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Opinión

9 de Abril de 2015

Michael Silva, actor en Zamudio: “A mí no me parece que sea un acto homofóbico”

Interpreta a Daniel Andrade en la serie de TVN que relata el brutal crimen que terminó con la vida de Daniel Zamudio en marzo del 2012. Este es su segundo trabajo en televisión tras interpretar a Jorge González en Sudamerican Rockers. Sobre la historia que inspira la serie señala a The Clinic Online: “Me parece que son las circunstancias que a ellos les pasan, las pérdidas familiares, las separaciones, las carencias económicas, la falta de oportunidades. Creo yo que todas esas cosas, que es el sistema mismo que los coarta y los limita, es lo que hace que decante en esa rabia, en este asesinato. Y lamentablemente le tocó a este chico, pero te podrían haber matado a ti, a mi hermano, se podrían haber encontrado con cualquiera”

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michael silva zamudio

La primera vez que Michael Silva trabajó en televisión fue casi por casualidad. Se dedicaba más bien al teatro y decidió postular a un trabajo que no especificaba que se trataba de Los Prisioneros. Así llegó a interpretar a Jorge González en Sudamerican Rockers. Dice que le costó acostumbrarse, pero que le gustaría seguir trabajando en televisión y cine, todo mientras continúa con su banda Los Pepperutis, que formó con amigos mientras trabajaba en la serie de Chilevisión. Ahora interpreta a Daniel Andrade, uno de los asesinos de Zamudio.

En entrevista con The Clinic Online, Silva habla de su experiencia en este segundo trabajo en televisión, al que llegó de forma mucho más consciente. Para hacer el casting se leyó el libro de Rodrigo Fluxá que inspira la serie y que cuenta con más de 80 entrevistados, entre familiares y amigos de Daniel Zamudio, además del acceso que el periodista tuvo al expediente judicial y las declaraciones de los asesinos. Silva también cuenta cómo ha enfrentado las críticas que le han llegado en el último tiempo a causa de sus creencias religiosas: “Ee visto desde ese otro lado la poca tolerancia o la falta de respeto a los que pensamos distinto”.

Cuando llegaste a la televisión dijiste que lo habías pasado mal. ¿Cómo ha sido la experiencia ahora en esta segunda serie que participas?
Es distinto, porque tú aprendes de los errores, de la experiencia de la primera vez. Y ahora tengo un poco más de conocimiento para poder avanzar en el trabajo. Claro, me sentía mucho más cómodo haciendo teatro porque era lo que yo más hacía, pero ahora descubriendo lo que es actuar frente a una cámara, me gusta tanto como el teatro. No es una cosa de que uno me guste más o menos, sino que se manejan más códigos, tienes de dónde aferrarte para poder trabajar. Ahora que me manejo un poco más, uno le va tomando más el gusto. Seguiría haciendo televisión, seguiría haciendo cine.

Claro, ya no eres debutante como eras con Sudamerican Rockers.
Me siento igual, con la misma inexperiencia a pesar de todo. Nosotros como actores siempre seguimos aprendiendo, nunca terminamos de aprender, eso es lo bueno de la profesión. Cada experiencia, cada rodaje, cada tema, cada personaje es nuevo y por eso se enfrenta desde cero. Hay que construir de nuevo, hay que errar, uno se equivoca o acierta, pero creo que el margen de error cada vez se hace más estrecho, o debiera ser así al menos, creo yo.

¿Cómo ha sido tu experiencia con este personaje tan complejo, que tiene esta personalidad un poco dual?
No sé, a lo mejor otros actores podrían decir que les resulta complejo interpretar ciertas cosas. Yo creo tener la capacidad de poder separar las cosas entre el trabajo y cómo te pueda afecta una historia o ciertas escenas, entonces son las complejidades que tiene cualquier trabajo. Por ejemplo, tuve que tomar clases de flamenco y de baile como Michael Jackson que no tenía conocimiento. Tenía que sacarlo en 5 o 6 clases y yo te podría decir que eso fue, entre comillas, lo más difícil. En las emociones uno va viendo cómo puede llegar a ciertas emociones con mayor o menor facilidad. Va conociendo ciertas técnicas también, en la medida que uno va grabando, va conociendo a otros actores de mayor trayectoria y va aprendiendo de ellos en relación a las técnicas actorales y uno se va volviendo un poco más diestro en ese sentido.

Igual que con Sudamerican Rockers, te toca de nuevo este tema de la ficción y los hechos reales. ¿Cómo te enfrentas por segunda vez a esto?
Nada po. A mí me contratan por hacer mi trabajo que es actuar, y de lo otro yo no me hago cargo. Porque la gente va a opinar para bien o cosas que les pueden disgustar. Pero eso a mí no me interesa. A mí lo que me interesa es trabajar con un equipo que quiere contar una historia importante, cada uno en su área hacer el trabajo lo mejor posible y que la mayor cantidad posible de gente lo vea. Lo que me interesa es que genere controversia y debate, pero hacerme cargo de esas opiniones no me corresponde. No me voy a hacer nunca cargo porque tenemos la libertad de opinar como queramos.

¿Qué debates te interesa generar?
Todos esos temas que son medios tabú, que la gente dice que hay dos hombres besándose en la tele o dos mujeres. Y esas cosas pasan. Pasan hace mucho tiempo en el mundo, entonces no sé de qué se sorprenden, pero es interesante cómo la gente se espanta de eso. Se espantan de la golpiza, de muchas cosas que ven en la ficción o en programas, pero esa es la realidad. Entonces me parece curioso que la gente se espante. Y claro, el debate que tiene que ver con todo este tema que es bien mediático, con el matrimonio gay, y todo lo que gira en torno a esto que esta serie también de una u otra forma pone en discusión, esas posturas que tienen que ver con asuntos de leyes, de moralidad. A mí me parece que desde ahí yo como actor, o como creadores, opinamos también. Lo que no quiere decir que yo en este caso esté de acuerdo con el matrimonio entre personas del mismo sexo, porque no lo estoy.

Eso te iba a preguntar. Tú dijiste que no eres propiamente religioso pero que sí crees en dios y tienes valores ligados a eso.
Sí. Mira, la otra vez me tacharon de homofóbico por unos comentarios. Yo igual entiendo que la gente no entiende desde dónde opino, pero no hago caso de esas cosas. Pero cuando tú crees algo, por consecuencia y por rebote no puedes creer en otra cosa. Es como una lógica. Yo soy creyente, creo en dios. Y para creer en dios hay ciertos principios de vida, en donde uno de esos principios es que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer. Por consecuencia, si yo quiero mantener una relación con dios, no puedo creer otra cosa que se opone a los principios que él establece. No se trata de creer que uno es superior o inferior a las demás personas. Yo soy igual al resto. Para mí las personas homosexuales, bisexuales, heterosexuales tenemos el mismo valor como personas, solamente que decidimos vivir de forma distinta. Entonces claro, puede chocar un poco que uno no esté de acuerdo. Para mí una relación que no es heterosexual está fuera de lo natural. Si tú te preguntas, la existencia es a causa de un hombre y de una mujer, más allá de lo dogmático o lo doctrinal. Si te vas al sentido común, al asunto biológico, la vida en sí, la existencia no surge a partir de la relación homosexual. Entonces desde donde tú lo expliques, y esto yo sé que puede sonar ofensivo, pero lo digo porque lo creo; pero para mí lo natural es que la relación sea entre un hombre y una mujer.

Pero las personas que te tildan de homofóbico seguramente lo hacen porque creen que se les está negando el derecho a casarse a personas homosexuales.
Solamente sé que esas personas no entienden realmente mis argumentos y se dejan guiar por un periódico o una cosa que está escrita, y no nos hemos dado el tiempo esa persona y yo, de conversar para que puedan entender mi postura. Pero en verdad no me importa nada de lo que hablen de mí para mal. No me importa en lo absoluto porque sé lo que creo y siempre van a haber personas que van a tirar basura o buena onda. No me importa. Creo que hay una cosa bien rara sí, que es que dentro de las personas que se sienten discriminadas, apartadas o marginadas, igual he visto desde ese otro lado la poca tolerancia o la falta de respeto a los que pensamos distinto. A mí me han dicho: “te faltan tablas pal puente”, “este weon está loco”, no sé, cosas así. Incluso los mismos homosexuales. Entonces yo digo que se exige respeto de una parte, pero no se da de la otra. Entonces es una contradicción bien grande, me parece bastante curioso lo que se pide cuando no se da eso que se está pidiendo.

¿Qué opinas de las críticas sobre que Daniel no está bien representado o que aparece como muy desenfrenado y buscando problemas?
Yo creo que habría que ser muy tonto par poder andar buscando que lo asesinen, si es es lo que algunos creen que Fluxá trata de decir en el libro. Algunos piensan eso, que Daniel por su forma de vida se lo estaba buscando. Si Daniel fue desenfrenado o no, si era promiscuo o no, si era alcohólico, en verdad me parece súper poco relevante. En el sentido de que hay miles de personas alcohólicas y hay otros miles que no lo son, hay mil promiscuos y otros que no, tanto heterosexuales, como bi, trans, homosexuales. Y eso no es tema para decir que Daniel no era así. Daniel era como todos nosotros, como tú, como yo, que tiene sus pifias y sus cosas buenas. Y si era todo lo que dicen, promiscuo y alcohólico, en verdad re poco me importa. No soy yo quien para hacer un juicio, no me interesa. No estoy en esa posición de hacer juicios morales, no soy quien, no somos quienes. A mí lo que el libro me hace preguntarme es cómo estas personas llegan a matar, qué hay en ellos. Y a mí no me parece que sea un acto homofóbico.

¿Por qué no?
Me parece que son las circunstancias que a ellos les pasan, las pérdidas familiares, las separaciones, las carencias económicas, la falta de oportunidades. Creo yo que todas esas cosas, que es el sistema mismo que los coarta y los limita, es lo que hace que decante en esa rabia, en este asesinato. Y lamentablemente le tocó a este chico, pero te podrían haber matado a ti, a mi hermano, se podrían haber encontrado con cualquiera. No creo que sea un acto homofóbico.

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