Las mejores imágenes del festival urbano “100 en 1 día”

Las calles de Santiago de Chile han sido tomadas por el arte urbano de “100 en 1 día”, un festival que ha viajado por todo el mundo y en el que los ciudadanos crean cientos de talleres en defensa del espacio público.

Tras su paso por más de nueve ciudades, la edición de hoy invitó a los santiaguinos a participar en actividades heterogéneas con un único elemento común: “Todas son autogestionadas”, explicó en una entrevista a Efe la portavoz de la organización Paulina Cabrera.

En cada esquina de la gran capital se escondieron huertos urbanos, actuaciones teatrales y hasta un “Pacman” humano en el que una criatura amarilla huía de cinco fantasmas por la ciudad.

“Pacman urbano nace en una universidad en Nueva York. Es un juego de código abierto que se va adaptando a distintas ciudades del mundo. Se ha hecho en Francia, en Dinamarca y ahora, en el marco de este festival, lo trajimos a Santiago”, explicó Felipe Arenas del colectivo Ludotopía, que organizó la actividad.

“100 en un día” ha traído a Santiago un domingo en que “toda intervención artística es bienvenida”, expresó Cabrera.

Así, el puente peatonal que cruza el río Mapocho se ha transformado en un arco iris de telas, de los árboles de la Alameda han llovido libros, y dos personajes con insomnio han sacado sus camas en pleno barrio de Lastarria para quejarse del ruido de la ciudad.

El colectivo “Transforma”, un conjunto de artistas contemporáneos de distinto ámbito, se ha sumado al proyecto porque se dieron cuenta de que estaban haciendo gestión por lo mismo: “la apropiación de los espacios para que las personas tengan experiencias artísticas”, comentó la organizadora Constanza Cordobés.

En pos de la sociabilidad del arte y en defensa del desarrollo sostenible, “Transforma” ha organizado espectáculos y talleres en torno a la idea de “la acumulación”: un laberinto de Tetra Pak, un bosque flotante o un taller en el que cientos de botellas de plástico se han transformado en lámparas de bajo consumo.

“Es importante que haya una conciencia general de que el arte es una forma de transformación, una transformación que puede ser social también”, continuó Cordobés.

“¿Qué le regalarías a tu ciudad?” es la pregunta a la que ya han contestado los ciudadanos en lugares tan variopintos como Managua, Malmö, Copenhague, Ciudad del Cabo o Montreal desde que en mayo del año pasado la iniciativa arrancara en Bogotá.

“Empezó en Bogotá en mayo del año pasado cuando unos colectivos que estaban haciendo estudios para su tesis universitarias empezaron a decir: ‘hagamos intervenciones urbanas’, y después dijeron: pero hagamos que esas intervenciones vengan de la gente”, aclaró Cabrera.

Un grupo de estudiantes del team 17 de la escuela danesa de nuevos negocios Kaospilot, quiso crear seis intervenciones urbanas pero tras vincular a los habitantes de Bogotá pensaron que no eran suficientes. “¿Por qué no 100?”, se preguntaron.

Cabrera admite que tiene “un valor más lindo” cuando se hace en ciudades más pequeñas: “Nos gustaría que creciera no necesariamente a ciudades capitales sino a pueblos pequeños porque la participación es tan grande que todo el pueblo está movilizado; así pasó en Yumbo (Colombia)”.