InformAborto, el brazo armado de la campaña a favor de la ilegalidad del aborto

En el debate legislativo las organizaciones contrarias al proyecto de ley por la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales, han apelado – hasta el extremo-, a un discurso figurativo. Al parlamento, a los periódicos y a las calles llegan de manera sistemática figuras de fetos de plástico. Este discurso figurativo es usado para dramatizar los debates y manifestaciones callejeras. En el contexto de disputa política, es parte de una lucha cultural por los imaginarios colectivos.

Francisco Subercaseaux – y su portal InformAborto – ha ido al extremo. Lienzos gigantes con imágenes sangrientas recorren las calles. Representa el aborto como un infanticidio, se escenifica “la infancia” del feto in útero. Para ello presenta fetos propiamente viables, en etapas avanzadas, fuera de lo que las legislaciones del mundo en general permiten.

Francisco Subercaseaux y sus colaboradores en esta campaña han ido al extremo. Se ha constituido en el brazo armado de la lucha contra el proyecto de ley.

Si los otros construyen la figura del crimen -que sería según su entender el aborto-, él politiza la imagen y la palabra: genocidio y holocausto son términos que él intenta instalar en el debate chileno. Se trata del crimen organizado desde el Estado sobre los fetos: las “nuevas víctimas” del “nuevo Holocausto”.

Francisco Subercaseaux en la sesión del 8 de junio en la Comisión de Salud de la Cámara de Dipuados sostuvo:
“Hoy, estar en el útero materno es más peligroso que estar en cualquier país en guerra. El lugar que por excelencia debe ser un lugar de amor, acogida y respeto es hoy el lugar más peligroso del planeta. El aborto provocado (…) el genocidio más grande en la historia de la humanidad”.

El uso del discurso sobre holocausto no es nuevo. También fue utilizado en otras luchas en contra de las leyes de aborto que se promovieron en otros países. Analizando a los grupos que lucharon en Francia en contra de su legalización, la investigadora Fiammetta Venner dice:

“Los militantes contra el derecho al aborto construyen su discurso en torno a la victimización de los fetos. Los fetos son las ‘nuevas víctimas’ del ‘nuevo Holocausto’. Denuncian la legalización del aborto como un delito contra la humanidad. Comparan a los fetos con los judíos, a los partidarios del aborto con los nazis, los opositores con unos justos y resistentes”. (p. 58)

Francisco Subercaseaux está construyendo la versión nacional del holocausto judío. Del nazismo pasa a la dictadura. Compara a los fetos con los asesinados y desaparecidos en dictadura. En teoría tendría que –siguiendo a Venner- comparar a los partidarios del aborto como los aparatos de seguridad. Tendría también que comparar a los opositores a la dictadura con unos justos y resistentes. Lo hace. El proyecto de ley lo asimila con el crimen organizado desde el Estado sobre los fetos. Ellos como los resistentes ante una ley genocida. Quienes apoyan este proyecto de despenalización como los renovados torturadores del Chile de hoy. Aquí traspasa todo límite moral. Transforma a la víctima de la tortura dictatorial del pasado en el torturador de hoy.

Francisco Subercaseaux devela hasta dónde pueden llegar los detractores de leyes que despenalizan el aborto. ¿En qué universo moral vive? Carece de límites morales y de reglas democráticas. El pervierte el debate democrático y lo transforma en uno autoritario.

* Psicóloga e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile.

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