Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Mundo

3 de Abril de 2018

Winnie Mandela, la “madre” de Sudáfrica e icono de Soweto

Aunque pocos pueden recitar la dirección exacta, casi todos en Soweto, el gigante distrito de guetos del suroeste de Johannesburgo, sabe apuntar hacia la casa donde vivía “mamá” Winnie Mandela, un lugar hoy de peregrinación para políticos y ciudadanos que le rinden homenaje tras su muerte. Denominada “madre de la nación”, la icónica líder femenina […]

Por

Aunque pocos pueden recitar la dirección exacta, casi todos en Soweto, el gigante distrito de guetos del suroeste de Johannesburgo, sabe apuntar hacia la casa donde vivía “mamá” Winnie Mandela, un lugar hoy de peregrinación para políticos y ciudadanos que le rinden homenaje tras su muerte.

Denominada “madre de la nación”, la icónica líder femenina de la lucha contra la segregación racial y segunda esposa del primer presidente negro de Sudáfrica, Nelson Mandela, falleció este lunes a los 81 años en el hospital Netcare Milpark de Johannesburgo, aquejada de varios problemas de salud que la habían ido debilitando en los últimos meses.

Cuando el fin del régimen del apartheid y la llegada de la democracia (1994) abrió para muchos las puertas a trasladarse desde Soweto a lugares más lujosos, Winnie Madikizela-Mandela hizo bandera de no abandonar su barrio de Soweto, Orlando Oeste, al que había atado su historia familiar y su activismo político.

Menos de 24 horas después de su muerte, por allí han pasado ya cientos de personas a presentarle sus respetos y a acompañar a la familia, incluido el actual presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa.

“La gente está profundamente afligida. La muerte de Winnie Madikizela-Mandela es una gran pérdida. Fue una de las mujeres más fuertes de nuestra lucha, sufrió inmensamente bajo el régimen del apartheid, fue encarcelada, fue proscrita, fue maltratada, separada no solo de su marido sino de sus hijos”, recordó anoche Ramaphosa a su salida de la residencia en declaraciones a los medios.

“Permaneció fuerte, permaneció decidida, fue valiente y, en muchas formas, fue también muy testaruda. Testaruda en nombre de nuestra gente porque sabía que con su disposición sería capaz de inspirar a millones de sudafricanos”, concluyó el presidente.

La puerta de esa casa, situada en la ladera de una colina desde donde se pueden divisar las famosas Torres de Orlando -parada obligada de todo turista que visite Johannesburgo-, mantenía hoy un flujo continuo de visitantes entre fuertes medidas de seguridad.

Uno de ellos fue el ministro de Arte y Cultura, Nathi Mthethwa, quien consideró que la muerte de Winnie Mandela es el “fin de una era” porque cada vez quedan menos de las figuras legendarias que lideraron la lucha contra la opresión racista de la minoría blanca en el país.

“Ella se mantuvo en pie, por eso la llamamos la madre de la nación, por cómo ella siempre estaba allí cuando nuestra gente era asesinada, cuando nuestra gente era expulsada de los asentamientos informales, cuando la gente estaba en la pobreza y ella siempre tenía este sentimiento especial por los menos privilegiados, por los oprimidos”, declaró Mthethwa.

También se dejaron caer por la residencia familiar el líder del partido opositor Luchadores por la Libertad Económica (EFF), Julius Malema, y miembros del Parlamento.

Pero más allá de los nombres propios, también se asoman decenas de espontáneos y vecinos de Soweto que quieren homenajear a esta ilustre -y también muy controvertida- integrante de su comunidad.

“Estoy aquí para presentar mis respetos a una heroína, estoy a título personal como joven mujer negra sudafricana. Fue icónica, representa lo que es ser alguien sin miedo, levantarse sobre las adversidades, seguir luchando y aún así también seguir manteniendo tu vida”, explicó a Efe Yolanda Dyantyi, que se define como activista y reside en Soweto.

Dyantyi consideró que fue una “persona del pueblo” y que prueba de ello es el hecho de que ya en democracia eligiera mantener su casa en la zona de guetos, entre la gente por cuyos derechos luchó.

Aún en estos momentos de homenaje, también ha habido voces en Sudáfrica que han recordado que sus últimas décadas de vida estuvieron marcadas por numerosos escándalos, como el que implicó a sus guardaespaldas, en 1988, en el secuestro y apaleamiento de cuatro jóvenes negros, uno de los cuales murió.

También después fue acusada de malversación de fondos y fraude.

En las calles de Soweto, sin embargo, hoy solo había duelo y celebración de la vida de la mujer que esperó casi 30 años a que Mandela saliera de la cárcel, manteniendo su activismo mientras criaba a las dos hijas de ambos.

La gran despedida de “Mama Winnie” será también en Soweto, en un oficio nacional solemne en su memoria el 11 de abril.

Ya el día 14, Madikizela-Mandela tendrá un funeral de Estado, cuyos detalles todavía no ha divulgado el Gobierno.

Hasta entonces, se sucederán los homenajes bajo distintos formatos, como la marcha convocada para este miércoles por la Liga de Mujeres del Congreso Nacional Africano (CNA), a la que los participantes están llamados a concurrir con flores y velas.

Notas relacionadas