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Mundo

18 de Julio de 2017

El día que a Steven Seagal se le hizo cuando Van Damme le ofreció combos varias veces

“Van Damme era demasiado fuerte. Seagal no tenía nada que hacer con él”, diría Stallone.

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Cuentan que la historia es más o menos así. Año 1997, casa de veraneo de Silvester Stallone en Miami. Fiesta, webeo, en el lugar se encuentran los también actores Jean-Claude Van Damme y Steven Seagal. De pronto, este último comienza a fanfarronear. Habla de sus capacidades para pelar como experto en aikido y de las labores que cumplió como informante de la CIA. Entonces, Van Damme, exponente en kickboxing , se mosquea, e insta a Seagal a quedarse callado. El emplazamiento le parece mal y le grita “te patearé el trasero”.

La escena que sigue es que Van Damme emplaza a Seagal a salir al patio y demostrar con hechos lo que viene diciendo a través de las palabras. Como hay negativa, el europeo se queda horas en el jardín esperando a que salga, para dar rienda suelta a la pelea.

Pero Seagal insiste en que no. Y se va, parte a un club, lo que provoca que Van Damme lo siga y le reitere con que eso de que en la cancha se ven los gallos.

Finalmente, lo alcanza, y Seagal vuelve a negarse a la pelea, diciéndole además que de un puro golpe lo mata. Los separan, para que no pase a mayores y todo queda nada más que un foqueo.

Años después, consultado por el hecho, Stallone diría que “Van Damme era demasiado fuerte. Seagal no tenía nada que hacer con él”.

 

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