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Mundo

30 de Marzo de 2014

Cómo trabajar cuando tu jefe es un psicópata

Los tiranos corporativos pueden ser protagonistas de películas atrapantes durante un par de horas: piense por ejemplo en el Gordon Gekko de Michael Douglas en “Wall Street” o en Leonardo DiCaprio en “El Lobo de Wall Street”. Pero en la vida real, los jefes de esta clase tienen efectos devastadores sobre trabajadores y empresas. Miranda […]

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Los tiranos corporativos pueden ser protagonistas de películas atrapantes durante un par de horas: piense por ejemplo en el Gordon Gekko de Michael Douglas en “Wall Street” o en Leonardo DiCaprio en “El Lobo de Wall Street”. Pero en la vida real, los jefes de esta clase tienen efectos devastadores sobre trabajadores y empresas.

Miranda -periodista de una agencia de noticias holandesa por más de 20 años, que pide no publicar su apellido por temor a perjudicar sus relaciones profesionales- cuenta que una vez le tocó trabajar para un gerente tiránico y manipulador.

“Solía echarle la culpa a todos los demás si las cosas salían mal”, relata. “Durante la noche se mandaban correos electrónicos a toda la oficina en los que se humillaba a una persona determinada, sólo porque sí”. Sus actos socavaban la estabilidad y la confianza.

“Los jefes intermedios y los editores luchaban entre sí para llegar a convertirse en el favorito de este directivo. Y él era muy maquiavélico y jugaba a enfrentar a unos con otros”

Psicopatía corporativa

A pesar de que estos monstruos oficinescos se suelen retratar en la pantalla como antihéroes más bien inofensivos, en el mundo empresarial se está generando una ola de preocupación por las cada vez más extendidas conductas abusivas en los espacios de trabajo, lo que los académicos han dado en llamar “psicopatía corporativa”.

Tras la crisis financiera mundial, se ha desarrollado un corpus de investigación cada vez mayor sobre las conductas inadecuadas del bully (matón) corporativo, que parecen darse en particular en el sector bancario y financiero.

La investigación está empezando a identificar rasgos que ya no se consideran simplemente desagradables y perjudiciales, sino que tienen carácter psicopático, según sugieren los expertos.

La lista clínica de rasgos psicopáticos comunes -que incluyen la falta de remordimiento, la amabilidad que puede aparecer y desaparecer sin previo aviso, el egocentrismo, la mentira, la capacidad de manipulación, la impulsividad y la pobreza emocional- predominan entre las personas que se sienten atraídas por puestos de poder.

Es importante distinguir entre el comportamiento psicopático y el psicótico. La psicosis es un síntoma de una enfermedad mental que, en un lenguaje llano, se da cuando alguien pierde contacto con la realidad. Cuando los psicólogos hablan sobre los psicópatas, sin embargo, se refieren a personas con un trastorno de la personalidad con características distintivas como la crueldad, el encanto y la extrema frialdad que pueden mostrar aun estando bajo presión, así como la carencia de empatía y conciencia.

Estos rasgos -dicen los expertos- suelen aflorar entre personas que persiguen la riqueza, la gloria y la necesidad de controlar a los demás.

Saqueo

No son sólo sus subordinados inmediatos de la oficina los que deberían estar temblando.

“Los psicópatas saquean corporaciones enteras. Juegan con nuestro dinero y luego acuden al Estado para que los rescaten”, dice el psicólogo y locutor Oliver James, autor del texto “Dinero y política de oficina: Cómo prosperar en un mundo de mentiras, puñaladas traperas y trucos sucios”.

“Casi todos los recientes cataclismos (financieros)” pueden atribuirse a personas que muestran un comportamiento psicopático, indica James.

El húngaro Elie Wiesel, a quien se le concedió el Premio Nobel de la Paz en 1986 y fue víctima de la estafa piramidal Ponzi de Bernard Madoff, ha dicho que “psicópata” es “un calificativo demasiado amable” para describir a Madoff, que ahora está encarcelado por encabezar el que se considera el mayor fraude financiero de la historia de Estados Unidos.

El académico británico Clive Boddy va incluso más lejos y culpa del derrumbe financiero mundial de 2009 a los líderes empresariales que muestran conductas psicopáticas.

“Creo que ellos han ejercido gran influencia en toda la ética de las organizaciones, precipitándola en una espiral descendente”, señala.

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#jefe#Oficina#sicópata

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