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Mundo

9 de Marzo de 2015

El ISIS continúa con su “yihad” arqueológica en Irak y arrasa una antigua capital asiria

Con retroexcavadoras los fanáticos religiosos destruyeron la ciudad antigua de Dur Sharrukin, capital de Asiria en el siglo VII A.C. Constituye una nueva pérdida irrecuperable de patrimonio en Irak.

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International Women's Day in Paris

Con retroexcavadoras los fanáticos relligiosos desruyeron la ciudad antigua de Dur Sharrukin, capital de Asiria en el siglo VII A.C. Constituye una nueva pérdida irrecuperable de patrimonio en Irak.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) saqueó y destruyó la ciudad antigua de Dur Sharrukin, actual Jorsabad (norte), capital de Asiria durante parte del reinado de Sargón II (722 – 705 a.C.), en el cuarto ataque a sitios arqueológicos del norte de Irak desde finales de febrero.

Tal y como hicieron ayer en la ciudad de Hatra, los yihadistas utilizaron excavadoras para arrasar esta ciudad antigua, antes de robar muchas de sus antigüedades, informó a Efe una fuente de las fuerzas de seguridad de la provincia de Nínive, en el norte de Irak, donde se encuentra la localidad destruida.

En una nueva pérdida irrecuperable de su patrimonio, Irak ha visto esta vez cómo han desaparecido importantes vestigios como el palacio del rey asirio Senaquerib, hijo de Sargón II, según informó a Efe la presidenta de la Comisión de Turismo y Antigüedades de la gobernación de Nínive, Balqis Taha.

Los yihadistas destruyeron además el palacio del propio Sargón II, quien designó a Dur Sharrukin como capital de Asiria en el año 717 a.C, precisó la fuente de las fuerzas de seguridad.

La ciudad continuó como capital hasta dos años después de la muerte del monarca, cuando fue de nuevo Nínive la designada.

Otros edificios y templos también fueron arrasados por los radicales en esta ciudad, hoy conocida por el nombre de Jorsabad y ubicada 15 kilómetros al noreste de Mosul, capital actual de la provincia de Nínive y controlada por los yihadistas desde el pasado mes de junio.

Con este ataque de hoy, los extremistas han continuado su particular “yihad” arqueológica que iniciaron a finales de febrero con la destrucción de importantes piezas del Museo de la Civilización de Mosul, algunas de la cuales databan de la época asiria (siglos VIII y VII a.C.).

Entonces, un vídeo difundido por internet mostró cómo los yihadistas destruían con grandes mazos y taladros decenas de estatuas de un valor histórico y cultural incalculable.

En las imágenes, uno de los extremistas justificaba sus actos de vandalismo asegurando que los pueblos de la antigüedad adoraban a ídolos “en vez de a Alá”.

Además, señalaba que el propio profeta Mahoma destruyó en la ciudad de La Meca figuras de ídolos locales.

La directora general de la Unesco, Irina Bokova, pidió entonces una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la protección del patrimonio cultural de Irak. Algo que todavía no se ha producido.

Días más tarde, fue la ciudad asiria de Nimrud la que fue arrasada por los yihadistas.

Ayer, le tocó el turno a la milenaria localidad de Hatra, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

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