Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Mundo

10 de Abril de 2015

Diplomático gay designado por Francia como embajador en el Vaticano lleva 3 meses esperando su visto bueno

Según entendidos, tradicionalmente la Santa Sede no expresa su rechazo, sino que "no responde, no da explicaciones, y le corresponde al país afectado interpretar esa ausencia de respuesta".

Por

vaticano efe

Tres meses después de la designación de Laurent Stefanini como embajador de Francia en el Vaticano, las autoridades galas esperan aún recibir el visto bueno de la Santa Sede, una demora atribuida supuestamente a la homosexualidad del diplomático.

“Stefanini fue nombrado embajador porque es un excelente diplomático que dispone de todas las cualidades para ocupar ese puesto. Esperamos la respuesta a nuestra petición de consentimiento”, indicaron hoy fuentes oficiales francesas como único comentario a la polémica generada.

El cargo, según recordó esta semana el diario “Le Monde”, está vacante desde principios de marzo, dado que el anterior representante de Francia ante el Estado pontificio, Bruno Joubert, ya ha regresado al país.

“Stefanini conoce bien Roma. El actual jefe de protocolo del Elíseo, de 55 años, fue el número dos de la embajada de 2001 a 2005”, señaló el vespertino, que destaca que la curia romana ya le pudo “someter a prueba” en su primera estancia en la ciudad.

La nunciatura apostólica en París, según sus fuentes, no se ha pronunciado oficialmente, pero ha hecho saber que su candidatura tiene pocas posibilidades de ser aceptada por los servicios pontificios pese al apoyo recibido por parte del Arzobispado de París.

Un plazo de tres meses, añaden fuentes italianas en el diario “Le Parisien”, es anormal, dado que este tipo de procesos no suele prolongarse más de mes y medio.

“Tradicionalmente el Vaticano no expresa su rechazo. No responde, no da explicaciones, y le corresponde al país afectado interpretar esa ausencia de respuesta”, concluye el rotativo, que recuerda que la elección de Stefanini contaba con el respaldo tanto del presidente, François Hollande, como del consejo de ministros.

Para el presidente de la asociación italiana de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales (LGTB) Arcigay, lo anterior significa que el Vaticano actúa “con Uganda”: “Ahí gays y lesbianas son perseguidos ‘en el nombre de Dios’ por iglesias fanáticas inspiradas en la extrema derecha; de manera análoga en el Vaticano las personas homosexuales se ven rechazadas, a pesar de las palabras que predican la acogida”.

Notas relacionadas