Sufrió una punzada en la pierna: Fernando Solabarrieta relata el violento portonazo que vivió anoche

El periodista deportivo, Fernando Solabarrieta, sufrió la noche de este lunes un violento portonazo en la comuna de Providencia, todo esto en momentos en que iba a dejar a sus padres a su domicilio.

Según consigna El Dínamo, el informe policial apunta a que el profesional estaba dejando a sus papás en las calles Lota con Luis Thayer Ojeda luego de cenar, cuando se percatan de que unos antisociales estaban dispuestos a robarles mediante el método del portonazo.

En medio de los hechos, Solabarrieta sufrió una punzada en la pierna con un destornillador. Por su lado, su mamá se llevó un golpe en la cabeza cuando los lanzas se iban con el BMW del ex TVN.

El periodista relató que estaba “con el motor encendido, cuando de pronto mi papá me grita ¡cuidado! Yo me di cuenta de que en la ventana mía había un tipo encapuchado y amenazándome. Primero pensé que era una broma, que alguien me estaba haciendo una broma pesada. Me demoro como 10 segundos en darme cuenta de que era una situación real. El tipo me baja muy violentamente del auto y yo lo único que atiné a hacer -entre los gritos de mi papá y de mi mamá- fue tratar de demorar un poco la situación”.

Añadió que “como supuse que no era tan tarde y era una calle concurrida… pensé ‘si esto se demora a lo mejor se escapan’. Y, como me demoré un poco en bajar, los tipos se desesperaron y uno de ellos me tiró un punzón en una pierna. Me redujeron y dos de ellos salen corriendo. Yo a esas alturas estaba muy preocupado con lo que pasara con mi mamá, que estaba en el asiento de atrás”.

En este sentido, apuntó que “me di cuenta de que se van dos corriendo a un auto que estaba estacionado 20 metros más adelante, y el otro se sube en mi auto para irse. En ese momento, mi mamá da vuelta para saber qué había estado pasando conmigo y al dar vuelta el auto, el sujeto pasa a llevar a mi mamá y se cayó. Se pegó en la cabeza. Gracias a Dios está bien y mi papá también. Yo tengo un par de lesiones leves producto del forcejeo de cuando me sacan”.

“La sensación es que no eran niños, sino jóvenes de 20 a 25 años (…) Estamos viviendo un país súper peligroso y tenemos que cuidarnos entre nosotros porque la delincuencia nos está ganando”, sentenció.