Las historias que marcaron a América Latina este 2017

Dentro de las historias latinoamericanas hay una chilena, “Cómo los archivos en microfilme  de la dictadura de Pinochet se hicieron humo”.  En el verano del 2.000, una mujer y un hombre quemaron los archivos de microfilme de los principales órganos de inteligencia de la dictadura militar de Augusto Pinochet. Estos documentos se encontraban en un bóveda del Departamento de Contrainteligencia y permanecieron allí por más de una década, siendo negados por el Ejército cuando los jueces los requerían para las investigaciones de derechos humanos. Este reportaje de Pascale Bonnefoy ganó el premio Periodismo, Memoria y Derechos Humanos 2017 del Museo de la Memoria y el Colegio de Periodistas de Chile.

También está  “Los policía de Río de Janeiro: servir, proteger, matar y morir”.  Los periodistas José Luis Pardo Veiras y Alejandra Sánchez Inzunza se introducen en la lógica de guerra de los policías cariocas. Parten con la historia del policía André Luiz de Oliveira , quien ya perdió la cuenta de cuántas veces ha matado durante 20 años de servicios, “su única certeza, dijo en el salón de su casa, es que cuando entra en una favela va a haber tiros”. La policía de Río de Janeiro en Brasil es la que más muere, pero también es la que más mata.

Y la última historia que vamos a destacar es la de “Somos los nuevos enemigos del Estado: el espionaje a activistas y periodistas en México”. El Gobierno mexicano espía a destacados defensores de los derechos humanos, periodistas y activistas anticorrupción, con el programa Pagasus, que debería ser utilizado para investigar a criminales y terroristas. Desde 2011, al menos tres agencias federales mexicanas han gastado casi 80 millones de dólares en programas de espionaje de una empresa de origen israelí. La investigación de Azam Ahmed y Nicole Perlroth expuso al ciberespionaje mexicano ante el mundo.