Revisan prisión preventiva de Pablo Wagner, el único de los Pentaboys que sigue en la cárcel

Durante esta jornada el Octavo Juzgado de Garantía revisará la prisión preventiva que pesa desde hace 52 días sobre el ex subsecretario de Minería del gobierno de Piñera, Pablo Wagner, quien fue formalizado en la investigación del caso paso Penta por los delitos tributarios, cohecho y lavado de activos.

La ex autoridad, el primer político formalizado hasta el momento en el escándalo de las platas truchas de campañas, es el único de los Pentaboys que sigue preso luego de que el miércoles de la semana pasada se les levantara la prisión preventiva a los dueños del holding, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín. Ambos socios fundadores de Penta quedaron con arresto domiciliario total.

Ese mismo día, el abogado Gonzalo Medina, quien lidera la defensa de Wagner, ingresó la solicitud para tratar de sacar a su cliente del anexo cárcel Capitán Yáber, donde permanece recluido desde el 7 de marzo.

Cabe recordar que de acuerdo a la investigación que lidera el fiscal nacional, Sabas Chahuán, Wagner recibió pagos bimensuales por parte de Penta por un total de 42 millones. Dicho monto le llegó a su cuenta corriente mientras ejercía su cargo en la anterior administración.

Esas platas le llegaron luego de que su cuñada, María Carolina de la Cerda, emitiera boletas ideológicamente falsas. La misma práctica habría empleado respecto de SQM. Parte de esos fondos habrían ido a parar a la campaña senatorial de Joaquín Lavín en 2009.

Según se expuso en la formalización que duró tres días en marzo, los pagos que Wagner recibió por parte de Penta los habría comenzado a negociar antes de asumir en La Moneda. Estos hechos habrían quedado al descubierto en una serie de intercambio de correos entre Wagner y los Penta. “Cualquier ayuda mi familia se lo agradecerá”, les escribió el ingeniero a los Carlos para pedir esos recursos, apelando a su ingreso al gobierno haría caer sustancialmente su sueldo.

Según la indagatoria, Wagner también habría intentado meter a Lavín en el directorio de Codelco y mientras ejercía el cargo habría advertido al grupo, también un correo, sobre los nubarrones que venían para las isapres.