Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Mundo

6 de Febrero de 2015

Estado Islámico atribuye la muerte de un rehén estadounidense a bombardeos jordanos

El grupo radical Estado Islámico (EI) aseguró hoy que la rehén estadounidense de 26 años que permanecía bajo su custodia, Kayla Jean Mueller, ha fallecido a causa de un ataque de la Fuerza Aérea jordana, aunque el Gobierno de EE.UU. aún no ha podido corroborar dicha información.

Por

Kayla Jean Mueller efe

El grupo radical Estado Islámico (EI) aseguró hoy que la rehén estadounidense de 26 años que permanecía bajo su custodia, Kayla Jean Mueller, ha fallecido a causa de un ataque de la Fuerza Aérea jordana, aunque el Gobierno de EE.UU. aún no ha podido corroborar dicha información.

La organización estadounidense Site Intelligence, que vigila mensajes yihadistas, alertó del mensaje de los extremistas, quienes afirman que el edificio en el que se encontraba la joven, trabajadora humanitaria en la frontera entre Turquía y Siria, fue destruido en un bombardeo en la ciudad siria de Raqa, feudo del EI.

En el mensaje, EI reveló el nombre de la cooperante, originaria del estado de Arizona, algo que el Gobierno estadounidense había intentando mantener en secreto mientras se negociaba discretamente su liberación.

“El fallido ataque aéreo jordano mató hoy a una rehén estadounidense. Los aviones de los cruzados criminales de la coalición bombardearon una zona en las afueras de la ciudad de Al Raqa hoy al mediodía, a la hora del rezo del viernes”, explicó la cuenta de Twitter asociada con EI.

Además, según indicaron, los bombardeos prosiguieron durante una hora y confirmaron que “la prisionera estadounidense murió por fuego de un misil lanzado contra el lugar”.

“Ella es Kayla Jean Mueller”, apuntaron los radicales, que no mostraron prueba alguna del fallecimiento de la joven.

La Administración del presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo estar revisando y evaluando los indicios para determinar la veracidad de las afirmaciones de los yihadistas, pero aún no ha emitido ningún comunicado al respecto.

“Nosotros ahora mismo no tenemos ninguna prueba para corroborar las afirmaciones del EI, pero obviamente vamos a seguir revisando la información de la que disponemos. Tenemos una política con respecto a los rehenes en todo el mundo. No hacemos concesiones a terroristas y secuestradores”, dijo la asesora principal de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Susan Rice.

Los radicales enseñaron varias instantáneas de algunas de sus sedes atacadas en Al Raqa y el edificio destruido donde -según ellos- falleció la rehén.

Las fotografías van acompañadas de datos de contactos de la fallecida como su dirección en Estados Unidos, su correo electrónico o su número de teléfono.

El grupo yihadista asesinó recientemente a dos rehenes japoneses, Haruna Yukawa y Kenji Goto, además de responsabilizarse esta semana de haber quemado vivo a principios de enero a un piloto jordano, Muaz Kasasbeh, capturado el pasado diciembre tras estrellarse su avión de combate en tierras del califato.

La atribución de la muerte de la cooperante estadounidense a las fuerzas jordanas ha tenido lugar horas después de que Jordania anunciara represalias contra los yihadistas por la cruel muerte de su piloto.

Mientras tanto, EI ha aprovechado la inestabilidad derivada de la guerra civil siria y las tensiones sectarias de Irak para consolidarse en territorios de esos países, donde la coalición internacional liderada por Estados Unidos ha desplegado una campaña de ataques aéreos para minar sus fuerzas.

Desde el pasado agosto, EI ha decapitado a los periodistas estadounidenses Jim Foley y Steven Sotloff, a los cooperantes británicos David Haines y Alan Henning, y al estadounidense Peter Kassig.

De confirmarse la muerte de Mueller, ésta sería el cuarto ciudadano estadounidense en perder la vida durante el conflicto abierto entre Occidente y los extremistas islámicos.

Mueller, miembro de la ONG “Support to Life”, trabajaba con voluntarios españoles de Médicos Sin Fronteras en la zona fronteriza entre Turquía y Siria cuando fue secuestrada en agosto de 2013.

La familia de la joven había recibido pruebas del secuestro y demandas por correo electrónico para que pagasen varios millones de euros por su liberación.

Notas relacionadas