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Nacional

26 de Septiembre de 2015

Carta en La Segunda revela experiencia de visitar Punta Peuco, un lugar donde “ha comenzado el hacinamiento”

El escrito apuntó a la gran cantidad de procedimientos de seguridad, prohibiciones e infinitos candados y pasillos enrejados que pudo ver cuando asistió al recinto. "pude ver que en la entrada hacia las celdas tenía doble reja, con candados que después de cierta hora permanecen cerrados...Para dejarnos entrar se siguió el protocolo: identificación, prohibición de celular, tarjetas de crédito u objetos de metal", detalló.

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punta peuco

“Cuatro amigos fuimos a visitar prisioneros en Punta Peuco, cárcel que muchos creen que tiene prebendas y tratos diferentes a los establecidos en la ley”.

Así comienza una carta escrita por Marcos Concha Valencia y publicada en el diario La Segunda, en el que relata su experiencia tras asistir al penal donde permanencen distintos militares en retiro vinculados a violaciones a los derechos humanos en Dictadura.

Concha Vial aseguró el Punta Peuco sí es una cárcel igual que las otras y que le rigen los mismos protocolos o situaciones: “Para dejarnos entrar se siguió el protocolo: identificación, prohibición de celular, tarjetas de crédito u objetos de metal”.

A renglón seguido se apuró en comentar que “después de pasar la primera reja, revisaron exhaustivamente los paquetes y pasamos a una pieza donde un oficial de Gendarmería palpó nuestras ropas. Atravesamos puertas con sendos candados y pasillos enrejados, llegando a una sala donde pudimos conversar con los internos, a la vista de gendarmes”.

En este momento el autor de esta carta al vespertino expuso que “nos comentaron que ha comenzado el hacinamiento y que dos internos que bordean los 90 años tendrían Alzheimer y demencia senil”.

Por otros pasajes de su escrito reveló que “pude ver que en la entrada hacia las celdas tenía doble reja, con candados que después de cierta hora permanecen cerrados, con procedimientos ante terremotos o incendios”.

“Punta Peuco sí es una cárcel, con reclusos de tercera y cuarta edad”, cerró su escrito.

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