“El gobierno chileno dice que escuchará a todos, pero insiste en que cumplirá su programa”

El nuevo Gobierno chileno escuchará a todos los sectores políticos y movimientos sociales, pero cumplirá los compromisos contraídos con los electores, aseguró hoy el ministro secretario general, Álvaro Elizalde, al cumplirse un mes del retorno de Michelle Bachelet a la presidencia.

Al respecto, el portavoz gubernamental aseguró que la reforma tributaria “es necesaria, porque permite aumentar la recaudación fiscal para financiar la reforma de la educación, fortalecer la salud pública y otras necesidades sociales y superar el déficit estructural heredado de la anterior Administración”.

“Además, es una reforma justa, porque consagra el principio de equidad tributaria; esto es, que quienes tienen más contribuyen más”, enfatizó Elizalde durante un encuentro con la prensa extranjera.

Según el ministro, los sectores que se oponen a esta medida, entre ellos buena parte de los grandes empresarios y la oposición de derechas, son “minoritarios”.

“Este Gobierno va a escuchar a todos”, pero “vamos a cumplir los compromisos suscritos con la ciudadanía“, recalcó el ministro, quien aseguró que las líneas básicas de la reforma se conocían desde abril del año pasado, puesto que fue uno de los estandartes de la campaña presidencial de Bachelet.

Al cumplirse un mes del inicio de la segunda presidencia de Michelle Bachelet, el ministro portavoz aseguró que el Gobierno “no ha descansado ni un solo día para llevar adelante sus tareas”.

Además de la presentación de la reforma tributaria, Elizalde destacó la urgencia para regular legalmente la vida en pareja (lo cual incluye las uniones homosexuales) y el voto de los chilenos en el extranjero.

“Éste es un Gobierno que escucha, que no está en la lógica de la imposición” y por ello “fomentará el diálogo con todos los sectores políticos y movimientos sociales”, dijo Elizalde.

A dos semanas de la primera movilización estudiantil, puntualizó que “hay que distinguir entre la legítima protesta y la violencia que desarrollan grupos minoritarios”.

En relación con el terremoto de la semana pasada, que dejó un balance de seis muertos y cuantiosos daños materiales en el extremo norte del país, el Gobierno considera que hay una gran diferencia con respecto al ocurrido en febrero de 2010, cuando Michelle Bachelet estaba a punto de finalizar su primera presidencia.

“Esta vez no se cayeron las comunicaciones”, lo que permitió que siempre se tuviera información precisa de lo que estaba sucediendo, respondió el ministro al ser preguntado sobre si la rápida declaración de zona catastrófica y las dos alertas de tsunami en apenas 24 horas fueron para evitar los errores de hace cuatro años.

“Somos un país que convive con estos fenómenos tan dramáticos (…), tenemos que ir aumentando los estándares de seguridad día a día”, agregó el portavoz gubernamental, quien adelantó que en el catastro preliminar de daños figuran 1.300 viviendas con daños severos y 10.600 con daños parciales.

Además, anunció que a partir de ahora, los permisos para la edificación de viviendas en zonas inundables del borde costero tendrán en cuenta el peligro de tsunami.

En materia de política exterior, Elizalde destacó el reforzamiento de las relaciones con Argentina, el primer país que Bachelet visitará oficialmente, y sostuvo que “desde el cono sur de Latinoamérica se puede tener un rol más relevante en la política internacional”.

“Estamos convencidos de que Latinoamérica, unida y coordinada, tiene un mayor peso en el mundo”, aseveró.

Además, explicó que la economía chilena depende mucho del comercio exterior y por eso el Gobierno impulsará procesos de integración que van más allá de la región, específicamente con los países de la cuenca del Pacifico.