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3 de Junio de 2014

Un día en la vida de un joven NINI: “Juego más de cinco horas diarias videojuegos”

Los NINI son jóvenes, entre 19 y 29 años, que ni estudian ni trabajan y que en Chile, según la actual ministra del Trabajo, Javiera Blanco, bordearían los 700 mil casos. Carlos Álvarez, el “Pale”, tiene 25 años y es uno de ellos, hace unos meses lo echaron de su trabajo y se atrincheró en el departamento de un amigo donde, a pesar de no mover un dedo, siente la presión del día a día: “cuando estás sin hacer nada, también es una rutina y eso te mata”, dice.

Por

“Es relativa la hora a la que me levanto, por ejemplo hoy no me levanté, ¿hoy día es lunes? Sí, es lunes. Puta, me despierto con hambre. El otro día me desperté tipín 5 de la tarde, me levanté a comer un arroz o pan, no me acuerdo bien. Como lo que haya, habitualmente no cocino, así no tengo que lavar la loza, a menos que vayan visitas. Si hay visitas se cocina algo, normalmente saco unas papas duquesas del refrigerador, las pongo en el horno, hago unas vienesas y listo.

Después me fui a acostar de nuevo, o sea me fui a echar en realidad, porque fui a jugar “Heroes Of The Storm”, el nuevo juego de Blizzard. Entonces me pongo el Ipad en la guata y juego, o veo videos de Youtube hasta que me quedo dormido y despierto tipín 2 de la mañana y me voy al Mcdonalds. De hecho las minas del Mcdonalds me conocen y me dicen: “oye, tú vení todos los días como a esta hora para acá, ¿trabajai de noche?” No, le dije, ahora me estoy despertando. Cacha que la mina como que se espantó. Después me preguntó de qué vivía, le dije que vivía hace unos meses de mi finiquito.

Claramente este es un caso puntual, no es que yo esté pensando en vivir así toda la vida, aunque me encantaría. El tema es que de repente igual me siento solo, por ejemplo, ahora voy a almorzar y vengo solo al Mcdonalds del 14 de Vicuña Mackenna. Si es que llamo a un hueón, este piensa que es para puro carretear no más. Imagínate, yo trato de llamar a algún amigo y le digo: oye, salgamos a comer algo, vamos a almorzar. Y me dicen que no, que tienen que hacer y la hueá. También, como la gente sabe que estoy desocupado, te busca para puro carretear no más, soy el apañador oficial del carrete. Entonces, de repente dicen: oye ¿vamos a tomarnos un copete a mitad de semana, a quién puedo llamar? Al Pale, que está desocupado. Entonces, cuando quieren lanzarse vienen al departamento, a carretear hasta el otro día. Soy una huevá así como el negro Piñera. No, en verdad no como él, porque tiene más lucas. Yo carreteo en la casa y ese hueón sale a la bohemia, al bella, a esas hueás.

Yo vivo con mi compadre Pato, a él le pago por vivir acá, pero un precio más bajo que si arrendara en cualquier otra casa. La verdad de las cosas, no sé cómo ve ahora mi compadre que estoy de vago. Igual debe ser incómodo para él, llegar del trabajo y que yo esté todo el día echado aquí.

Pero el Pato trabaja en LAN y tiene un horario de mierda también, de repente tiene libre martes y miércoles y nos lanzamos esos días. Por culpa de ese hueón perdí la pega, me obligaba a carretear martes y miércoles.
Creo que mis vecinos me odian. Pero el estilo de vida que llevo me permite no verlos, como tengo el horario cambiado no me los topo. La verdad de las cosas es que pocas veces ha venido el conserje, pero creo que a mis vecinos les debe molestar harto, aunque se la comen nomás, porque siempre me porto así. Además, no somos tan desubicados y tratamos de hacer la menor bulla posible, cerramos la ventana cuando estamos carreteando para que no nos hueveen por el humo del cigarro y por el volumen de la tele.

Como estoy harto tiempo solo, la soledad la paso con videojuegos. Juego más de cinco horas diarias. Pretendo seguir así hasta que termine el primer semestre. Yo creo que después del mundial paro esta huevá, la gracia es terminar la universidad también. Pero igual me da lata dejar de vivir así, es que la pega te absorbe mucho. Trabajar y estudiar te caga, y más encima pololear, te vai la chucha. Porque si yo estuviera pololeando ahora, no jugaría 5 horas diarias, me mandarían a la cresta. En general los hueones que estamos así, sin hacer nada, somos solteros. Yo estaba tirado en la casa, me puse a pololear y me metieron a trabajar y a estudiar. Después terminé y volví a lo mismo. ¡He aprovechado de carretear todo lo que no había podido!

La gracia de hacer esta huevá es que no tengai ninguna responsabilidad, no tengai un hijo o alguien a quien responderle. Porque si te cagai, te cagai voh solo. La verdad es que no cuestiono mi estilo de vida, siento que es una etapa y que después, claramente, voy a tener que volver a la rutina del trabajo y el estudio. Pero, por el momento, pienso que me estoy dando el tiempo de descansar, si es que se puede decir descansar. Aunque igual te aburrí. Si cuando estás sin hacer nada, también es una rutina y eso te mata, los días pasan nomás. Cuando cachai que la plata se empieza a acabar, te empezai a asustar, si esta cuestión no es para siempre. Ahora estoy más o menos corto, pero tengo unos seguros de cesantía que cobrar todavía. Me muevo con eso, sería un patudo si les pido algo a mis viejos, si estoy de vago. Ahora estoy entrando a preocuparme, pero todavía no planifico nada. Cuando me quede sin lucas, ahí creo que me va a bajar el miedo y voy a tener que ponerme a pensar en hacer cosas más productivas. Pero, mientras, sigo carreteando, jugando y hueveando”.

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