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Nacional

12 de Enero de 2018

Andrea Arístegui le pone el stop a Karen Paola tras comentario sobre los piropos: “No soy perro para que me anden silbando en la calle”

Según consigna El Dínamo, todo partió cuando la conductora de Estado Nacional afirmó que “aquí estamos todos de acuerdo que son inadecuados sus comentarios (Pollo Véliz). Yo sí creo que hay algo generacional que, efectivamente, es una mirada de la sociedad y de las mujeres distinta y que, afortunadamente, está cambiando". Por su parte, Karen Paola afirmó que "un piropo, bien dicho, es agradable de escuchar a las mujeres”.

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La periodista Andrea Arístegui le puso el stop a la panelista del “Muy Buenos Días” de TVN, Karen Paola, por unos comentarios que no le parecieron respecto a los piropos y el acoso callejero.

Según consigna El Dínamo, todo partió cuando la conductora de Estado Nacional afirmó que “aquí estamos todos de acuerdo que son inadecuados sus comentarios (Pollo Véliz). Yo sí creo que hay algo generacional que, efectivamente, es una mirada de la sociedad y de las mujeres distinta y que, afortunadamente, está cambiando”.

Añadió que “por eso no da para caritas sonrientes ni chistosas, porque es un tema súper complicado”.

En este punto, Arístegui recalcó que los maestros de la construcción son el fiel reflejo de acoso sexual callejero: “Es un tema que a las mujeres nos hace pésimo y que, a veces, se va corriendo el límite”.

En esta parte del análisis, Karen Bejarano matizó en que hay piropos que son agradables para las mujeres: “Lo que pasa, Andrea, es que ese tuit (de Véliz) gráfica cosas que son demasiados importantes que no las podemos dejar pasar. Un piropo, bien dicho, es agradable de escuchar a las mujeres”.

Profundizó en este pensamiento, indicando que “cuando te dicen algo bonito, te silban, eso es agradable de repente. A uno le sube el ánimo. Pero cuando empiezan a tirarte el piropo grosero… ese, para mí, ya no es un piropo. Es una descalificación. Cuando a uno le da susto, porque se juntan en grupo y te empiezan a tirar palabrotas, eso ya es totalmente descartado”.

Arístegui no dejó pasar su comentario y la frenó en seco, puesto que “yo no estoy de acuerdo contigo, Karen, porque a mí no me gusta que me griten cosas, que me silben, que me digan nada. Yo quiero salir a la calle tranquila. Yo quiero caminar por la calle tranquila. No me agrada que me digan cosas en la calle. Me intimida, me molesta, me avergüenza”.

“Entonces, va más allá de si el piropo es grosero o es bonito, porque además eso siempre queda en el criterio de cada uno. Podemos tener diferencias respecto a eso. A mí, un silbido me parece desagradable, porque no soy perro para que me anden silbando en la calle”, sentenció.

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