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Poder

15 de Febrero de 2015

Cura Berríos dice que detrás de casos Penta y Dávalos está la codicia de “tener más a costa de cualquier cosa”

"Uno se pregunta por qué gente que ya tiene dinero, posición, una vida confortable, quiere más y más. Eso a veces puede llevar incluso al abuso. Estos son hechos mediáticos, pero tampoco nos podemos esconder en ellos, porque todos tenemos nuestro Penta chiquitito, cuando no pedimos la boleta para pagar menos, cuando no le hacemos contrato a la señora que nos hace el aseo. Así que ojo, porque no son sólo los casos pillados. Es la actitud del país lo que a mí más me preocupa", dijo el jesuita.

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Felipe Berríos YT

“La tendencia es que en Chile disminuye la pobreza, pero aún tenemos mucha desigualdad. Dentro de eso, el caso Penta y el caso Dávalos muestran un problema de Chile”, dijo el padre Felipe Berríos, el sacerdote jesuita que desde la Chimba, el campamento donde se instaló hace unos cuatro meses, abordó en entrevista con La Tercera los caso que remecen a la opinión pública, develando la relación codiciosa que hay entre el dinero, el mundo privado y el público.

“Desde que volví me ha llamado la atención una sensación de abuso, de que abusan de ti, que se parece percibir a todo nivel. Las farmacias, las multitiendas, los negocios. Y creo que la máxima expresión son los casos Penta y Dávalos. Hay una codicia tremenda que atraviesa a la sociedad chilena. Las cosas se hacen con pillería, con trampa. Se usan influjos, contactos, para ganar la mayor cantidad de plata en poco tiempo. No importa si daño a la confianza pública, a las instituciones o a particulares”,  sostuvo Berríos.

A su juicio, “los casos de Penta y Dávalos tienen algo en común: la codicia, el deseo de tener más a costa de cualquier cosa, más allá de que sea legal, ilegal o un “descuido”, como dicen ahora. Uno se pregunta por qué gente que ya tiene dinero, posición, una vida confortable, quiere más y más. Eso a veces puede llevar incluso al abuso. Estos son hechos mediáticos, pero tampoco nos podemos esconder en ellos, porque todos tenemos nuestro Penta chiquitito, cuando no pedimos la boleta para pagar menos, cuando no le hacemos contrato a la señora que nos hace el aseo. Así que ojo, porque no son sólo los casos pillados. Es la actitud del país lo que a mí más me preocupa”.

En ese sentido, manifestó que “yo creo que tenemos que hablar menos de ciertas faltas o de la moral sexual, porque a veces estamos obsesionados con eso, y dejar más en claro que lo que a Dios más le duele es la injusticia”.

Respecto de eso, sostiene que si bien no siempre ha sido escéptico con  la “papolatría”, “ciertamente, el Papa Francisco me ha hecho vibrar. Ha dicho cosas concretas y está invitando a una Iglesia más sencilla y cercana a los pobres”.

 

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