La mujer que se hizo conocida por liderar hace nueve años la "secta de Pirque", hoy se encuentra en Atacama a la cabeza de la nueva "Comunidad Ecológica Cristiana".
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Paola Olcese, la ciudadana argentina líder de la llamada “Secta de Pirque”, se encuentra hoy viviendo en el Valle del Huasco, en la región de Atacama junto a una “Comunidad Ecológica Cristiana”. Olcese, que estuvo en la mira de la justicia chilena tras darse a conocer la muerte e inhumación ilegal de una mujer en la “secta de Pirque”, dice ahora que eso es pasado y que sueño -por ahora- es que su agrupación logre ser completamente autosuficientes, para así no tener que ir a comprar a Vallenar y dejar de hacer trueques con los vecinos. Así es la nueva vida de la mujer, de ojos claros y pelo rubio, según una nota de El Mercurio.
Cabe recordar que los hechos descubiertos en el 2007, llevaron a que Olcese fuera investigada por homicidio junto a otras personas. Aunque después de la investigación fue declarada inimputable debido a que su conducta se atribuyó a un episodio psiquiátrico diagnosticado como “delirio místico mesiánico”. Después de ser difundido ampliamente el caso en los medios de comunicación, Olcese y sus seguidores se instalaron en Cartagena. Y parte de ese grupo junto a Paola, decidieron viajar al norte de Atacama para asentarse en el Valle del Huasco, lugar donde dio la entrevista al diario de Santa María.
A 258 kilómetros de Copiapó y a 4.000 metros sobre el nivel del mar, está la comuna de Alto del Carmen, lugar donde Paola, quien hoy por hoy luce una figura delgada y con la piel llena de marcas del sol, tiene su comunidad. Según detalla el reportaje, en el lugar existen alrededor de 20 casas en el terreno donde ella convive junto a otras personas. Más de diez niños juegan con arcos de caña y flechas de flores en las cercanías de una casa recubierta con barro y techo de caña. Uno de los niños es hijo de Paola Olcese, quien se logra distinguir por las marcas en su cuerpo que dejó un incendio en el 2012.
Según la investigación, los días jueves en la Comunidad Ecológica Cristiana, todos celebran. Son 30 personas que bailan y cantan canciones que ellos mismos crearon para agradecer al “padre”. Hay un cáliz de un mineral con una cruz y un poco de vino. Paola baila junto a otras dos mujeres las canciones que el grupo canta. Bajo la pérgola hay platos con frutas y agua, la cual se hace necesaria en medio del desértico paisaje.
Al ser consultada por el medio, la trasandina declaró que ha sido muy difícil acostumbrarse a las nuevas condiciones de vida. Quienes son parte de la comunidad, tienen plasmado en su cuerpo el trabajo duro que deben hacer para sobrevivir. Las manos rasgadas de los constructores, las cicatrices de los agricultores y ganaderos son solo parte del día a día de la nueva comunidad que divide sus tareas.
Ricardo Escobar (60) vive en el poblado de Conay. Se dedica a la siembra de flores y conoce cada rincón del valle. Cuenta que los miembros de la comunidad no comparten mucho. “Ellos pintan como buenos, pero hay que ver porque la forma en que salieron de Pirque a mí no me gustó mucho. Dicen que se les murió una niña y que la sepultaron en el mismo terreno”, explicó.
En el mismo poblado de Juntas de Valeriano está la dueña de un almacén, Albadina Villegas (39), quien reconoce que no le gusta que haya llegado tantas personas al lugar y que no ha tenido la oportunidad de conversar con ningún miembro de la comunidad de Paola.
Pero así como hay quienes no estás de acuerdo con su presencia, hay quienes sí, y Jorge Campillay y es uno de ellos. Cuando llegaron Jorge confiesa que no sabían mucho sobre las labores agrícolas, el mismo los ayudó y guió, incluso les prestó su camioneta. Doris, su hija, se junta seguida a tomar té con la líder de la ex “secta de Pirque”. “Son bien habilidosos los niños, aprenden rápido”, afirma.
Doris plantea que en general son muy tranquilos y que no molestan a nadie, como también les gusta que no los molesten a ellos. Lo que sí le llama la atención es que hasta el año pasado para las navidades ayudaban en la celebración, pero que en la última se acabó.