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Nacional

11 de Noviembre de 2014

Cura O’Reilly cumplirá en libertad vigilada la condena por abuso sexual reiterado de una menor

Pese a que el sacerdote no irá la cárcel, la Fiscalía y la parte querellante mostraron satisfacción por la resolución del tribunal que determinó una pena de cuatro años y un día de presidio bajo vigilancia, más la prohibición de volver a trabajar con menores. La defensa, en tanto, precisó que van a estudiar el fallo para ver la posibilidad de presentar un recurso de nulidad ante la Corte Suprema.

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John O'Reilly a1

En libertad vigilada finalmente cumplirá su condena por abusos sexuales reiterados a una menor el sacerdote estrella de los Legionarios de Cristo en Chile, John O’Reilly, quien no asistió al Centro de Justicia para escuchar la lectura de la sentencia.

Esta tarde se conoció la resolución del Tercer Tribunal Oral de Santiago que determinó que el cura fue condenado a cuatro años y una día de presidio menor bajo libertad vigilada, más la prohibición perpetua de trabajar con menores,

Asimismo, el cura fue condenado a pagar $1 de indemnización a la familia de la víctima. Esto, ya que la parte querellante presentó el recurso por esta suma de forma simbólica.

El pasado 15 de octubre el tribunal había condenado por abusos reiterados contra la menor de iniciales J.P.H.M.

Relatando cómo sucedieron los hechos, la titular del Tercer Tribunal Oral de Santiago, jueza María Teresa Barrientos, leyó en esa oportunidad la sentencia.

“El tribunal ha dado por establecido por mayoría de sus integrantes, más allá de toda duda razonable, los siguientes hechos (…) O’Really resolvió realizar acciones de significación sexual mediante el contacto corporal con una alumna del colegio”, fueron las palabras de la jueza.

“El Sr. John Joseph O’Reilly, que ejercía como capellán del Colegio Cumbres, en dependencias de dicho establecimiento educacional, ubicado en camino Las Flores N° 12.870, de la comuna de Las Condes, específicamente en las oficinas de administración, procedió, a realizar acciones de significación sexual y relevancia, mediante el contacto corporal con la alumna del colegio de iniciales JPGHM, menor de edad, nacida el 29 de octubre del año 2005, consistentes en tocarle con sus manos, por debajo de la ropa, la vagina y los glúteos, lo que ocurrió en reiteradas ocasiones en los períodos que abarcaron los meses de marzo a diciembre del año 2010, y de marzo a julio del año 2012, específicamente los días miércoles y viernes, durante la jornada escolar”, agrega el líbelo, leído por la magistrado.

Por otro lado, el tribunal absolvió también ese mismo día al cura por los abusos a la hermana de la víctima, de iniciales C.U.V.H.M., por la cual también se imputaban abusos sexuales.

A la salida de la lectura de la sentencia conocida este martes la fiscal Lorena Parra, dijo que estaban “muy tranquilos, muy conformes porque es un reflejo de un trabajo serio que duró dos años (…) Detrás de esta sentencia hay una familia que puede descansar”.

Agregó además que pese a que el sacerdote no cumplirá la pena en la cárcel “el resultado obtenido por la fiscalía es realmente tranquilizador”.

“Estamos muy satisfechos porque es una declaración de culpabilidad, y no se trata de cualquier persona”, subrayó la persecutora.

Parra además valoró la pena accesoria de que el cura no pueda volver a trabajar con menores.

En ese mismo tenor, el querellante José Ignacio Escobar dijo que la sentencia “es la ratificación de los que ya había sido declarado en el veredicto”.

La defensa de O’Reilly, liderada por Luis Hermosilla, aclaró que el paso que sigue para ellos es estudiar el fallo.

Explicó que se abre un espacio de 10 días para presentar un recurso de nulidad en la Corte Suprema.

“O’Reilly está tranquilo” (…) más tarde me comunicaré con él para abordar aspectos técnicos”, dijo el abogado, que reiteró que “hay que estudiar la resolución, ver cuáles son los fundamentos”.

Cabe recordar que esta misma semana, un informe de Gendarmería realizado por peritos había concluido que era inconveniente otorgar la liberta vigilada a O’Reilly por considerarse alta la posibilidad de reincidencia.

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