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Nacional

7 de Julio de 2016

Sename presenta nueva denuncia por muerte de otro niño de residencia Pequeño Cottolengo

El Servicio Nacional de Menores sorprende otra vez. Ayer, un día antes que The Clinic publicara la historia de una menor fallecida en el hogar Pequeño Cottolengo, el organismo presentó una nueva demanda en la Fiscalía de Rancagua para esclarecer la muerte de otro niño, Francisco Javier Fuentealba Duamonte, con diagnóstico de síndrome de down e hipotiroidismo, fallecido en el hospital regional de la ciudad luego de ser trasladado desde la residencia. El mismo Sename reconoce irregularidades en el manejo de protocolos y no descarta intervenir el organismo. La noticia de dos nuevos casos, en menos de 24 horas, ocurre la misma semana en que la ministra de Justicia Javiera Blanco, de cuya repartición depende el cuestionado servicio, catalogara a los niños internados en recintos del organismo como “stock”.

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El día de ayer, horas antes que el reportaje de The Clinic sobre la muerte de una niña de 16 años de la residencia Pequeño Cottolengo saliera a la luz pública, representantes del Sename interpusieron una denuncia en la Fiscalía de Rancagua por el fallecimiento de otro menor del mismo hogar en el hospital regional de la ciudad: Francisco Javier Fuentealba Duamonte.

El menor de 14 años, con diagnóstico de síndrome de down e hipotiroidismo, habría muerto de un paro cardiorespiratorio el 17 de junio luego de ser trasladado al recinto asistencial, dos días después que Tania Osorio, la niña cuya historia reveló este medio el día de hoy, dando cuenta de una serie de irregularidades que se habrían detectado en los protocolos que tenía la residencia. La última atención de la niña, por ejemplo, se habría realizado a las 3 de la madrugada y dos horas y media después se habría constatado su deceso. Tampoco se registró en la bitácora de seguimiento la hora de su muerte, que según el certificado de defunción habría ocurrido a las 4:15 también producto de un paro cardiorespiratorio.

En el caso de Francisco, al igual que en el de Tania Osorio, el Sename habría denunciado una serie de irregularidades producto de los resultados de algunas fiscalizaciones nocturnas realizadas en la residencia, un organismo colaborador acreditado (OCA), perteneciente a la Congregación Pequeña Obra de la Divina Providencia fundada por Don Orione, cuya supervisión depende directamente del Servicio Nacional de Menores. “Existirían dudas razonables sobre negligencias al interior del hogar”, confirmaron desde el Sename sin especificar los detalles de las anomalías.

Álvaro Olivares, sacerdote y director de la residencia, que en el reportaje de The Clinic sobre Tania Osorio publicado hoy aseguró que la institución siguió todos los protocolos, declinó referirse a la muerte de Francisco Fuentealba. “No tengo comentarios. Supe que hubo fiscalizaciones pero no tengo ningún informe de las visitas, ni tampoco he sido notificado por la fiscalía”, comentó.

El fiscal Pablo Muñoz, el mismo que investiga la muerte de Rechel Contreras en el hogar Alceste Piergiovanni, historia que The Clinic reveló hace una semana, será el encargado de comenzar las diligencias para detectar si hubo negligencias en la muerte de los hasta ahora tres niños fallecidos en la sexta región.

La Dirección Regional del Sename estaría evaluando, tras las dos muertes ocurridas, intervenir el hogar donde el año 2005 se detuvo a Jorge Galaz, sacerdote y exdirector de la residencia, por violación en contra de dos menores con retraso mental y que fuera condenado por la justicia a 15 años de prisión.
Cabe destacar que la noticia de dos nuevos casos de niños muertos ocurre en la misma semana que la ministra de Justicia Javiera Blanco, en una sesión de la nueva comisión investigadora del Sename, dependiente de la misma repartición pública que dirige, pronunciara una frase que dejó perplejos a los asistentes a la reunión al referirse a los niños internados en estos recintos como “stock”. “Hoy día tenemos 8.326 niños atendidos, es el stock”, dijo.

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