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Nacional

4 de Septiembre de 2015

Exclusivo: La declaración completa del ex sargento Millacura, condenado por la muerte de Manuel Gutiérrez

En la declaración, por primera vez hecha pública de manera íntegra, el exsargento Miguel Millacura reconoce que disparó en dirección a la pasarela donde se encontraban "20 a 30 personas" y que limpió y rellenó con municiones de un arma personal no identificada la subametralladora UZI que ocupó esa noche, aunque no estaba autorizada para usar ese tipo de armamento. La familia espera revertir el fallo de la Corte Marcial que el 20 de mayo pasado rebajó la condena del exuniformado de tres años y un día a 400 días de reclusión menor en su grado mínimo.

Por

Millacura M. Gutiérrez A1

“Cuando efectué los disparos, había gente en la pasarela aproximadamente unas 20 o 30 personas”. Eso fue lo que relató en la declaración hasta ahora desconocida del exsargento segundo de Carabineros, Miguel Millacura Cárcamo, efectuada cuatro días después de que una de las balas percutadas por él diera en el pecho del joven de 16 años Manuel Gutiérrez Reinoso, quien asistió junto a su hermano y un amigo a mirar las protestas convocadas por la CUT el 24 y 25 de agosto de 2011, a escasos metros de la esquina de la caletera poniente de Américo Vespucio con el pasaje Armando Labarca, en Macul.

En su testimonio, al que accedió en exclusiva The Clinic Online, el exuniformado señala cómo efectuó los disparos que percutó esa noche y luego intentó ocultarlos rellenando la ametralladora UZI con municiones “personales”, arma que después limpió para sacar los restos de pólvora.

Así consta en el documento (ver al final de la nota) de la declaración de Millacura efectuada el 29 de agosto de 2011, donde relata el operativo que llevó adelante desde que fue informado de protestas esa noche en Américo Vespucio, cuando transcurrían las primeras 24 horas de la jornada doble convocada por la Central Unitaria de Trabajadores a nivel nacional.

En ella Millacura señala que recibió un llamado para cooperar debido a que “manifestantes se encontraban intentando quemar la estación de servicio Copec ubicada en Avenida El Valle con Américo Vespucio”.

Según el sargento, al llegar al sector la Subteniente Iglesias -procesada como encubridora inicialmente, pero que luego fue absuelta- le explicó que un grupo de manifestantes se encontraba levantando barricadas y fogatas en este lugar, y además se escuchaban disparos provenientes tanto del sector oriente (Peñalolén) por Avenida El Valle como del sector poniente correspondiente a la caletera poniente de Américo Vespucio (Macul).

“En dicha situación llegamos con los dos carros estacionando al interior del Servicentro costado Sur, al vernos los sujetos se dispersaron tanto hacia el Oriente como hacia el Poniente por sobre la pasarela, comenzando a lanzarnos objetos y además se escuchaban disparos por arma de fuego. En dicha situación nos acercamos a Américo Vespucio, encontrándonos en dichas tareas fuimos atacados por este grupo quien nos lanzaba diferentes objetos y además disparos, por tal motivo procedí a parapetarme en unos bloques de cemento existentes entre la caletera y Américo Vespucio, yo me situé en el sector correspondiente a estos bloques frente a la esquina sur oriente del Valle con Américo Vespucio; en este lugar procedí a agacharme y disparé hacia arriba, para ello efectué el disparo en forma diagonal hacia arriba (al poniente) con el objeto de amedrentar a las personas que se encontraban atacándonos con armas de fuego y piedras”.

Dicha explicación sirvió para rebajar la primera condena en contra del excarabinero por “violencia innecesaria con resultado de muerte” a “cuasidelito de homicidio”. En esa oportunidad, el dictamen de la Corte Marcial señaló que “debe excluirse la posibilidad de dolo directo, porque importaría asumir que el autor de los disparos quiso atribuirles esa trayectoria y resultados, es decir, que buscó herir a las personas afectadas (…) lo que resulta inverosímil”.

Todo esto, a pesar de que la fiscal titular de la Cuarta Fiscalía Militar de Santiago, Paola Jofré, había pedido inicialmente 10 años y un día para el excarabinero. Sin embargo, la declaración de Millacura revela que cuando efectuó los disparos “había gente en la pasarela aproximadamente unas 20 o 30 personas”.

“Una vez en la unidad y ya habiendo tomado conocimiento que había una persona lesionada y por el temor de verme involucrado en el hecho, cargué el arma con municiones personales que tenía de mi arma personal saque las municiones de un arma que tenía, no tengo ya el arma solo me quedaron las dos municiones que puse en el cargador con la finalidad de no ser detectado ya que en el momento en que uno entrega el arma de hacer el registro del arma y municiones utilizadas”.

A su vez, además limpié el arma con la finalidad que no se notara la pólvora que tenía por encima y en los registros señalé que el arma no había sido utilizada”, dice.

Además, en el testimonio Millacura señala que consultado por un mayor y un capitán reconoció haber sacado y utilizado armamento. El mayor Roberto Contreras Silva y el capitán Carlos Castillo Ahumada, jefe de la subcomisaría Peñalolén, quienes fueron dados de baja a los pocos días de ocurridos los hechos, aseguraron que Millacura les mintió en dos oportunidades a cada uno sobre los disparos de la UZI.

“A su consulta no lo señalé en su momento que había disparado debido al temor de verme involucrado en los hechos”, dice. La revelación toma importancia dado que el arma ocupada por Millacura corresponde a una subametralladora UZI, arma que no constaba en el registro de la patrulla y que según la investigación fue sólo ocupada por el entonces sargento.

El punto es relevante para la defensa de la familia de Manuel Gutiérrez, quienes señalan que con estos hechos se comprueba que Millacura portaba además armas fuera del registro, ya que la investigación no indagó en la procedencia de las municiones que ocupó para rellenarla.

“Con una UZI no se sale a matar pajaritos. Él salió con otra mentalidad, él ya tenía la mentalidad de asesinar a alguien. Ellos dicen que hubo balazos y eso es una mentira. Está comprobado que eso no existió. Es solo una afirmación de ellos contra toda la gente que actuó como testigo”, señaló el padre de Manuel Gutiérrez en mayo de este año, cuando se conoció la rebaja de la condena.

Cabe recordar que Millacura fue condenado inicialmente a tres años y un día de libertad vigilada, sin embargo, la Corte Marcial rebajó su condena el 20 de mayo pasado y decretó 400 días de reclusión y 61 días de reclusión menor en su grado mínimo y suspensión para cargos y oficios públicos durante el tiempo de condena por el cuasidelito de lesiones menos graves de Carlos Burgos Toledo, el otro herido de esa noche.

La causa actualmente está a la espera de ser vista en la Segunda Sala de la Corte Suprema, instancia en la que el tribunal será integrado por los cinco ministros habituales del Máximo Tribunal más un sexto integrante -por tratarse de Justicia Militar- que corresponde al Auditor General del Ejército, Waldo Martínez Cáceres.

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