Entrevista a Bielsa perdida en el tiempo

Habrá que revisar estanterías, anaqueles, o hurgar en la web para encontrar entrevistas a Marcelo Bielsa, quien se remite a hablar con la prensa sólo en las conferencias. Esto antes o después de los partidos. Acá un extracto de un conversación que se publicó en Clarín hace casi dos décadas. El diálogo es de autoría del periodista Daniel Ruchelsma y fue publicado el 8 de enero de 1998.

¿Le gusta que en el fútbol manden los resultados?

-Está bien que así sea. Pero los números no se analizan, tienen comienzo y fin en sí mismos: gané tanto, perdí tanto y empaté tanto. El análisis es otra cosa. Es preguntarse qué merecí en función de lo que hice, considerando el recorrido y los recursos. Que el que gana es el que cumplió el objetivo, estamos de acuerdo. Pero después hay que analizar. En caso contrario, pongamos que ganó el que obtuvo más puntos y ahí se terminó todo.

¿Fue bueno o malo haber asumido en un equipo que venía de ganar todo? (Vélez)

-Ni bueno ni malo. Es una característica de un compromiso profesional. Prefiero este caso, donde hay riqueza en el plantel y pretensión en el público, a otro tipo de compromiso, como por ejemplo pelear los últimos puestos.

-¿Pero no es difícil intentar un cambio cuando se está en la buena?

-Lo que pasa es que el éxito convence y produce arraigo. Lo difícil es convencerse primero, para llegar al éxito después. Estructuralmente, el Vélez de ahora no es muy diferente del de antes. Y si no tuvimos éxito fue porque el fútbol es un juego y no por la falta de conocimiento con los jugadores al asumir.

¿Le molesta la polémica Menotti-Bilardo?

-Ese es un reduccionismo. Yo prefiero hablar de flexibilidad, de principios defensivos, de una conceptualización más amplia que esa. Auque valoro el trabajo de ambos. Reducir todo a esas dos opciones no encaja con la realidad. Me parece mal que cada vez que alguien marca en zona se diga que es tal cosa y cada vez que marca hombre, se diga tal otra.