar a una mujer que no quiere tener ese hijo, a pasar nueve meses, después tiene que tenerlo y después quién se hace cargo de él, ella, y el Estado no hace nada. Pero el Estado la obliga a tener un niño que no quiere y después la deja botada. Y al niño también.

Acaba de salir un informe de DD.HH. de la Universidad Diego Portales que dice que es una pasada a llevar de los derechos humanos el penalizar el aborto.
-Gigantesca. Además penalizarlo. Por eso digo: el derecho de la mujer a decidir qué hacer con un embarazo no deseado es un derecho natural de ella.

LOS AMIGOS

Hablaste de tus amigos y se nota que es algo importante. ¿Qué es lo que te ha pasado con los amigos?
-Claro, mi vida ha cambiado, estoy casado por segunda vez y obviamente las amistades que hemos armado con mi señora son las amistades de los dos, y hemos desarrollado relaciones con gente con la que me siento súper cómodo y tenemos los mismos gustos y conversaciones sobre los mismos temas. Y es gente que viene del lado de la Concertación. Todos.

¿Todos?
-Todos. Jajajaja. Entonces, me miraban y decían «¿hasta cuándo vas a seguir viviendo en el error?». Jajajaja. «¿Qué hacís allá? Ven con nosotros». Jajajaja. Todos. Los fines de semana, el club de Toby. Todos. Entonces, uno al final tiene que decir dónde estoy, porque si no termina esquizofrénico. No puedes vivir dobles discursos.

¿Y qué pasa con esos amigos que no sucede con los de derecha?
-También son amigos. Pero no son amigos de pareja, no amigos sociales. Son amigos de la vida.

¿Y qué es lo que te gusta de la relación social con estos otros amigos?
-Que hablamos de cosas… Cómo te lo podría explicar. No hablamos de negocios, no hablamos de plata, de lucas. Hablamos de la vida. De lo que sentimos, de lo que nos pasa, de lo que sucede alrededor. Es otra cosa.

Cuesta más encontrar eso al otro lado.
-Yo creo. Todo gira más en torno a las actividades. Sí, ésa es una diferencia. Los temas de conversación son distintos. No hablamos de la pega.

¿Y este proceso cuándo partió?
-Esto es casi un psicoanálisis. Jajajaja. Me van a volver loco ustedes.

Te estamos mejorando. Esta es una clínica.
-Ustedes me están mejorando.

Para la campaña de Piñera, ¿eras de derecha?
-¿La última?

Claro.
-Yo en esa lamentablemente no participé mucho. Participé en la que le ganamos a Lavín en la primera vuelta. Esa fue la gran batalla, porque veníamos de un proceso de casi desaparición, fue súper dura, porque obviamente el partido estaba dividido entre los que apoyaban a Lavín y los que éramos piñeristas. Lavín era el candidato oficial y se armó ahí una trifulca gigantesca y finalmente se resolvió en un Consejo General en el cual el partido escogió a Sebastián Piñera como su candidato. Y ahí partimos. Pero ese piñerismo que nació de esa situación era justamente el liberal, no tenía ningún apoyo de los conservadores, al contrario, eran archienemigos.

¿Te parece que Piñera ha podido hacer el gobierno que quería?
-Creo que debe haberse quedado con las ganas de hacer algo más, sin duda. Todo Presidente quiere hacer más cosas también.

¿Pero por qué lados crees que el gobierno se quedó cojo?
-Bueno, creo que partió cojo con el terremoto. Parece como una excusa, pero no lo es. O sea, tú partes con un plan, un programa y de repente cae una bomba atómica y tienes cambiar todo, todas las prioridades cambiaron. Y dedicarte a resolver ese tema primero, y en un gobierno de cuatro años ya perdiste un año y medio y se acabó el gobierno. Y ese es otro punto: además de discutir respecto al binominal, el período presidencial es demasiado corto.

Pero estoy pensando en aquello que impidió esa fuerte derecha conservadora que nos recordó durante este gobierno que no se mandan solos los que ella apoya.
-Jajaja. Cobra la cuenta.

Y dice «esto sí que no». Dónde le fueron diciendo a Piñera que “no”.
-Creo que hay que preguntarle a él, no a mí.

Pero tú lo conoces y puedes intuir. Con Carlos Larraín son como un perro y un gato; sencillamente fueron enemigos durante este gobierno.
-Sí. Y eso fue un gran desgaste, porque ahí hubo muchas tensiones al interior del gobierno, que no se notan por fuera, pero que generan un problema de administración interna, al haber estas pugnas e inestabilidad. Generó mucha incertidumbre al interior de la administración del Estado y eso no es bueno, no es sano, y se cometieron algunos errores y cosas que se pudieron haber hecho mucho mejor y no se lograron. Pero consiguió por lo menos mantener el empleo alto, hizo reformas en los temas valóricos, que la Concertación no pudo hacer en su tiempo y que se dieron hoy día las condiciones para hacerlo, y se hizo. La ley antidiscriminación, por ejemplo. Nadie se imagina que puede nacer o salir de un gobierno de derecha.

Y ahora último Penal Cordillera. Y todo lo que hace en septiembre.
-Bueno, lo del cierre de Cordillera no es una ley. Es una acción, un gesto. Hoy despertó. El Piñera que yo siempre he conocido es el que salió para estos 40 años.

¿Te parece que se liberó?
-Creo que se sintió mucho más libre.

Fueron tres años pagando penitencia.
-Tres años en que además tuvo que equilibrar las fuerzas entre la UDI y RN. No fue fácil. Acuérdense que éste es el primer gobierno de centroderecha elegido democráticamente después de Jorge Alessandri.

¿Que apoye a Evelyn Matthei está bien?
Bueno, es de su sector.

¿Sí?
-Jajajaa.

¿Qué te ha parecido la campaña de la Evelyn Matthei?
-No me gustaría entrar a la personal.

La pregunta no va a la personal. ¿Qué te parece lo que va representando? ¿Es la continuidad de este gobierno?
-Mmmm. No, porque Piñera es un carácter distinto. Ahora, Evelyn Matthei es una persona bastante más abierta del punto de vista valórico. Yo creo que ella está encapsulada hoy justamente por el público al cual ella tiene que llegar. Pero si a ella la dejaran, le dieran más libertad…

Yo creo que más que el público al que tiene que llegar, es a los patrones a los que tiene que obedecer.
-No sé, no voy a hacer calificaciones de ese tipo. No creo que ella esté trabajando para unos patrones.

Pero entiendes lo que quiero decir. Hablo de los jefes de esta historia.
-Entiendo, pero creo que ella es mucho más liberal, mucho más abierta.

¿Te gustaba más Golborne?
-No me gustaba ni uno. No voté en las primarias. Ya venía con esta cuestión hace rato.

¿Te sigues sintiendo de derecha?
-No. Pero ¿qué es lo que llamamos derecha? Por eso es tan complejo.

Llamamos derecha a todo un mundo.
-Pero tampoco me siento de izquierda, soy un socialdemócrata.

Usemos las palabras en términos políticos chilenos. Hay un mundo que es de derecha y lo conoces bien, sabes de lo que estoy hablando. ¿Te sigues sintiendo políticamente de ese mundo?
-No. Diría que cada vez menos. Si renuncié al partido es porque uno se va distanciando y asumiendo otra visión, para bien o para mal: puede ser que esté completamente equivocado y me voy a estrellar contra un muro. Pero es lo que uno escoge y por lo menos tengo el derecho a hacer uso de esa libertad, de escoger mi camino, y como no soy candidato y no estoy pretendiendo ningún cargo público, simplemente tomé una decisión personal, de decir hasta aquí llegué, hice lo que pude, quizá algunas cosas buenas, otras malas. Mi vida política, sí, fue entretenida, participé en momentos de la historia de mi país que eran súper potentes, fuertes, y ahí estuve aportando un grano de arena o no sé qué, pero algo hice. Y ahora uno dice ya, quizá llegó el momento de sincerar más las cosas que uno siente de verdad y no mantener esos compromisos por el peso de la historia. Hoy quiero ver el futuro más que el pasado, esta es mi historia, ya fue, punto. Pero quiero que la historia de lo que me quede, sea esta otra, en la cual me siento más cómodo, más acogido.

¿Cuál es esta otra?
-Esta, la de mis amigos. Es que sabes qué pasa. A mí esta cuestión de derecha e izquierda no me cuadra, tampoco.

¿Por qué te sientes socialdemócrata? ¿Cree más en el Estado?
-No, a ver: yo creo en la economía de mercado, sin duda, creo que es la forma en que los países crecen y dan empleo y generan riqueza. Pero también creo en que esa libertad, ese mercado, tiene que ser regulado, porque si no se transforma en una bestia que se come al consumidor. Si no tiene regulación alguna, es insaciable. Obviamente tiene que haber un Estado regulador, que fije reglas del juego tales que el mercado funcione con transparencia, con información, que le llegue a todo el mundo igual y que de verdad exista la competencia. Y donde no hay competencia, tiene que regular más: tiene que regular hasta los precios, como en ciertos sectores donde hay monopolio, como en las carreteras. Hay un peaje y se fija el precio. Y lo mismo en la energía. O el agua.

Eso de la derecha e izquierda es verdad que puede ser confuso ideológicamente, pero en términos de grupos humanos no lo es tanto. ¿No será que hay un sector en la derecha que se ha dado cuenta que no es con ese grupo humano sino con otro, que puede lograr más fácilmente avanzar en lo que cree?
-Sí. Algo de eso hay.

¿Piñera botó la barrera?
-Sin duda. Lo venimos haciendo hace rato. Nos hemos venido acercando a ese mundo políticamente hace mucho tiempo.

¿Quiénes?
-Estoy hablando de la derecha liberal, de Piñera y el grupo que éramos dirigentes en esa época.

Es que Piñera salió de ese otro mundo.
-Claro, viene del lado de allá.

¿Y tú podrías ser el primero de otros que den el salto?
-No sé. Esta es una decisión personal. No la consulté con nadie. La consulté con mi conciencia y tomé la decisión y sí, por supuesto, le avisé a quienes yo sentía que les debía cierta lealtad y amistad.

Y qué te dijeron.
– Algunos quisieran hacer lo mismo, pero no… Me importa que quede claro que no es un movimiento articulado, sino una cosa personal. Y por la historia mía, que puede ser muy distinta a la historia de otro que quizá puede llegar a la misma conclusión, pero por otras razones. La mía es ésta.

Y tú crees que eso que Piñera, Hinzpeter y tú querían, ¿es posible al interior de esta derecha que conocemos?
-Yo llegué a la conclusión de que no. Hay otros que todavía quieren dar la pelea, pero yo llevo 20 años dando la pelea y no la hemos ganado nunca. Siempre se habla de las dos almas de RN y que conviven y que están representados ahí los conservadores y los liberales y eso hace al partido fuerte y lo transforma en una potencia y blablablá. Yo siento que al final, cuando los liberales están en la directiva, los conservadores lo único que quieren es matarlos y les hacen la vida imposible. Y cuando los conservadores están en la directiva, los liberales lo único que hicimos eran hacerles la vida imposible y tratar de matarlos. Entonces, las dos almas no conviven. La conclusión final es que no es posible, eso es una esquizofrenia. No puedes tener a una persona que es a la vez liberal y conservador. Y por eso creo que acá hay que sincerar las cosas: ¿que éste es un partido conservador?, perfecto, que sea conservador, porque refleja una parte del voto chileno de la gente que es conservadora y que tiene todo el derecho a estar representada en el Congreso. No hay nada malo en ser conservador, no significa que se esté haciendo daño a la gente. Es una forma de pensar, de ser. La encuentro legítima. Como también encuentro legítimo ser de izquierda. No me gusta, pero lo es. En RN esta convivencia encuentro que no funciona. Y por eso tomo mi decisión, y no es de grupo ni se va a armar un éxodo. Para mí estas dos almas no conviven y por lo tanto no voy a seguir desgastándome en algo que sé que no funciona y además ya llegué a una etapa de mi vida en que no quiero más guerra, para qué. Quiero vivir tranquilo.

EL FUTURO

¿Te gusta el país que está aconteciendo?
-Sí, es un país con gente que piensa y tiene opinión y no tiene miedo de darla. Se expresa. Pueden estar equivocados para lo que uno piensa pero se expresan. Lo único que no podemos perder es la capacidad de diálogo y la capacidad de escuchar al otro también. El tratar de imponer una posición política o una idea a la fuerza, no es el camino correcto. A la fuerza, en el sentido de, está bien, yo entiendo a los estudiantes en las marchas, creo que es una forma de expresarse legítima y potente pero no es la forma de estructurar una posición usar exclusivamente ese tipo de expresión, eso hay que transformarlo. Y creo que Jackson, el que estos jóvenes se estén incorporando a la política es el primer gran cambio. En que justamente estos movimientos tienen una expresión política dentro de nuestra república. Porque no vamos a estar inventando cosas nuevas, eso es lo que tenemos. Y eso me parece un avance. Que Jackson y Camila se incorporen.

¿Y eso está pasando en la derecha?
-No.

¿Y los jóvenes en la derecha?
-Los jóvenes de la derecha están, pero a mí lo que me parece es que llegó el momento que ellos, por lo que pasó con los 40 años, ésa es la generación que no tiene la mochila del SÍ y el NO. Los que tienen 40 hoy no votaron esa vez. No estuvieron en esa. Por lo tanto son más libres en ese sentido.

¿Están siendo más libres?
-No les estamos dando el espacio los que venimos con la mochila. Y creo que ese es un error. Y justamente creo que en RN podrían haber grandes cambios si se les diera a ellos más espacio. Mucho más espacio. Pero está la pugna. Ellos tienen que tomar más las riendas del partido y de la política en general. Esa es la generación que tiene que venir del cambio, ahora, es el momento.

Pero pareciera que en la UDI esos jóvenes fueran más momios que los viejos.
-No sé, pero bueno, en la izquierda evidentemente hay gente que es más revolucionaria que otros. Está bien. Hay de todo, pero al menos no tienen este tema de la mochila que uno trae del SÍ y del NO.

Para que esta historia se continúe en forma sensata, ¿lo natural es que gobierne quién?
-¿El próximo gobierno? No es un tema de quién, está clarito quién va a ganar.

¿Es lo mejor?
-Acá hay un tema no menor, que se han generado expectativas enormes en distintos sectores de la sociedad. Todos quieren resolver sus problemas, ambientales, ingresos, lo que sea, educación, salud. Y por lo tanto estas expectativas va a haber que enfrentarlas con la realidad. Y puede ser que un gobierno de esta Nueva Mayoría con Michelle Bachelet como presidenta pueda tener más capacidad de contención. Está por verse. De contención, porque la realidad es que no todas las expectativas se van a cumplir, es imposible, este país no da. Y por lo tanto va a haber frustración en algunas materias. Ahora ¿cómo las van a contener? Tienen más herramientas, sin duda. Creo que el hecho que el PC se haya incorporado a la NM tiene un valor histórico impresionante, lo aplaudo, notable. Ahora tienen responsabilidades y tienen que transar y conversar, y eso es tremendamente valioso, un aporte importante. ¡Qué bueno que están ahí y no están afuera! Porque le da más gobernabilidad al tema. Ahora, ¿quién tiene gobernabilidad sobre los movimientos sociales? Está por verse, también. Han nacido nuevos líderes y aparecen a cada rato personajes nuevos. El mundo está cambiando a una velocidad impresionante. Y estos movimientos sociales, en todo el mundo, no le responden necesariamente a la organización política tradicional, a la estructura. No es fácil. Si me preguntas, creo que tienen más herramientas, por su historia, en la izquierda que en la derecha. Ahora, que esas herramientas que se usaron en el pasado sirven hoy en este nuevo mundo, tengo mis dudas. Es un desafío para cualquiera que sea elegido o elegida.

¿Te dan ganas de votar por el candidato de la Alianza?
-No sería la primera elección en que vote en blanco. O no vote.

¿Te da para votar en blanco?
-No sé. No es fácil. Hay que pasar el luto y después decidiré qué hago con mi voto.

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