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Mundo

30 de Agosto de 2017

Crudo relato de abuso en Uber: “Caí al suelo, se aprovechó de mi embriaguez y me penetró con los dedos”

La escritora brasileña Clara Averbuck denunció hoy que sufrió una agresión sexual por parte de un conductor de Uber y pidió elevar el debate a nivel nacional sobre el trato que recibe la mujer en la sociedad. “Cuando iba a salir del vehículo, él me empujó y no fue una violación clásica, pero fue una […]

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La escritora brasileña Clara Averbuck denunció hoy que sufrió una agresión sexual por parte de un conductor de Uber y pidió elevar el debate a nivel nacional sobre el trato que recibe la mujer en la sociedad.

“Cuando iba a salir del vehículo, él me empujó y no fue una violación clásica, pero fue una violencia. Él me empujó y caí al suelo. Él se aprovechó de mi estado embriagado y ahí me levantó y me penetró con los dedos”, explicó Averbuck, de 38 años, en una entrevista telefónica con Efe.

El suceso ocurrió cuando estaba “volviendo para casa” y el conductor se aprovechó de su estado “vulnerable” para cometer la agresión, relata.

“La gran cuestión es que no soy la única, mi caso está saliendo en las noticias porque soy una escritora conocida, pero tengo la certeza de que eso ocurrió con decenas de otras mujeres”, comenta.

La escritora de novelas y colaboradora en varias publicaciones de Brasil agradeció que Uber haya tomado la actitud de suspender al conductor, pero, en su opinión, “eso no es suficiente”.

“Tienen que tener más cuidado con los prestadores del servicio y que estos hagan un servicio de capacitación para enseñar el respeto a las mujeres”, añadió.

Uber repudió en un comunicado “cualquier tipo de violencia contra mujeres” e informó que el conductor “fue expulsado” del servicio, además de mostrar su disposición “para colaborar con las investigaciones”.

Averbuck apuntó que está en conversaciones con sus abogados sobre la posibilidad de demandar al supuesto agresor, pues en este tipo de aplicaciones de transporte de pasajeros queda registrado el nombre y el número de matrícula del conductor.

Sin embargo, la autora de libros como “Nossa Senhora da Pequena Morte” (2008), “Eu Quero Ser Eu” (2014) y “Toureando o Diabo” (2016), entre otros, no está segura de acudir a las autoridades porque, además de no “confiar en el sistema brasileño”, argumenta que no tiene pruebas de la agresión.

“En mi caso no tengo como probar lo que pasó y eso se puede volver contra mí y transformarse en una falsa acusación de delito porque no tengo como comprobar. Estábamos él y yo, fue muy rápido, ¿cómo lo voy a probar?”, expresó.

Averbuck ha puesto en marcha una campaña en redes sociales con la etiqueta “mi conductor abusador” para que “las mujeres muestren sus historias” y con la intención de “elevar el debate” a nivel nacional “sobre cómo la mujer es tratada dentro de la sociedad” brasileña.

“Es un problema estructural, no es un problema de Uber, es un problema estructural de creer que el cuerpo de la mujer, cuando está vulnerable, está disponible. Es una cuestión mucho mayor”, reclama a Efe.

Averbuck denunció en la víspera el caso en su perfil oficial de redes sociales a partir de lo cual el incidente adquirió una dimensión mayor siendo repercutido por algunos de los medios de comunicación del país.

“Me convertí en una estadística de nuevo, quería llamarlo de ‘tentativa de violación’, pero fue una violación. ¿Estaba borracha? Sí, pero no voy a incurrir en el mismo error de cuando era adolescente y culparme”, escribía en un mensaje que ha sido compartido en Facebook por cerca de 19.000 usuarios.

“Fui violada de nuevo, violada porque soy mujer, violada porque estaba vulnerable y si no lo hubiera estado podría haber pasado también. El asqueroso conductor de Uber se aprovechó de mi estado, mi falda, mi braga pequeña y metió su dedo inmundo en mí”, denunció en el mismo escrito.

El 29 % de las mujeres brasileñas reconoce haber sufrido algún tipo de agresión física, verbal y psicológica en el último año, según un sondeo divulgado en marzo pasado y elaborado por la firma Datafolha para el Fórum Brasileño de Seguridad Pública.

En 2016, la Central de Atención a la Mujer recibió 140.000 testimonios de violencia, de los cuales 60,5 % correspondió a relatos de mujeres negras, que son las que más padecen esta lacra.

Entre las iniciativas para combatir este flagelo, un grupo de emprendedores lanzó en Brasil en diciembre de 2016 una aplicación llamada “Femitaxi”, en la que el servicio es operado por mujeres y exclusivo para el público femenino, entre otras iniciativas.

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