Opinión
18 de Enero de 2017Lorenzo Aillapán, el Hombre Pájaro Mapuche: “Los pájaros tienen un instinto superior a los hombres”
El poeta y músico Lorenzo Aillapán Cayuleo (78) nació con un don único y sagrado: reproducir los mensajes de las aves a través de un lenguaje onomatopéyico. A los nueve años, en su comunidad de Rukathraru, cerca del lago Budi, en la Araucanía, los sabios mapuche lo consagraron como el Üñümche, el Hombre Pájaro Mapuche, que tenía como misión viajar por el mundo entregando el mensaje pajarístico. Aillapán, descendiente de un lonko poderoso que tuvo cinco esposas, se transformó en un sabio de su cultura, reconocido por la Unesco, a través del CNCA, como uno de los Tesoros Humanos Vivos, en 2012. Acá, entrega su visión del conflicto mapuche, pero sobre todo de la importancia que tiene para su cultura la tierra: “Ella es nuestra madre. Por eso nunca fuimos machistas, como nos tildan, todo lo contrario: obedecemos a ella y se le quiere”, dice desde su casa en Puerto Saavedra.
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¿Cómo se transformó en el Hombre Pájaro Mapuche?
-Desde niño me gustaba observar a los pájaros, me entretenía con ellos y armaba conciertos imitando sus cantos. Al parecer nací con ese don. Cuando estuve en la escuela, lo dejé un poco de lado y me dediqué a aprender el castellano. Cuando tenía nueve años, tuve un sueño donde se me consagra como Hombre Pájaro Mapuche.
¿Cómo fue ese sueño?
-Soñé que un pájaro, parecido a una bandurria, de mandíbulas muy largas, como una jeringa de hospital, me sacaba sangre de un dedo de mi mano y luego se iba. El sueño continuaba cuando me llevaban a lo alto de un cerro, como podría ser el San Cristóbal o Santa Lucía, donde habían muchos sabios. Cuando yo llegaba, la gente comenzaba a gritar: Este niño será el futuro Hombre Pájaro Mapuche que recorrerá todos los continentes hablando de la belleza de las aves y mostrará su canto. Despertaba en un estadio lleno de gente que me aplaudía. Nunca pensé que el sueño se haría realidad. Años después, me recibieron con aplausos en Brasil y viajé por el mundo mostrando la belleza de las aves.
En los países que ha visitado, ¿cómo es recibido el Hombre Pájaro?
-En Francia fue una especie de encuentro con algo sagrado. Era entretenido porque habían pájaros que cantaban parecido a los chilenos, como el zorzal, o los que estaban en los fiordos en Suecia. Y cuando me ponía a cantar como ellos, los pájaros al escuchar su onomatopeya, como son curiosos, se acercaban. Los pájaros tienen un lenguaje universal, incluso hay algunos pájaros bilingües.
¿Cómo logra comunicarse con ellos?
-Los mapuche siempre hemos sido sus tocayos. Los pájaros son un hermano más. El cóndor o mañke, que para nosotros es de las aves más importantes, representa cuatro valores importantes: la fortaleza espiritual, justicia, sabiduría y solidaridad.
¿Cual es la mayor importancia que tienen los pájaros en la cultura mapuche?
-Son seres, como todos lo que se mueven, que están dotados de espíritu. Y todos los pájaros entregan mensajes onomatopéyicos. Ningún pájaro canta por cantar. No hablan, pero entregan señales. Por ejemplo, cuando estoy esperando una noticia, se me aparece el pájaro poeta para darme la alerta.
¿Cuál es el pájaro poeta?
-La tenca, un ave delicada y buena para recitar, mitad árbol y mitad suelo. Canta durante todas las temporadas: verano, otoño, invierno y primavera. Se dice que cuando canta, los que trabajan la tierra se aseguran de muchos alimentos y traen buenas noticias.
¿Cómo canta?
-Kotrotron kotrotron trayayai trayayai trililíiin. Hace un tiempo estaba esperando con ansías las noticias del financiamiento de una obra de teatro que justamente se llama “Ningún pájaro canta por cantar”. Miro por la ventana y apareció el pájaro poeta en un árbol. No pasan ni cinco minutos y me llaman por teléfono: “¡Lorenzo, nos ganamos 25 guatones para el proyecto!”. Otro ejemplo. El poema de Alonso de Ercilla y Zúñiga: “Chile, fértil provincia y señalada en la región Antártica famosa, de remotas naciones respetada por fuerte, principal y poderosa…” En el idioma pajaril, el pájaro poeta lo traduce como: Kotrotrón kotrotrón trayayay trililililín newengen newengen yafüngen wünelen wünelen. Cuando vino el soldado español a conquistarnos, pensó que nosotros hablábamos así.
¿Qué otros mensajes le han dado los pájaros?
-Por ejemplo, el pájaro reloj ve la hora en la mañana y al atardecer. El pájaro director de orquesta, que es el zorzal, canta como si estuviera dirigiendo a los músicos, tiene notas melódicas: with will kiki will ki tañirüyy. Maneja la majestuosidad del bosque.
¿También hay pájaros más picarones?
-Sí, como el chucao.
¿Qué anuncia?
-Indica cuando se está bañando una dama en el río. También da la bienvenida o el pase: “no hay problema, adelante”. El pidén anuncia temporales con su canto: piir with fiiir with fiiir with. La gente, cuando lo escucha, se devuelve o pide alojamiento. Y si son muy porfiados, se mueren ahogados, entumidos, ja, ja, ja. Los queltehues, por ejemplo, me vienen avisar que me visitarán: “Lorenzo vai a tener visita: trültrium trililiuuuu trililiuuu…” Y sucede así. Todos los pájaros cumplen una especie de rol humano. Por eso, le digo a los niños que no les tiren piedras y los quieran y respeten.
PODERES PAJARÍSTICOS
¿Cuál es el pájaro más llamativo?
-El pájaro poeta, el director de orquesta, el pájaro reloj, los pájaros embajadores – que comen y viajan harto- y la gaviota blanca conocida por los mapuche como chüllée. Nadie sabe porque Chile se llama Chile. Y, según la conclusión de los viejos filósofos antiguos mapuche, nuestro país se llama así por este pájaro que canta chülléee, chülléee, chülléee, chülléee. Chiloé antes era Chüllée, el hábitat natural de los pájaros chüllée.
¿Qué pájaro lo intriga más?
-Podría ser algún pájaro nocturno, como el pekén, que es bien chillón. Hay otro pájaro, que algunos llaman tué tué, que es mal agüero y puede quitarle energía a la persona. A mí me puede tener enfermo dos meses. Y eso los sabios lo han comprobado, pero el hospital no ve nada ni el médico tampoco, solo regalan su pastillita nomás, ja, ja, ja.
¿De qué conversa con los pájaros?
-Si estoy sano y contento, el pájaro también se pone así y viene a cantarme y nos ponemos a hablar. Los pájaros tienen un instinto superior a los hombres, mejor desarrollado el oído y la visión que nosotros. Si hay un temblor, son los primeros en sentirlo y avisan que pasará algo. Son muy sabios.
¿Cuál es la forma que tienen los pájaros de agradecer?
-Como los he llevado al escenario, siento que los pájaros están agradecidos de mí. Me lo demuestran con su aleteo y su visita en el aire.
¿Qué consecuencias ha traido la deforestación para los pájaros?
-Con las forestales, se van perdiendo aves como el traro, la tórtola, la torcaza desapareció con el pino. Y, al caerse un huevo, la torcaza llora. El pino y eucaliptus es el gran asesino de los bosques. Las aves se terminan yendo por el mal olor y tampoco tienen hojas para anidar. Las grandes forestales son destructoras, porque también secan las aguas. En la tierra, que era de mi abuelo, desapareció el traro, una especie de aguilucho, que tiene la onomatopeya de metralleta: tatatatatá tatatatatá tatatatatá. Nos estaba diciendo que nos armáramos, pero el Consejo no lo permitía, por eso se fue. Muy de vez en cuando vuelven a la comunidad.
¿Ser un Hombre Pájaro conlleva tener poderes especiales?
-Un tremendo poder. Como Lorenzo Aillapán a secas, nunca habría viajado. Pero como Hombre Pájaro Mapuche empecé a viajar con o sin dinero. He estado en China, donde me respetaron por ser el Hombre Pájaro. Hay gente que puede pensar que tengo mucho dinero, pero me invitan ida y vuelta más unos honorarios.
En China, ¿cómo lo recibieron?
-Pensaban que era chino por mi bigote. “No, I am from Chile”. Un chino andaba vendiendo loterías y me pasó a ofrecer, como si fuera un chino más, ja, ja, ja.
¿Por qué usa bigotes tan largos?
-Para cumplir un poco el rol de pájaro. El bigote, para las aves, sirve como antena. El pelo largo también da cierto poder. Los antiguos filósofos mapuche tenían bigotes y pelo largo. Lo mío es para mantener la tradición de los sabios.
HALCÓN AZULADO
¿Cuál es la enseñanza que le han dejado los pájaros?
-Ser una persona alegre y cambiar totalmente el rumbo de nuestra gente mapuche.
¿Cómo así?
-Si veo a una pareja en una cantina llorando su pena, yo soy al revés: les canto poesía, les canto como pájaro alegre. Los pájaros me han enseñado a ser correcto, como los europeos que si dicen a las diez, cinco pa las diez están ahí.
¿Han habido más Hombres Pájaro Mapuche como usted?
-Sí. Según los kimche, los sabios mapuche, siempre han existido hombres pájaros, pero con el tiempo quedó vacante ese puesto de sabiduría. Yo habría recibido esa herencia, no sé si por casualidad o qué. Y los sabios, como Licanqueo y Cayuleo, que conocían mi acercamiento con las aves, comprendieron que si yo no cumplía con ese don, o si ellos no actuaban, me iba a echar a morir y no llegaría a viejo. Ellos me hablaban del Halcón Azulado, que también fue Hombre Pájaro, que hizo grandes cambios. Dijo que respetáramos a los otros seres, como al no mapuche, a quien nunca le deberíamos decir winka, por ejemplo.
¿Por qué?
-Winka viene de la guerra contra los incas. Vendrían siendo los españoles. Este antiguo hombre pájaro decía: winka no existe, existe chileno de origen extranjero, los mapuche chileno, y todos somos amigos y hermanos. Así estaremos en tiempos de paz. Esa fue su gran enseñanza. Por eso no me meto mucho en la política y no le caigo mal a nadie. Con el mapuche más pobre hasta con el no mapuche más rico, me llevo bien. Aquí hay uno que me pasa a dejar sacos de papa. “¿Y por qué, don Carlos?” “Porque cuando vino el terremoto del ’60 y el del 2010, usted nos dijo que algo pasaría”. “No, yo soy un simple poeta que tuvo un sueño”.
¿Y con los chilenos también se lleva bien?
-Sí, con el rector de la Universidad de Temuco, Teodoro Rivera Neumann, soy amigo y hermano. Y eso que es de un partido político de no avanzada, pero no miro eso. En Santiago estuve trabajando en una empresa como contador y mis mejores amigos eran los extranjeros, los gerentes, y nunca me di cuenta por qué les caía bien. Una vez me dijeron “usted siempre anda alegre, es sencillo, se viste muy bien”. Y me mandaban al banco, porque era de confianza. Estoy hablando del año ’60 al ’73, porque después me vine a mi comunidad, cuando me llamaron por ser el Hombre Pájaro, para que volviera y ayudara a organizarnos en dictadura.
En ese tiempo, llevaba una vida bastante tradicional.
-Claro. Era contador, pero sábado y domingo era Hombre Pájaro.
¿Por qué dejó su Puerto Saavedra para vivir en la capital?
-Tenía que saber de la gran urbe y lo que piensa la industria, los grandes gerentes, cómo funciona el banco. Como era un estudiante de muy buena memoria, me recibió en la capital un excelente contador porque yo también tenía una excelente caligrafía. Entré a trabajar en una industria poderosa sin más preparación.
¿Le gustó el mundo de los bancos?
-Sí, entendí que esa era otra forma de ganarnos la vida, porque al no tener nuestras tierras, podía ser nuestro futuro. Siempre se decía que nuestra gente mapuche servía solo para ser panaderos o empleadas domésticas. De hecho, cuando viví en Santiago me tocó trabajar con las empleadas domésticas y las ayudé a formar su sindicato. Estoy hablando de los años ’60 y se veía discriminación. Yo era “el indiecito”. No tenía ni derecho a pololear porque era mapuche. Me sentaba en una banca con una niña, la Juanita Letelier, y le decían: “cómo vai andar pololeando con un indio”. Pero ella me defendía diciendo que era “un ser bonito, inteligente, se viste bien, me compra bebidas, me paga la entrada al teatro”. No me daba pena, porque son cosas que suceden en los seres humanos. Lo más importante es que yo quería demostrar que los mapuche también podían ocupar cargos importantes a la par de los no mapuche. Pero no para dedicarme cien por ciento a eso. Por eso me volví a mi tierra.
Imagino que en Santiago estaba desconectado de la naturaleza…
-No tanto, porque cuando íbamos a Peñalolén reuníamos pájaros, llamaba a la loica, el pidén.
CINCO ESPOSAS
Tengo entendido que usted es descendiente de un lonko poderoso.
-Sí. Aillapangui era mi poderoso abuelo de donde nació mi mamá. Tenía trescientas hectáreas. Yo sentía pena cuando le decían mapuche pobre, mapuche borracho, porque era todo lo contrario. A un profesor de Nueva Imperial, que nos miraba en menos, le dije que mi abuelo tenía un caballo especial para rodear a los animales y otro para ir al pueblo chico de Puerto Saavedra. Y que él no los tenía. Obviamente, me echó pa fuera, ja, ja, ja. Después me entendió. A mi abuelo, durante la Pacificación de la Araucanía, lo obligaron a tomar varias esposas. “Usted que tiene tantos animales y bienes, tómese una, dos, tres mujeres”. ¡Llegó a tener cinco! La última fue mi mamá que era como una princesa, le pusieron Sofía los compradores de animales, porque era hermosa.
¿No siguió los pasos de su abuelo que tuvo muchas esposas?
-Solo tuve una. Como poeta, las mujeres son hermosas, pero no es necesario tener varias. Uno tiene que ser un ejemplo, como el cisne de cuello negro que tiene una pareja de por vida. Además que sale caro mantener a tantas, ja, ja, ja.
En uno de los poemas dedicado a la diuca, cuenta que la pareja mapuche generalmente es prolífica.
-Tienen entre cinco y diez hijos pero no es culpa de la diuca. Son prolíficos porque no usaban anticonceptivos. Yo tengo nueve hijos, todos inteligentes: contadores, uno trabaja en Chilevisión, cineastas, asistente social, constructor civil. En eso se traduce un poco el rol de pájaro. Hay que dar ejemplo del renacimiento de la sabiduría mapuche. Los niños hoy sienten orgullo. Lo veo en las escuelas. Una vez un periodista le preguntó a un niño qué quería ser cuando grande. Y él respondió: “Hombre pájaro, porque lo veo en la radio y tele”. Me decían que yo estaba haciendo una especie de revolución cultural. Y esa es la idea. Nosotros hemos sido seres inteligentes, nos parecemos un poco a los franceses por tener cuatro pilares como son la Igualdad, Fraternidad, Libertad y la fuerza espiritual. Aunque, como dijo un francés, ahora su dios suyo es el dinero y la espiritualidad la botaron.
¿Esa espiritualidad ha ido desapareciendo en las nuevas generaciones mapuche?
-Yo, por ejemplo, oro todas las mañanas por todos los hermanos y seres humanos del mundo. Pero hay hermanos mapuche políticos o religiosos, que ya no hacen eso. Y a veces no les va muy bien. No son felices interiormente.
¿Qué piensa de historiadores, como Sergio Villalobos, que dicen que el pueblo mapuche es violento?
-Somos todo lo contrario. No nacimos para matar. Por eso quisieron tenernos como esclavos cuando se formó la nación chilena.
¿Qué piensa del conflicto mapuche?
-Si hay una buena administración de parte del gobierno, con gente como Huenchumilla o Mario González, se manejará bien el conflicto. Pero tienen pa rato. Hay un poquito de deuda histórica con los mapuche. Los mapuches están pidiendo lo que consideran como su territorio. Por ejemplo, Carahue tiene nombre propio mapuche. Imperial era Traitraico. Hay como 32 municipalidades que tuvieron nombre mapuche, pero no tenemos poder para exigir que se reespete su nombre original.
Es difícil hallar un punto de encuentro…
-Difícil. A mí me enferma un poco eso de la quema de camiones y todas esas cosas. A decir verdad, he orado mucho para que se solucione el conflicto. Me gustaría entender a los de Colombia que están llegando a una pacificación pa ver que se puede hacer acá. No entiendo, si todos somos hermanos. Yo soy chileno de origen mapuche. Los González o los Gutiérrez son mis hermanos chilenos de origen extranjero. No tenemos diferencias. Mis hijos no están casados con sus hermanas mapuche. Ni la hija tampoco. Yo, por ejemplo, me he encontrado con Alberto Espina. “Te pido la ayuda, Lorenzo, porque te conozco hace tiempo”, me dice. Pero cuando hay votaciones, te pega la desconocida. Con Piñera echábamos talla. Sabe que no soy partidario de él, ni nunca lo seré, sino que solo soy un amigo. Por ejemplo, a Cruz Coke le tiraba tallas: vas a ser senador en el norte, échale nomás, si quieres te apoyo, te voy a cantar, pero me pagai, ja, ja, ja. Y me utilizó, pero solo con fotografías nomás, pero los de la derecha no se portaron muy bien con nosotros.
Hay poco entendimiento del winka hacia el mundo mapuche.
-Sí, porque nunca amó la tierra, solo la utilizó y vendió: “Se venden 20 hectáreas con inquilinos incluidos”. A mí me daba pena.
¿Por qué el mapuche se aferra tanto a sus tierras?
-La tierra es viva. Los mapuche somos apegados a la tierra en todas sus manifestaciones. Es como nuestra madre. Nunca fuimos machistas, como nos tildan, todo lo contrario: obedecemos a ella y se le quiere. Si yo me muero no me iré al cielo, sino que a una parte de la tierra de nuevo. El no mapuche no siente la tierra como suya. “Oh, mi abuelita ya está en el cielo”. ¿No se estará pudriendo la tierra? “No, no, está allá”, dicen.
¿Al chileno le falta más espiritualidad?
-Sí. Ojalá no pensaran solo en el dios dinero. Yo creo que cuando usted y yo no existamos, habrá una verdadera chilenidad y estoy casi seguro que saldrá algún día un mapuche presidente, como hubo en Estados Unidos con Obama.
¿Qué le parece lo que ha pasado con la Machi Francisca Linconao?¿Debería estar en su rehue y no encarcelada?
-Sí, porque para que esté presa tiene que haber una investigación acabada. Aún no se comprueba nada. Ella debería estar en su rehue, sino se debilita su fuerza y pierde energía como machi. Debería haber una investigación seria con testigos, no se pueden inventar cosas así. No hay un entendimiento de parte de los guardianes del Estado, los jueces y nosotros.