Yo Rolando, un perro inmortal

Soy un perro callejero (seguramente por abandono) de unos 13 años. Me avecindé desde hace harto tiempo en el sector comprendido entre Alameda y el Parque Forestal, siendo la calle José Victorino Lastarria, mi preferida. Eso por mi gusto por la música y los bailes que me transforman la vida. Saludo de mano a los músicos y bailarines, como también al público asistente. Los vecinos del sector me dan un buen trato, han curado mis numerosas heridas, algunas muy graves, producto de apuñalamientos y maltrato de antisociales.

Los vecinos me alimentan y cuidan, duermo y descanso en el frontis de un edificio de Lastarria donde tengo mi cama amarrada con alambres a la reja de entrada al edificio para evitar el constante robo de mi única pertenencia, allí quedo a cubierto de la lluvia y el frío, con algunos arreglos que me hacen los vecinos.

A consecuencia de mi edad y la permanencia a la intemperie, en gran parte de mi vida, sufro de artritis, estoy empezando a tener problemas de cortedad de vista, según dicen los médicos que me han visto. Por eso tengo días malos y menos malos, siento dolor en mis huesos, pena cuando me tratan mal y alegría cuando mis numerosos amos me miman. Algunas veces desconozco, mejor no me toquen, solamente hablen, yo entiendo.

En mis días buenos también me enamoro y así sucedió con una linda perrita del estacionamiento que está en calle Merced, al lado del puesto de verduras de don Raúl. Nos arrancamos por dos días, no sentía dolor de huesos ni nada, de mi vejez ni me acordé. Desapareció por esos días y ahora dicen que tengo cinco hijos que se encuentran en el estacionamiento, parece que no puedo negarlos ya que son igualitos a este perrito. Mi amiga Dolores les lleva comida y se preocupa de ellos y me dice que debemos regalarlos, lo que encuentro muy bien para que no tengan la vida que yo he tenido por no haber encontrado quien me acogiera. Pido la ayuda para esta campaña, no olviden que los perritos callejeros tenemos sentimientos, no somos callejeros por voluntad propia, sentimos dolor, pasamos mucha hambre y frío.

Si quiere un perro como mascota, es mejor adoptar a los abandonados. Somos igual de inteligentes, nobles y cariñosos y excelentes cuidadores, todo lo que un amo necesita. Así como existimos los quiltros callejeros, también hay muchísimos perros de tienda, de todas las razas, puros y mestizos, abandonados por todo el país y que comparten nuestra triste vida. Como ejemplo yo, soy medio policial por parte de alguno de mis padres, al menos eso me han dicho. En realidad no estoy muy seguro……….

Chao y ayúdenme a que adopten a mis hijitos, para que no pasen penurias en su vida.
Para ello se pueden comunicar con Dolores al siguiente e-mail: [email protected]

Dolores
99788 56 246