Poder
14 de Febrero de 2015La visión del ex senador Ruiz-Esquide: “Ya somos un país corrupto, donde se valora cada vez menos la honestidad”
"Pareciera que la tentación de andar siempre en la cornisa de la ética se ha transformado ya no en un pecado mortal, sino en un pecadito venial", dice el ex senador, quien asegura que el Caso Caval no dañará la imagen de la Presidenta y que si se demuestran delitos en Penta, ya sean parlamentarios o ministros, deben perder sus cargos.
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“Ya somos un país corrupto. Penta fue la última menta de crema que le pusimos a la torta”, dice el ex senador DC Mariano Ruiz-Esquide, que a sus 84 años aborda la coyuntura en entrevista con La Segunda.
El ex parlamentario, que asegura nunca haber recibido platas truchas para las campaña que le tocó enfrentar, sostiene que Chile “es un país nepotista de todos los colores, en todos los sectores. Somos un país donde cada vez se valora menos la honestidad”.
En medio de los últimos casos que le han sacado el velo a la nefasta relación que hay entre el mundo privado y la política, Ruiz-Esquide asegura que “estamos en un proceso donde la corrupción deja de ser un pecado en la conciencia de la gente común, en el consenso universal, como dice Santo Tomás”.
Para el histórico militante decé, “pareciera que la tentación de andar siempre en la cornisa de la ética se ha transformado ya no en un pecado mortal, sino en un pecadito venial”.
Respecto de Penta, si bien dice tener fe en que no hay miembros de su partido, es enfático en señalar que si hay involucrados, ya sea ministros o parlamentarios, deben sí o sí salir de sus cargos.
En otras definiciones, Ruiz-Esquide plantea que la Nueva Mayoría no debe moverse ni a la derecha, ni a la izquierda, que es bueno que se tenga mayoría parlamentaria para llevar adelante el programa de reformas, pero se queja, sin nombrar a nadie, de problemas inexistentes que han armado políticos con experiencia. También se manifiesta a favor de hacer algunos ajustes al gabinete, pero desestimar apuntar a qué ministerios, pues asegura que a la Presidenta no le gusta que la pauteen.