Peter Howard Gilmore, sumo sacerdote de la Iglesia de Satán: “Satán me salvó y espero que algún día los salve a todos”

Desde que Peter Gilmore era pequeño, descubrió que la maldad era lo suyo. No le gustaban las reglas impuestas, no entendía la dicotomía entre lo bueno y lo malo, y gozaba de su papel de niño rebelde en el colegio. Siempre disfrutó leer y a medida que fue creciendo, se fue interesando cada vez más en personajes literarios malvados. “En la mitología griega, los dioses oscuros me parecían más excitantes y en la mitología cristiana, que es profundamente aburrida, disfrutaba de Caín o Judas. Las cucarachas de los cuentos son mejores”, dice.

A sus 14 años descubrió “La Biblia Satánica” (1966), escrita por el ocultista y autor estadounidense Anton LaVey y su mundo cambió. “Cuando lo leí por primera vez me di cuenta que nací satanista. Me vi a mí mismo en esas ideas y decidí usarlas por el resto de mi vida”, confiesa orgulloso. Una de las ideas que más le atrajo, fue la posibilidad de rebelarse contra “El Sendero de la mano derecha”, es decir, contra el cristianismo y las religiones tradicionales llenas de “inmoralidad e hipocresía”.

En 1982 Anton LaVey lo aceptó junto a su esposa Peggy Nadramia en la Iglesia de Satán y rápidamente se convirtieron en sus mejores amigos y más fieles seguidores. Desde la muerte de LaVey en 1997, Peter y Peggy se transformaron en sumo sacerdotes de la organización y han dedicado su vida a posicionarla mundialmente a través de publicaciones en revistas, ensayos, foros y medios de comunicación, con el fin de expandir el satanismo por el mundo. “El satanismo es mi manera de existir, me hizo sentir cosas que jamás pensé que eran posibles”, confiesa.

¿Te enamoraste del diablo?
Tengo sentimientos hacia lo que representa: la libertad. Los satanistas no adoramos al diablo. Somos ateos y no creemos en nada supernatural. Satán es un símbolo de orgullo, libertad e individualismo. Cada satanista se ama a sí mismo primero, somos autoadoradores.

¿Qué significa el diablo para ti?
El diablo significa ser adversario a la represión y a la tiranía. Su figura ha sido usada en la poesía y en la literatura, para ser crítico con los problemas de la sociedad porque promueve libertades personales y autodeterminación. Desde Milton, Carducci, Byron, Baudelaire hasta Mark Twain, el diablo ha sido usado para canalizar placer y libertad.

¿Cuáles eran tus expectativas cuando entraste a la Iglesia de Satán en los 80?
Fue justo lo que esperaba: un grupo de personas creativas, artistas, músicos, escritores, discutiendo la filosofía de Anton LaVey. En 1989, lanzamos la primera revista satánica de la historia “The Black Flame”, que logró posicionarnos a nivel mundial. Cuando Dr. LaVey murió en 1997, quisimos mantener su legado. Hoy, Churchofsatan.com, es la fuente de información más grande sobre satanismo del mundo.

Internet te transformó en el satanista más pop.
Anton Szandor LaVey, nuestro fundador, es el satanista más pop en la historia y yo debo ser el más visible y entrevistado de nuestra generación. He hecho espectáculos que me han hecho reconocido, como ejecutar el primer ritual satánico transmitido en vivo por Internet.

Me imagino que hay satanistas en todo el mundo. ¿Mantienen una red de contacto?
Nuestra política es no tener membresía por dos razones: si somos muy pocos, la gente es hostil y desechan nuestras ideas. Y si piensan que somos demasiados, pueden hacernos daño. Lo que sí te puedo decir es que tenemos miles de miembros que viven en cada nación de esta tierra. Nosotros somos el único satanismo legítimo. No nos comunicamos con otras personas que dicen ser satanistas, porque hemos visto que hay grupos que toman partes de nuestras ideas y las distorsionan, por lo tanto no merecen nuestro respeto ni atención.

¿Por qué hay tanto prejuicio con el satanismo?
La mayoría de las personas son flojas y cerradas de mente. En los 80, los grupos evangélicos crearon un “pánico satánico” asegurando que había una conspiración de los satanistas por controlar el mundo, donde se sacrificarían niños y mascotas y de alguna manera, capturaríamos las almas de la gente cristiana. El satanismo es ateísmo productivo, no somos asesinos de niños. Tampoco somos góticos, ellos están inspirados en el vampirismo y solo una parte se considera satanista. Puede que nosotros prefiramos usar negro, pero también usamos otros colores y estilos, estamos a la moda.

MITO Y FILOSOFÍA

¿Qué piensas del mito que representa al diablo con cuerpo rojo, cuernos y cola puntiaguda?
El diablo ha sido usado para que la gente se asuste y asista a las iglesias católicas, por eso es representado como un monstruo y un hermoso seductor. También hay una tradición que lo ve como una figura cómica para señalar las debilidades humanas, así cada generación crea el diablo que necesita. Para mí, la mitología cristiana es muy aburrida, por eso el diablo destaca, por ser excitante y vibrante. Cuando yo era niño, encontraba a los monstruos mucho más excitantes que las divagaciones de culpa de la Sagrada Escritura. ¡Qué sueño más grande!

¿Tiene alguna forma?
El diablo es una idea, no tiene forma física.

¿Cómo se manifiesta el diablo hoy?
No se manifiesta como algo malo, aunque cada uno determina su jerarquía de valores. Me enferma que insulten a Satán, porque se hacen cosas peores en nombre de Dios. ISIS es un ejemplo. El terrorismo en el nombre de Dios daña gente inocente y te subyuga, porque debes conformarte con las creencias religiosas de aquellos que hacen actos terroristas. Los satánicos odiamos a ISIS. La evolución de una sociedad que permita aumentar la libertad es una manifestación de los principios satánicos. Pero hay una guerra entre el teísmo represivo y el laicismo progresista que está por todo el mundo y determinará el futuro de nuestra especie.

¿En qué consiste la filosofía del satanismo?
El satanismo es una perspectiva de vida que usa el símbolo del diablo para promover el individualismo y el interés propio. Es decir, cada persona toma responsabilidad por sus acciones. Queremos naciones bajo el consenso de los que están siendo gobernados, con leyes racionales para que todos puedan ser tratados como iguales. Somos adversarios a todas las filosofías y doctrinas que atentan con subyugar a otros, esclavizar o dominar.

¿La libertad individual es lo más importante?
Absolutamente, con la libertad viene la responsabilidad de que somos parte de una sociedad.

Pero me imagino que igual existen restricciones.
Aceptamos que necesitamos leyes y orden y por eso las obedecemos según el país en que estemos. No somos anarquistas, porque creemos que uno tiene mejor vida en sociedades estables. Mientras no se metan con nosotros, no nos metemos con ellos.

¿Tienen metas a largo plazo?
Los satanistas determinan sus propias metas. Aunque a la mayoría de los satanistas les gustaría que el laicismo fuera una norma para todos los gobiernos en el mundo, con libertad y equidad para hacer mejores naciones. Pero no somos idealistas, no esperamos que eso suceda a corto plazo.

Pero son una organización religiosa. ¿Tienen una Iglesia donde se reúnen?
No somos un club social. No tenemos edificios ni reuniones. Cada satanista que quiera hacer un ritual crea un espacio personalizado en su casa para eso. La idea es satisfacer la estética propia, por eso tener un edificio satánico genérico no tiene sentido. El ritual no es la principal razón para reunirse, también vamos a museos, conciertos o disfrutamos de un buen restaurante. No somos alienígenas.

¿En qué consisten sus rituales?
Desde 1966, la Iglesia de Satán considera el ritual como algo flexible. Su objetivo es liberar emociones y como cada uno de los integrantes es único, hemos tenido que adaptar los formatos de “la Biblia Satánica” (1966) y “Rituales Satánicos” (1972) para cada necesidad. El ritual se llama “alta magia” y no es un culto. Es una forma teatral de auto-terapia, como una catarsis, que le permite al satanista su objetivo principal: disfrutar su vida. Anton LaVey describe tres tipos de rituales: Compasión, Lujuria y Destrucción. Los rituales Compasión son para bendecirse a sí mismo y a los que quieres en tiempos de dificultad. Lujuria es una forma controlada de fantasía sexual, mientras se logra el orgasmo. Esto se hace solo y no en un grupo. Y Destrucción es una maldición para alguien que voluntariamente te ha hecho daño a ti o a los que amas. Este ritual puede incluir clavar alfileres en un muñeco o leer una descripción dramática de los daños que uno quiere hacerle a esa persona que ha sido maléfica contigo. Pero también hay otros, en mi libro “Las Escrituras Satánicas” (2006), incluyo bodas y funerales satánicos, entre otros.

¿Adoran al diablo durante los rituales?
Nosotros consideramos que adorar al diablo es estúpido y sin sentido. Puedes adorar a Superman o a Batman. No hacemos sacrificios en nuestros rituales, como sí lo hacen algunos adoradores del diablo. Lo invocamos como una forma de liberación. En nuestros rituales usamos túnicas negras, un medallón con el sello de Baphomet (deidad de la antigua Babilonia adorada por los herejes) y hacemos sonar una campana nueve veces al principio y al final de los procedimientos. Hay dramáticas invocaciones, pero no rezos. Hacemos también un brindis ante nuestro símbolo del diablo. Usamos una espada o una vara para simbólicamente llamar al príncipe del infierno: el Diablo, Lucifer, Belial, Leviathan, en los puntos cardinales. También puede que escribamos nuestras metas en un pedazo de papel y lo quememos como una forma de determinar lo que queremos después que termine el ritual.

¿Tienen mandamientos y pecados?
Sí, Tenemos nueve declaraciones que explican cómo el diablo puede ser simbolizado. Los pecados en el satanismo son comportamientos que hacen nuestras vidas menos productivas y poco felices. No tenemos castigos, pero entendemos que ciertos actos traen consecuencias. Algunos pecados serían la estupidez, la pretensión, el solipsismo, autoengaño, la conformidad, la falta de perspectiva, el orgullo que limita la productividad y la falta de estética.

¿Crees en el apocalipsis?
No, no creemos en esas estupideces. El universo es indiferente a nosotros, eso es vanidad. No hay fuerzas supernaturales creando destinos o peleándose por los seres humanos. La gente quiere sentir que hay algo más grande que se preocupa por ellos, como si fueran niños pequeños. Es tiempo que nuestra especie madure y deje las creencias teístas.

POLÍTICA Y SATÁN

¿El satanismo tiene inclinación política?
Como es una filosofía individualista, cada satanista elige qué aspectos de su política local le parece más beneficiosa. Hemos tenido satanistas de todos los sectores políticos.

¿El satanismo puede conquistar a las masas?
El satanismo es una filosofía elitista que no busca encantar a las masas. La mayoría de la gente son ovejas incapaces de su propia determinación. Encuentran seguridad en la subordinación a una autoridad que es natural para ellos. En cambio los satanistas buscamos la libertad para tener una vida feliz.

¿El individualismo no es el fin del sentido de comunidad?
El individualismo requiere que las personas aprendan a ser tolerantes con las diferencias. No vemos a la Iglesia de Satán como una comunidad, sino como una asociación de individuos que lidian entre ellos por mutua satisfacción. Entonces somos una sociedad bien estructurada y flexible, no una comunidad colectivista. Eso sí, a diferencia de otros, no discriminamos a nadie.

En las religiones hay mucha discriminación.
Sí, pero principalmente en el cristianismo. Imagínate que consideran a las mujeres seres inferiores. ¡Qué mierda es esa! Por siglos han intentado mantener ese absurdo pensamiento.

¿El satanismo es feminista?
El satanismo defiende el empoderamiento de todas las personas, más allá de su orientación sexual o identificación de género. Nos oponemos a todo sistema que prohíba o inhiba la propia expresión o la satisfacción personal. Queremos igualdad entre hombres y mujeres. Y además nos interesa promover ambientes sociales que puedan dar a todos y todas, la oportunidad de levantar sus talentos personales e iniciativas. La meritocracia es el estándar para el satanismo.

¿Qué piensan del matrimonio homosexual?
Lo apoyamos, de hecho hemos hecho varias bodas satánicas homosexuales, son igual de increíbles –y oscuramente fabulosas- que las heterosexuales. Al satanismo no le importa tu orientación sexual, puedes hacer lo que se te ocurra con tu vida y está bien.

¿Y sobre las drogas opinan lo mismo?
Depende. La adicción no es algo que los satanistas deseamos, porque la idea es que tu vida se base en opción voluntaria y no compulsión. Sin embargo, la indulgencia es algo propio de los satanistas mientras lo mantengan bajo control. De hecho, creemos que debería legalizarse la marihuana en todo el mundo. Lo único que necesitamos es regulación para que pueda consumirse bajo ciertos estándares.

¿Tienen algún candidato preferido a la presidencia de EE.UU?
Cada satanista puede elegir por quién vota. Los satanistas son muy críticos con sus candidatos.

Pero si tuvieras que elegir entre Hillary Clinton y Donald Trump.
Uno tiene características de tirano y eso no me gusta. Pero cada satanista observa la política electoral de la forma que quiera y, en general, no encontramos nuestras ideas en partidos mayoritarios. Yo voté por primera vez en 1976 y lo hice por el partido Liberal, porque proponía más libertades personales. Actualmente en EE.UU. los demócratas y republicanos están en el caos, subordinados a grandes corporaciones, tanto económicas como religiosas, que ejercen gran influencia en cómo planifican sus agendas. Son una vergüenza para el satanismo.

¿En qué podría aportar el satanismo a la política?
Nos gustaría que la política vuelva a entender la naturaleza humana como una bestia indomable y única. Desde ahí saldrá el individualismo que nos ayudará a descubrir el futuro de nuestra civilización.

¿Estás orgulloso de lo que has logrado en tu vida como satanista?
¡Muchísimo!, no sé qué haría sin Satán. Le da sentido a mi vida, Satán me salvó y espero que algún día los salve a todos.