Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

12 de Junio de 2014

Presidenta del Colegio de Matronas: “El Misotrol ha ayudado a que las mujeres no se mueran por aborto”

Anita Román se considera como “anti-aborto”, sin embargo es clara en señalar que las creencias personales no deben influir en el debate y que es urgente un marco legislativo para que las mujeres dejen de ponerse en riesgo cuando deciden terminar un embarazo.

The Clinic Online
The Clinic Online
Por

Editorial

La presidenta del Colegio de Matronas, Anita Román, lleva 32 años como profesional, y se ha desarrollado siempre en el Servicio de Urgencias. Afirma que el Misotrol está usándose con fines abortivos a partir del año ’85 y que ello ha disminuido radicalmente la mortalidad por esta práctica.

¿Cuál es el procedimiento con el que ustedes se enfrentan en el Hospital Luis Tisné a una mujer que se ha practicado un aborto, por ejemplo, con Misotrol y viene con problemas de sangramiento?
Como matronas y matrones en la actualidad que nosotros vemos, en los casos que llegan a través del servicio de Urgencia hay siempre la necesidad, de parte nuestra, de protección. Ese es el primer gran cambio que yo veo en las matronas hoy día. Sobre todo en las más jóvenes. Hay una necesidad de humanizar esta atención de la mujer abortante y no he visto que haya intención de denunciar. Uno sigue primando el respeto a la confidencialidad de esta mujer. Lo sabemos prácticamente todas las matronas del país, independiente de las opiniones personales, se trata de una mujer que se ve obligada a tomar una determinación que está siempre contra la voluntad. Yo todavía no conozco en Chile una voluntad espontánea de querer interrumpir el embarazo. Eso se puede dar en países donde está legalizado, pero acá en Chile el embarazo no programado es muy satanizado, muy castigado.

¿No se ha encontrado con mujeres que quieran practicarse un aborto?
Acá en Chile no he visto nunca. Hay otras circunstancias que la obligan. Nunca prima la decisión personal, siempre hay determinantes que las obligan a tomar esa decisión. Y en eso yo creo que las matronas y matrones del país hemos tratado de ser, no cómplices, sino ayudantes de la situación.

Y ustedes ¿a qué se arriesgan por no hacer una denuncia?
A ser acusadas.

Y ¿cómo eso en un establecimiento público y en términos administrativos? ¿Cuál es el diagnóstico que queda en el papel?
Nunca se pone. La mujer llega sangrando producto de un embarazo al cual se le puso fin, sea espontáneo o no. Y la mujer habitualmente llega desde su casa sangrando y uno emite una hipótesis diagnóstica de la situación. Uno puede decir que viene con un resto de aborto, con un síntoma de aborto y de acuerdo a esas características es que se ingresa. Siempre se ingresa, se hospitaliza. Nunca se manda de vuelta a la casa.

Por eso no queda registro en el papel de un delito
No, no. Nunca. No queda. Yo no conozco ninguna matrona al menos de mi hospital que diga que se encontró con esto y no lo hizo. No, queda en la confidencialidad de la matrona y la mujer que llegó sangrando.

Y ¿por qué sucedió lo de la niña de 17 años que fue denunciada?
Mira, ahí yo no quiero ser infidente, pero no puedo no serlo en vista que se ha mediatizado la denuncia de parte de los profesionales y ahí no hubo denuncia. Nunca hubo denuncia. Lo que yo manejo es que en algún minuto, no sé si fue ella o la familia, en el trayecto de un servicio de Urgencias, le habría dicho a las personas de la ambulancia que ella había usado Misotrol, pero no fue de parte de los médicos o matronas que la recibieron.

En sus años como matrona, ¿se acuerda de algún caso que la haya marcado?
Muchos, muchos. Mira, uno de los casos que más me duele que no esté legalizado el tema del aborto es el de una señora que estaba mucho tiempo sin trabajo, con hijos chicos. No me acuerdo si tenía pareja. Lo que sí me acuerdo es que ella tenía un atraso de más o menos 15 días y encontró trabajo. Y en esa época -te estoy hablando del año ’87, ’88- a ella le pedían demostrar que no estaba embarazada. Y ella tenía tanto miedo que recurrió a una clínica clandestina a hacerse un aborto. Y esa clínica estaba siendo observada por Investigaciones y en el momento en que a ella le están practicando el aborto llegó Investigaciones y los tomó a todos presos. Y ella llegó al hospital, la recibimos y en el curso del día, cuando llegó el examen llegó negativo. Por lo tanto cabía la duda de que la señora nunca hubiese estado embarazada. Y se fue detenida por el simple hecho de haber sido encontrada en una clínica abortiva. Y a mí me impactó siendo yo una matrona joven en esa época. Porque cómo era posible que una mujer que había encontrado trabajo, se había visto obligada a tomar una determinación porque las leyes laborales así lo exigían y más encima iba presa.

¿Y de abortos provocados?
Otro de los casos que a mí me impactó muchísimo fue una mujer que llegaba como unos seis o siete inviernos que llegaba a Ginecología, una señora que le encantaba tejer. Y a ella a los 14 años su mamá le había practicado un aborto con una tijera. Entonces le provocó un daño tan grande que ella tenía toda su parte pélvica con mucha cirugía porque los médicos se habían visto en la obligación de poner internamente medios de sostén que le fijaran y repararan el daño. Y la mujer jamás pudo tener hijos. Y el otro caso que a mí me impresionó fue de una mujer que a los 20 años había quedado embarazada y se había practicado clandestinamente un aborto. Le habían puesto una maniobra que se usaba antes que le metían vía abdominal una jeringa hasta el útero y le inyectaban Rinso y eso es inyectar soda cáustica en el fondo. La habían quemado entera. Y la mujer a los 20 años quedó mutilada para el resto de su vida. La quemaron entera. Por eso hoy día nosotros decimos: “¿hasta cuándo permitimos que la gente inescrupulosa siga lucrando con la necesidad de estas mujeres?”

¿Qué otros tipos de aborto viste? Se hablaba que antes se metían palillos, ganchos para colgar la ropa.
Vi morir a una señora que nosotros. Fue entre el ’85 y ’90. Bueno, por respeto a ella no te doy el nombre, porque nunca más se me olvidó el nombre de ella. Ella negaba maniobra abortiva. Y estaba mal. La veíamos que estaba mal. Y en algún minuto llegó otra señora más mal que ella y la cambiamos de cama como a las dos de la mañana y pusimos a esta otra señora. Y estaba yo atendiendo a esta señora que había llegado más grave cuando a ella la siento toser. Y la miro y producto de la septicemia que tenía le dio una embolia y se murió. Y en la autopsia se dijo que la señora se había puesto un tallo de perejil, por lo tanto tenía una gangrena.

A mí me llama la atención que hace tiempo se hacían denuncias sobre clínicas clandestinas en Chile y no digo que ya no existan, pero ¿en qué minuto se pasa de eso al Misotrol?
Mira, el Misotrol de forma abortiva se usó en Europa en los años ’60.

Pero en Chile es reciente, ¿o no?
El Misotrol, que encuentro que ha salvado muchas vidas, como maniobra abortiva está usándose yo creo que a partir del año ’85, que es cuando viene la disminución de la mortalidad materna por aborto. Y eso no sólo es debido a la política pública de anticoncepción, que es maravillosa acá en Chile, sino que también a este uso del Misotrol que produce abortos a veces en forma espontánea y masiva, que las mujeres ni siquiera necesitan llegar a los servicios públicos. Si al servicio público llega la mujer que siguió sangrando y sangró mucho más de lo que ella pensaba y se asusta. El uso del Misotrol ha permitido que no se invada a la mujer en forma interna, por lo tanto hay menos infecciones, hay menos laceraciones, nadie le va a romper nada, porque no le van a meter ni una tijera, ni un tallo, ni una jeringa ni nada, como era antes. Se hace un vaciamiento uterino farmacológico.

El método del Misotrol bien hecho, protocolizado, ¿es efectivo y seguro?
El Misotrol en el mundo ha ayudado a que las mujeres no se mueran por aborto. Y a nosotros nos parece que debiera protocolizarse para que por último las mujeres sepan que el consumo clandestino de Misotrol puede tener mucho daño. Y en esa línea yo creo que el Estado tiene que hacerse cargo de que hay mujeres que van a tomar decisiones más allá de lo que yo opine o piense. No puede ser que la mujer siga tomando decisiones que la ley le objeta o no le permite. Pero que además la ley lo que está haciendo es ponerla en manos de alguien que no sabe. Porque insisto, en mi experiencia personal, y creo que es la experiencia de todo el equipo de salud, la mujer que decide hacerse un aborto se lo hace igual. Si lo que ha cambiado es la forma de hacerse abortos. Y como ha cambiado hoy día podemos visualizar que hay una disminución de la mortalidad materna por aborto, pero no quiere decir que los abortos hayan bajado en este país.

¿Usted está de acuerdo con las distinciones que Michelle Bachelet hace en esos tres casos o usted es partidaria de poder legislarlo de forma abierta, en todas sus formas?
No, yo parto por estos tres casos. Yo acá tengo mi opinión personal, soy una matrona antiaborto pero no desde el punto de vista valórico. Yo creo que pasar por una situación de aborto es bastante difícil. Y ojalá nosotros lleguemos a tener una salud sexual en este país que evite embarazos no deseados. Y que podamos tener una entrega más masiva de lo que ya hay de métodos anticonceptivos, de pastillas del día después y que podamos llegar a todos los confines y a todas las edades. Hoy día no es fácil, a pesar de que el Estado pone muchísima plata en anticoncepción, tenemos un grupo de más o menos un millón de personas a las que no estamos llegando.

Muchísimo.
Mucho, porque acá en Chile hay alrededor de tres millones de mujeres que están en edad fértil y bajo control anticoncepción hay 1millón 800.Entonces ¿qué pasa con ese otro grupo al que no estamos llegando? ¿Qué pasa incluso con el grupo que está bajo control y a pesar de los métodos se embaraza igual? En esa línea yo creo que prefiero ser matrona y pensar que mi opinión personal está muy por debajo de lo que está viviendo esa mujer y yo no le voy a practicar un aborto porque no está en mí hacerlo. Pero creo que una buena señal de que podamos llegar a acuerdos de protección de la maternidad es partir por estos tres casos. Y crear un gran debate. Porque incluso en temas más polémicos que tienen que ver con la violación, yo he escuchado miles de propuestas. Y yo te digo al tiro que no sé qué es más grave, si abortar o regalar el hijo. En ambos casos la mujer queda dañada. Entonces yo sí creo que la mujer debiera tener en la legalidad la opción de decidir.

¿Usted es creyente?
Soy agnóstica.

Y ¿qué le diría usted a los parlamentarios que quieren llevar esta discusión desde el punto de vista religioso y no desde el punto de vista laico como debiera tratar un Estado estos temas?
Mira, nuevamente hay un grupo muy minoritario que está pensando por la gran mayoría. Los parlamentarios debieran más allá de poner su opinión personal, dar una mirada más sociológica del fenómeno del aborto. Porque acá no se trata de que yo vaya a seguir o no con una vida. Se trata de que ellos como parlamentarios debieran abrirse a legislar en todos estos temas que hoy día están obligando a las mujeres a tomar estas decisiones. Me encantaría que nosotros lográramos que el Ministerio del Trabajo cambiara el Código del Trabajo para proteger toda la maternidad. Porque ahora la protección de la maternidad es sólo para las mujeres de contrato formal. Pero las mujeres de contrato informal, las temporeras, no se pueden embarazar. Y si se embarazan están obligadas a abortar porque sino pierden el trabajo. ¿Están dispuestos los parlamentarios a abrir el Código del Trabajo para proteger la maternidad? Costó tanto que se extendiera tres meses el posnatal y salió mal igual.

Notas relacionadas