La vuelta del Gobierno para evitar comisión mixta y avanzar con la Reforma Laboral

La decisión de la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, de devolver la Reforma Laboral que impulsa el gobierno a la Comisión de Trabajo del Senado y con ello retrasar el trámite legislativo de la iniciativa, generó molestia entre los trabajadores, quienes pidieron tener un trato directo con la Presidenta Michelle Bachelet para destrabar los puntos que generan mayor conflicto.

“A estas alturas es mejor que nos juntemos con la Presidenta Bachelet, porque en este contexto no se puede seguir conversando”, sostuvo la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, Bárbara Figueroa, durante una reunión con los titulares de Hacienda y Trabajo, según publicó El Mostrador.

Consultado sobre este tema el vicepresidente de la organización Nolberto Díaz se preguntó: “De qué sirve conversar con los ministros si ellos sólo escuchan lo que quieren o viven preocupados de agradar a la bancada pro pyme. ¡Mejor que decida la Presidenta!”.

Los trabajadores ya habían anunciado que no permitirían que los cambios e indicaciones que se introdujeron en el Senado atentaran contra los pilares fundamentales de la reforma.

Pero la CUT no es la única detractora del proyecto, según confirmaron este martes miembros oficialistas de la Comisión de Trabajo de la Cámara Alta, no existe consenso dentro de las propias filas de la Nueva Mayoría para obtener el amplio respaldo que se requiere para la aprobación de la Reforma.

Según consignó ayer La Tercera, la idea de los Ministerios del Trabajo y de Hacienda es evitar que la iniciativa pase a comisión mixta. Esto porque tal como publicó este medio la reforma del Gobierno enfrenta un complejo escenario, tanto por la disconformidad que generó entre los diputados las modificaciones que se le introdujeron al proyecto en el Senado, como por la amenaza de la derecha de llevarlo ante el Tribunal Constitucional.

Lo anterior sumado a las críticas que han surgido en torno al contenido del proyecto habrían obligado al Ejecutivo a retrotraer la discusión. Los puntos más controvertidos son las llamadas “adecuaciones necesarias”, el descuelgue de trabajadores, la extensión de beneficios y la negociación colectiva interempresas.

Si bien la ministra no quiso confirmar la decisión, los integrantes de la misma Comisión aseguraron que ya se les había informado que el proyecto será devuelto a dicha instancia.

“Hay unos temas que nos gustaría poder arreglar que tienen que ver con algunas opiniones de la Corte Suprema que son bien importantes. Son temas de forma, no son trascendentales, pero son grandes aportes que ha hecho el pleno y nos gustaría incorporarlos antes que ingrese a Sala (…) si eventualmente es posible materializar un acuerdo, maravilloso, pero vamos a verlo todo mañana”, explicó Ximena Rincón consultada sobre el tema.

Aunque con esto la iniciativa difícilmente pueda cumplir el plazo autoimpuesto por el Gobierno de despacharla antes del 31 de enero, la titular del ramo aseguró que la idea es trabajar “para lograr un acuerdo entre diputados y senadores, para poder sacar el proyecto” antes de esa fecha.

El ministro Marcelo Díaz, también se refirió a este asunto asegurando que lo importante ahora no son los plazos, sino que salga una buena ley, que genere consenso.

“Nos interesa una buena ley. Nos hemos propuesto ojalá sacarla antes del 31 de enero, pero lo prioritario es una buena ley. Si eso significa tomarse unos días más habrá que tomarse unos días más. Pero vamos a tratar de aprovechar el tiempo legislativo para avanzar”, señaló en conferencia de prensa, que emitió CNNChile.

El presidente de la Comisión de Trabajo del Senado, Juan Pablo Letelier (PS) desdramatizó los reparos que se tienen en torno a la iniciativa del Gobierno asegurando que lo que se está haciendo, no es más que devolverle a los trabajadores los derechos que tenían hace cuarenta años y modernizar las relaciones laborales con el fin de disminuir las brechas.

Según el senador, esto “más que una postergación, es una alternativa para cumplir con los acuerdos”.

Sobre las crìticas de la derecha, que han acusado incluso vicios de inconstitucionalidad en la reforma, Letelier señaló que “hay personas de la derecha y del empresariado que no le gusta este proyecto que tiene un objetivo: nivelar la cancha para cerrar las brechas salariales. Eso es el propósito, al final del día de este proyecto, y es evidente que esto toca algunos intereses”.

El legislador descartó que exista cualquier tipo de reemplazo en huelga, asegurando que “sólo se puede, respecto de los trabajadores que no están en huelga, adecuar turnos y horas extras”.

“Este proyecto tiene dos válvulas, dos pilares que permiten nivelar la cancha: titularidad sindical y huelga efectiva. En la huelga efectiva queremos que sea una huelga dura, no para que existan huelgas, sino para que existan incentivos para que el empleador dialogue con sus trabajadores para evitar la huelga, para construir una relación moderna”, enfatizó.

En esa misma línea, el senador agregó que “hoy lo único que estamos haciendo es devolverle a los trabajadores chilenos y a las trabajadoras derechos que tenían cuarenta años atrás. Aquí no hay nada nuevo, y es más, incluso lo estamos devolviendo menos derechos de los que tenían cuarenta años atrás”.

Sobre la posible impugnación de la derecha ante el TC, Letelier aseguró que “si el Tribunal va a fallar de acuerdo al Derecho no hay ningún riesgo”, pero “si va a fallar con un contenido político” la cosa cambia.

Desde el mismo oficialismo la senadora de la DC, Carolina Goic, quien también integra la comisión del ramo, confirmó que existen diferencias en varios puntos del proyecto propuesto por La Moneda y la idea es que éstas se disipen en la Comisión del ramo.

Por su parte, Hernán Larraín aseguró desde la UDI que esto puede ser positivo puesto que “a lo mejor podemos corregir de una vez por todas este proyecto que ha sido muy malo para el mundo del trabajo y para el desarrollo económico”. A su juicio, esto demuestra “una vez más el Gobierno improvisa”.

Andrés Allamand (RN), se sumó a las críticas asegurando que este es un proyecto “defectuoso” y que ojalá el Gobierno aproveche esta oportunidad para dialogar y perfeccionar la iniciativa y no sea una forma de “chutear la pelota” para luego votar lo mismo en Sala.

Cabe destacar que en diciembre pasado la citada instancia había aprobado en particular la Reforma Laboral.