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Entrevistas

4 de Julio de 2019

Helhue Sukni: “A mí me quiere el ignorante y me quiere el sabio. Me quiere el profesional y el que no lo es. Me quiere el bueno y me quiere el malo”

Celebridad instagramer, amante del oro y defensora de traficantes y ladrones. Tiene tres celulares: dos de trabajo y uno personal que brilla durante las más de tres horas que compartimos con la excusa de esta entrevista. Es su red social por excelencia la que la notifica del éxito: previo a esta conversación subió el video “estoy cansada, pero tengo que salir igual”. Porque sí, Helhue Sukni, la paisana de 53 años está cansada. Viajó por cuatro ciudades de Chile por trabajo en menos de una semana; de regreso a Santiago atendió a cinco personas en su oficina de Huérfanos, al día siguiente tuvo audiencia y más tarde fue hasta Santiago 1 para atender un par de clientes que cayeron por microtráfico. No solo eso: cuenta que no sabe cuántos casos lleva pero que “seguro son más de 100”. ¿Qué opina esta mujer de 53 años sobre Carabineros, Cárceles Vip, los casos de corrupción en el Poder Judicial, de la política y su gremio? En conversación con The Clinic responde esto y harto más. Habla fuerte, llama la atención con su ropa, es hermosa y no tiene tapujos en hablar con garabatos toda la entrevista: por eso pide que la cuidemos. Yo no le prometo nada.

Por

Helhue Sukni nos cita a las seis de la tarde en un bar de la comuna de La Dehesa. Llega con cinco minutos de retraso y acompañada de su mejor amigo, Maxi Fuentes (35), exrostro farandulero y examigo de Anita Alvarado. Se conocieron en 2013 en un programa de canal 5: ahí se hicieron inseparables.

Helhue, era que no, llega llamando la atención: el sonido de sus joyas y la piel que lleva encima rompe con los tonos oscuros y sobriedad del resto de la gente que transita por el bar. Se instala, y antes de cualquier cosa, pide la carta. Tiene sed y necesita algo para pasar el ajetreo del día. Además, como buena paisana, ordena que haya comida en la mesa: “pídanse algo para comer”. Tras la indecisión de los asistentes, ella decide: carpaccio de locos y entrañas para comenzar. También le dice al mesero que le traiga “ese trago colorado”. Él entiende perfecto y a los minutos le trae un Aperol. Y empezamos.

Ya estoy grabando.

-¿Y qué estai grabando? Si todavía no me hay preguntado ni una hueá.

Cuenta que desde el domingo que no para. Que ese día viajó y llegó a las 11 de la noche a Talca. Hizo trámites en el juzgado durante el lunes y volvió en la noche a Santiago. Después partió a Los Vilos, al día siguiente a Ovalle y luego a Puerto Montt. Llegó a la capital y atendió gente en su oficina ubicada en Huérfanos. Salió rumbo a la cárcel Santiago 1 a seguir el caso de dos microtraficantes. Dice que hoy en día ve entre 100 y 150 causas. “Yo soy la que veo todo, soy la jefa, y las cabras, las abogadas, trabajan conmigo. Tengo tres asistentes y la Patricia, mi secretaria de toda la vida, que la amo”, comenta. 

Además de su carrera como abogada, Helhue Sukni Giadalah, -cumple 54 el primero de octubre, aclara-, tiene una ascendente carrera como instagramer. Cuenta, hasta la publicación de esta entrevista, con 298 seguidores y sus videos, que siempre se inician con un ya característico “Hola amigos”, superan los mil comentarios. Cifras que ya se quisiera cualquiera.

¿Cómo se dio tu personaje en redes sociales?

-Soy una estúpida, soy una payasa. Es que la gente del programa No culpes a la noche quería que yo les mandara un video de todas las estupideces que hacía en Punta Cana. Entonces grababa videos de payasa, de las cosas que hago en el día y que son entretenidas. Ahí empecé a hacer registros todos los días y mucha gente empezó a seguirme. 

Te convertiste en una verdadera influencer de Instagram

-Sí, pero no me pescan mucho las marcas, porque según ellos yo no soy un buen referente. Por ejemplo, la Valentina de Soy Tendencia es encantadora, pero tiene la mitad de mis seguidores, y a ella le regalan marcas de lujo, le regalan viajes y a mí no po, porque las marcas dicen: “¿cómo vamos a estar con la hueona que defiende a los narcos?”.

Pero igual te llegan cositas…

-Sí, me llegan. Me ha llegado champú, me llegaron unos Block Colón, una niña me fue a hacer las manos una vez, me mandaron un bikini, pero no de marcas tan grandes.

Oye, ¿y quién graba tus videos?

-La persona que esté, donde esté: el otro día el estacionador me grabó. 

¿Y lo haces de puro payasa no más?

-¿Sabes por qué lo hago? Te lo juro por mi papá que no es por tener seguidores, es simple y llanamente porque la gente me escribe: “me alegraste el día. Lo necesitaba”.

¿Y te llega mala onda o solo cosas buenas?

-No, 99% son cosas buenas y pobre del hueón que diga algo malo, porque el resto lo hace mierda, los otros lo destruyen. Yo no tengo para qué contestar ninguna hueá, nada, el resto se encarga. El otro día venía de Iquique y una cabra en el avión me dijo: “Tú me haces el día”, por los videos que subo. Y es porque los alegro, dicen que tengo muy buena energía. Yo sé que es feo decirlo, pero ¿sabes por qué le caigo bien a la gente?, porque yo soy buena de verdad. Yo no le deseo mal a nadie, no soy envidiosa, no soy cahuinera, no soy ambiciosa. O sea quiero tener mis cosas y las tengo, y una vez que ya las tuve no quiero más. Yo quería una casa en La Dehesa, la tengo. Quería un departamento frente a la playa, en Reñaca, y lo tengo. Yo quería tener un auto de lujo y ahora tengo mi Porsche. Quería andar llena de joyas y ando llena de joyas, yo quería conocer el mundo y lo conocí puro sacándome la cresta ¿me entiendes? Entonces lo único que le deseo a la gente es que sea buena, que no le haga daño a nadie, que no sea envidiosa ni mala, que no tire malas vibras. En verdad yo le deseo a todo el mundo que le vaya bien en la vida, de verdad. Ahora, cuando alguien me caga, lo odio y le echo maldiciones encima, ahí me pongo mala, pero es por el momento nomás, nunca es en serio. A lo más digo: “A este hueón Dios lo va a castigar. Dios se va a encargar” ¿y sabes qué? Dios siempre se encarga, es una hueá increíble. 

¿Te han cagado mucho?

-Sí, me han mariconeado, pero Dios los castiga después. Yo no hago ninguna hueá: te lo juro por Dios, no hago nada, pero es increíble como después cagan. Es que tú no puedes morder la mano del que te da de comer, no puedes hacerlo.

Necesito que hablemos del video de la tristeza, me conmocionó, es mi favorito.

-Por eso soy la impulsadora de tener hijos, porque a todas las huevonas les digo: “tienes que tener hijos, tienes que tener hijos”, porque yo siempre he pensado que hay que tener hartos hijos para no quedarte sola. Y total que ese día, no me acuerdo si era viernes o sábado, me quedé sola. Me tuve que tomar mi champañita sola y fumar con mi marido -el cigarro-. Y na’ po, me tuve que entretener con la novela turca ¿Y tú quién eres?

Es que si estoy enamorada de alguien en la vida, es del protagonista, del papá de la cabra chica. Ese es lejos para mí el mejor hombre que he visto en la vida, si es por vivir con él, yo entregaría todas mis joyas. A ese nivel: yo a mis joyas las amo. Es lejos el más regio, el hombre perfecto, es que lo miro y le he sacado hasta fotos en la tele, pero mira qué estúpida.

 

 
 
 
 
 
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Estoy más o menos triste 😔❤️

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(Una llamada de Fadwa, la mayor de sus hijas, interrumpe la conversación. Quiere saber dónde está su mamá y con quién. Mientras Helhue habla por celular, interrogo a Maxi Fuentes por su amiga).

Maxi, ¿qué clase de amiga es la Helhue?

-La Helhue es tan yunta, es tan amiga, que si tú le dices: “hueona, maté a un hueón”, ella te dice: “ni un problema, te tapo el cadáver”.

Básicamente, la clase de amiga que todos necesitamos.

-Claro, es la amiga perfecta, alcahueta, consejera, apañadora y además, prende con agua. ¿Te acuerdas cuando celebraste el cumpleaños en el estadio Palestino y a las cuatro de la mañana había shawarma? -pregunta dirigiéndose a Helhue- Trajeron tres máquinas de shawarma, y consomé y copete a destajo. 

Helhue: Ahí fue cuando cumplí 50 años.

MF: Sí, y estabas con el amore, con el italiano.

¿Es tu pololo?

-Era mi pareja.

¿Y qué pasó?

-Mis hijas lo corretearon. 

¿Por qué?

-Porque no les gustaba. No les gusta nadie.

¿Y por qué les haces caso?

-Porque uno siempre tiene que elegir en la vida y uno elige a los que más quiere, y lo que yo más quiero en la vida son mis cabras.

Pero en algún momento las cabras se van a ir.

-Ahí veré. No me falta. 

Igual es un hermoso privilegio que tus hijas te banquen tanto ¿o no?

-Sí, sabes que la Tamane, mi prima, me dice: “Bebe -mis hermanos me dicen así- tienes que darle gracias a Dios por las hijas que tienes”, porque es impresionante. Yo llego en la noche, cansada, hecha bolsa y lo único que quiero es llegar a mi pieza, acostarme, no ver a nadie, y ver mi novela turca. Y resulta que están las cabras chicas arriba con amigos y me gritan: “¡mamá, sube, sube!”. Me obligan a subir y están con pura cabrería y yo tengo que subir a tomar champaña con ellas. Imagínate, ¿qué hijo de 27, 25 o 23 años te invita a que subas a compartir con sus amigos? Yo quedo raja, porque las cabras jóvenes con que duerman dos horas están con vitalidad, pero ahora ya tengo 53 años y no es lo mismo. Igual duermo cuatro, cinco horas y me cuesta levantarme, pero me levanto igual, y después que me ducho, digo: “estoy bacán, me siento la raja y todo”. Igual tengo que andar acompañada con alguna abogada que viaje conmigo porque de repente me voy quedando dormida y tengo que parar en las bombas y dormir media hora.

Háblame de ellas, las mencionas harto en redes sociales

-Tengo tres niñitas. La mayor tiene 27 años, se llama Fadwa, ella está estudiando para el exámen de grado, está lista para ser abogada. Después está la Guidad, que tiene 24, ella es psicóloga ya recibida y todo, pero estamos con problemas con la pobrecita po, hueona. Estudió en la del Pacífico y los hijos de puta se echaron el pollo. Y la Samia, mi bombona, que está estudiando párvulos.

Chuta, leí por ahí lo de tu hija que estudió en la Universidad del Pacífico.

-Claro, lo único que tiene es un certificado con unos timbres aperquinados que dicen que se recibió con un 6,5 po, conchetumadre. Ella estudió psicología transpersonal y ahora está haciendo un diplomado relacionado a eso. No sé, yo no entiendo nada, porque a mí no me gusta la psicología. Es más, me carga, hueona. 

¿No te has terapeado nunca?

En mi vida he ido a un psicólogo. No, ¿para que me hablen hueás? Si yo hago lo que yo quiero, hueón. A mí me dicen el cielo está verde y yo lo veo azul, y yo le digo: “no, la hueá es azul”. Entonces no me sirven ni los psicólogos ni los psiquiatras. 

¿Tus hijas son tu alegría o igual te hacen rabiar?

-Son mi razón de vivir. Estai loca, hueona, no paso ningún mal rato con las pendejas, ni uno. A mí me hacen más rabiar las abogadas y las hueonas que trabajan conmigo, más que las cabras chicas mías. Siempre lo digo. A mí, mis niñitas, no me hacen rabiar: hice tan buena pega, de verdad, Valentina, hice una pega que te juro, son ellas las que me cuidan a mí ahora. Ellas me retan y me cuidan la caña. Es que recién a los 45 años me puse a tomar.

¿En serio?

Sí po, no tomaba antes. Porque soy hija de musulmanes y no podemos tomar trago los musulmanes.

¿Por qué decidiste romper con eso?

Porque probé el pisco sour, me picó la garganta y me gustó. Después champañita, porque la champaña no te engorda y bueno, tomo champaña, pisco sour, Aperol y cuando estoy en el Caribe, ron con Coca Cola. Odio el whiskey, hueona, odio la cerveza, la odio. Porque las pendejas mías toman michelada en la mañana cuando están con caña. De repente tomo vodka, porque el vodka no engorda. Trato de no engordar, hueona, pero engordo igual.

ELEGANTE Y PELUSONA

Igual tienes tus pololos, me imagino…

-Hueona, tengo más arrastre, pero este es el hombre que más quiero en la vida -y muestra una foto de un hombre mayor-.

¿Es tu padre?

-Sí. 

MF: Lo quiere más que a sus hijas. 

¿Y cuántas veces lo ves?

-Un día a la semana, los domingos, pero es sagrado, es que en la semana no puedo ir. Y por eso la gente me pone en Instagram: “hoy día no se fuma ni se toma”.

¿A quién admiras, quién es tu referente?

-Mi madre. Ella me enseñó a comer, porque yo creo que una de las cosas importantes en las personas, y que me atrae, es aquel que sabe comer. Mi madre es una persona que me he enseñado muchas cosas, ella es muy educada, muy dama, muy señora, muy todo. La hueá de las joyas, de las pieles, las adquirí de ella. Esto de ser educada, de saber sentarse. Ella es un referente significativo para mí, pero en orden a la educación que me dio, a las formalidades, esto de ser decente. Pero yo soy tan pelusona que de repente me dice: “no sé a quién saliste tan ordinaria”, porque ella es muy dama, muy elegante, muy todo. 

Suena a que también es dura.

-Dura, dura, por eso quiero más a mi papá que a mi mamá.

¿Has tenido vecinos que te miren feo por ser como eres?

-No, estai loca, para nada. Bueno, a los vecinos no los cacho mucho porque en el fondo trabajo todo el día. Pero a la peluquería donde voy son todas las pitucas encantadoras, amorosísimas, se vuelven locas conmigo, de verdad. 

¿Por qué crees que se vuelven locas contigo?

-Porque me encuentran simpática, me encuentran auténtica, que no escondo nada, y que soy como soy y que digo las hueás como son. A mí me quiere el rico y el pobre. Me quiere el ignorante, me quiere el sabio. Me quiere el profesional, me quiere el que no es profesional. Me quiere el bueno, me quiere el malo. 

¿Cuál es el máximo lujo que te das? Igual te sacas la cresta todo el mes, por lo que veo.

-Viajar a Europa una vez al año, tener mi Cayenne, que me lo compré en 2018. Comprarme mis cositas Louis Vuitton, cosas así. Igual tengo un monedero de un senegalés.

Por lo que entiendo siempre tuviste una situación más o menos acomodada. 

-Yo vengo de buena cuna. Mi papá, recién casado con mi mamá el año 1961, arrendó una casa en Virgilio Figueroa con Cuarto Centenario. Mi papá cuenta que en Apoquindo pasaban carretas, que pasaba uno que otro auto, que existía el puro Teatro Las Condes. Mi papá tuvo visión, dijo este va a ser el barrio del futuro. 

Le achuntó medio a medio.

No se equivocó. Y siempre dijo, a mis hijos los voy a tener en un buen barrio para que tengan buenas amistades, porque las amistades sirven. Y toda la vida me tuvieron en buenos colegios, puros colegios ABC1. Nunca pasé pellejerías, como digo yo. Por ende, a las niñitas mías, menos las hago pasar pellejerías, por algo me saco la chucha trabajando porque las tengo como reinas y no le pido un peso al padre. Ni un peso, hueona. Es más, cuando las cabras le piden plata para bencina, porque de repente no tengo plata, yo les digo: “no le pidan ninguna hueá, yo me consigo”. 

 

 
 
 
 
 
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El trabajo, el Dr y el brasero ❤️

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EL MUNDO SEGÚN HELHUE

¿Qué opinión tienes de Carabineros de Chile a raíz de toda la crisis de la institución?

-Tengo muy buena opinión de Carabineros de Chile, pero tengo mejor opinión de los que están abajo que de los que están arriba. Con lo que se supo, la media cagá que se mandaron, con toda la plata que robaron, no sé, lo encuentro el colmo de los colmos. ¿Cuánto gana un paco raso? Ellos son los pobrecitos que hacen turnos, se cagan de frío, son los que pasan las noches en vela. Te juro que lo encuentro insólito. Son los jineteados -así los llaman los presos- los que se roban la plata. 

¿Es por eso que defiendes a traficantes y ladrones?

-Yo defiendo a esta gente porque yo siempre he defendido a la gente, en el colegio siempre defendía a mis compañeras -por algo me echaron de cuatro colegios-. Yo defiendo a los “delincuentes”, porque por último, si lo hacen, lo hacen por necesidad. O porque tienen el ejemplo a seguir de los padres, porque, a lo mejor, el papá está preso, el abuelito estuvo preso, o la mamá. No tienen un referente, no tienen un patrón. 

Lo que no puedo tolerar y para mí es impresentable e inaceptable, es que un hueón que tiene una profesión, que tiene un trabajo, se aproveche de ese trabajo para poder delinquir o robar. Esa hueá si que no la soporto: los carabineros que roban, los milicos o los abogados. ¿Sabías que hay 80 abogados que han sido condenados por ingresar drogas a las cárceles?

No tenía idea.

-Sí, 80 abogados condenados por ingresar droga a la cárcel, encuentro que escapa a toda lógica. Yo no puedo entrar a la cárcel con mi cartera: tengo que entrar con las cosas en la mano, con los anteojos porque tengo presbicia, el pañuelo desechable, lápiz labial, mi estuche de lápices, etcétera. Lo encuentro el colmo y lo más chistoso es que, después, esos mismos abogados están atendiendo presos en Santiago 1. Eso lo encuentro escabroso, me corroe el cuerpo.

¿Por qué te molesta tanto?

-Porque si te ganaste un título estudiando, supuestamente, se supone que no te lo regalan. Porque yo me saqué la chucha para poder ser abogada y puta, tienes que trabajar legal, o si no cámbiate de bando y no trabajes en lo tuyo. Sé un delincuente, como le encanta decir a la sociedad. Simplemente lo encuentro inaceptable. Hoy día estaba en Santiago 1 y vi a un abogado sentado como con diez presos y el huevón estuvo preso en el mismo Santiago 1. ¿Cómo no va a ser impresentable?, perdóname. 

¿Y viste la noticia de las cárceles vip? ¿Qué te pareció?

-Mentira, ¿a qué le denominan cárceles vip? Mira, las cárceles hoy día están podridas. ¿En qué sentido? Cuando mostraban las fotografías ¿qué tenían? Piso flotante, pagado con la plata de ellos ¿qué tenían? Un televisor, cosas así, pero en vez que tengas piso de tierra o de cemento que te cagas de frío, ¿qué tiene de malo que pongas un piso flotante para poder vivir mejor? O sea si estás cumpliendo tu condena ¿cuál es tu pena? Estar privado de libertad, pero igual tienes que tener condiciones humanas, no que te pasen los ratones por las patas o bañarte con agua helada en pleno invierno.

No te imaginas la cantidad de cabros que cuando llegan me dicen: “mire señorita”, y me muestran los brazos y van llenos de chinches. Si tiene la posibilidad de poner un piso flotante, o de madera o poner cerámica, si tiene la posibilidad de arreglar un baño, de no sentarse en los baños porque tengo entendido que en la peni, los baños son hoyos, no hay tasa de baño, o sea, hacen caca parados en los hoyos. Si tienen la posibilidad de poner una tasa de baño ¿tú lo encuentras malo? Yo no lo encuentro malo. La posibilidad de poner una ducha con agua caliente y no una manguera colgando, de qué estamos hablando. 

¿Qué te pareció el caso corrupción que se destapó en Rancagua? ¿te sorprendió?

-Quedé pa la cagá po hueona, sí po, porque el Poder Judicial nunca… No, hueona. Me quemo entera, que no hay corrupción. Que te caiga una sala buena, es que sabís que el juez te va acoger el recurso o te van a dar la libertad. Esa hueá la hacemos todos los abogados que cachamos.

Si hay un juez más garantista de turno en una sala el día sábado, puta, tirai un recurso el día miércoles, para que el tribunal lo acoja el día jueves, lo suba el viernes y se radique el sábado po. Sí po, es pillería, pero es legal. Por ejemplo, si yo, puta, voy a alegar una revisión de prisión preventiva y cacho que el juez que está es duro, no es garantista y no me la va dar, yo pido un nuevo día y hora. Pero esa hueá que hago no es ilegal. Para qué voy a pedir una hora cuando sé que voy a dar la cacha.

¿Conocías algo, habías escuchado?

-Mira, había escuchado… Pero yo hueona, que me registren. Es más, que me pinchen mis celulares porque de verdad, que lo único que lograrían pinchándome los celulares sería cagarse de la risa con todas las hueás que hablo, te juro. Y con los acreedores cuando me llaman para cobrarme, hueona. “Señora Helhue Sukni, ¿cuándo va a pagar el dividendo y la hueá?”, dicen. “No, cuando me pague mi jefe, que me paga los 30”, les respondo. Y es mentira.

¿Entonces el poder judicial no es corrupto?

-No, hueona. Me quemo viva. Pero este país está mal.

¿Por qué dices eso?

-Los profesores quieren más plata y les encuentro razón po, si les pagan dos chauchas. Pero también hay que ver la salud, ¿cómo está la salud, cómo están los hospitales? Cómo puedes explicarte que el hospital San José va a terminar de construirse en 2026, conchetumadre, y estamos en el 2019, o sea, quedan seis años más. Y en Las Condes te levantan un edificio en tres o cuatro meses. Pero por otro lado, ¿cuánto gana un diputado? Yo me quedé plop, perpleja, anonadada, cuando supe que los diputados y senadores no van todos los días a trabajar. Yo te juro por Dios que no sabía, mira la hueona ignorante. Pero es que a mí me carga la política, me carga. 

¿Votas?

-A veces voto y a veces no, pero, para las elecciones pasadas preferí quedarme tomando sol. Sí, porque como fue en verano, estaba relax, en la piscina tomando sol, tomando champaña, qué iba a ir a dar la cacha, estaba Guillier, que no tiene ningún brillo y estaba Piñera. Puta, yo soy de izquierda, no soy de derecha, pero entre Guillier y Piñera preferí abstenerme, preferí quedarme en mi casa tomando sol, la verdad. 

¿Y antes habías votado?

-Siempre he votado, toda la vida. Cuando era joven voté por el NO y andaba con mi chapita acá -se toca el pecho-, participaba de la socialdemocracia, que era como la extensión, la prolongación del Partido Radical. Pero después ya nunca más.

¿Cuándo surgió tu desencanto con la política? 

-Cuando he visto tanto ladrón, tanto de la izquierda como de la derecha. Se ha mostrado tanto en televisión. Claro, que yo sé que la televisión exagera, maximiza las cosas, pero, igual, no sé, estoy sumamente decepcionada de la política. 

¿Y no hay nadie a quien le creas o que al menos te caiga bien?

-O sea, de caerme bien, me encanta Francisco Vidal. Puta, lo encuentro la raja, me encanta, súper simpático y todo, pero eso no más.

¿Y los diputados más jóvenes no te llaman la atención?

-No, el Gabriel Boric se manda condoros y después se retracta de las cagadas que se manda. Ese cabro chico se rió por la camiseta del Jaime Guzmán, eso es improcedente, impresentable, no puedes hacer eso porque es una persona que murió y a todos los finados merecen respeto. Encuentro que ahí se condoreó el cabro chico, pero bueno, todos nos mandamos cagadas en la vida. 

Mira Daniel Jadue, y no es porque sea de la Colonia, pero considero que él es la raja. Piensa tú que a él se le ocurrió lo de la farmacia popular y ahora Lavín le está copiando. ¡niña por Dios! Y eso que Lavín era el creativo: acuérdate cuando fueron a buscar nieve para los niños en invierno y arena de playa para el verano, para la risa. 

¿Todavía te sigues considerando de izquierda? 

-Yo voy a ser de izquierda hasta la muerte. Es que me gustaba el pensamiento de Lenin, pero es un pensamiento que no puedes aplicar ¿y sabes por qué? Porque estos huevones no lo aplican de corazón. Por eso yo jamás podría participar de la política. 

¿De verdad no te gustaría?

-No, no, porque mis mociones serían pa’ la gente y me mandarían a la chucha, me odiarían todos, pero yo iría todos los días al Congreso, mierda, y apuraría las leyes, sería consecuente. Si soy una hueona socialista, sería consecuente con mis dichos. 

AMOR POR EL DERECHO

¿Recuerdas el momento en que decidiste estudiar derecho?

-Toda la vida. De los diez años que defiendo a la gente. Un día me pregunté: “¿y qué tengo que hacer en la vida?”. Respuesta: Defender gente. Aparte de cabra chica me gustaba ver las películas gringas donde se paraban y la hueá. Igual pensé en estudiar teatro, pero como segunda opción, no como una vida. Además la carrera, en mi época, era una carrera elitista y como a mí me gusta la elegancia y las hueás decentes; tercero, que, aparte de saber la ley, me enseñaban historia, y a mí me gusta mucho la historia. Una de las cosas que quiero hacer en mi vida es estudiar historia, porque me apasiona. Además era una profesión que me iba a hacer desarrollar muchas cosas en mi vida, implicaba, entre muchas cosas, defender gente. Yo nunca he ido en contra de alguien, nunca he sido querellante. 

¿Por qué?

-Porque sería inconsecuente, yo toda mi vida he sacado gente de la cárcel ¿cómo voy a estar metiendo gente presa? De hecho, ahora, recién tomé una querella de un hueón que mató a un hombre peruano porque era gay y le pegó 24 puñaladas al peo. Ese caso me llegó al alma y tomé la querella. Es la segunda vez que hago una. 

¿Nunca te has arrepentido de trabajar en esto?

-Jamás. Yo vuelvo a nacer y vuelvo a estudiar derecho. Creo que todo lo que he hecho en la vida ha sido consecuente con mi manera de ser y de pensar y, de verdad, no estoy arrepentida de nada. 

¿Cómo te fuiste acercando a este lado de la justicia?

Primitivamente lo que más tenía eran ladrones y después empecé de a poco más con los traficantes, pero se fue dando, porque muchos de mis ladrones se cambiaron de bando. 

¿Y se fueron contigo?

-Claro, colgaron las pistolas y sacaron las pesas. 

Oye, ¿tú nunca has tenido un dilema ético con defenderlos?

-No, porque el derecho a defensa está consagrado constitucionalmente. Artículo 19, número 7 de la Constitución.

¿Te sientes respaldada por este mundo?

Fíjate que no me siento nada tan respaldada, porque cuando llego a la casa igual ando cagá de miedo que no me vayan a hacer un portonazo.

MF: No, pero igual te respetan po hueona.

HS: Igual el otro día iba llegando a mi casa y había un Mercedes Benz y habían tres cabros adentro y yo dije: “ah, estos culiaos andan chaneando”. Me acerqué y les dije: “¿qué están haciendo acá, hueones?”. Me dijeron: “Señorita Helhue, disculpe”, y se rieron. 

¿Y te conocían?

Sí po, pero a mí me conocen de antes, no por la tele no más.

¿Y eso si no es protección, qué es lo que es?

-En el fondo los hueones deben haber dicho, ni cagando me meto con ella porque las pierdo todas.

¿Qué mensaje te gustaría dejarle al público que te sigue?

-Que trabajen, que trabajen, que trabajen, porque el trabajo es la única hueá que te va a sacar adelante. Que traten de ser felices y si no pueden ser felices que al menos lo intenten. Que todos los días le den gracias a Dios por estar vivos porque uno se puede ir en cualquier momento. Que sean perseverantes, que aun cuando se encuentren con gente mala en el camino que den un paso al costado, que no le hagan daño a nadie.

¿Perdonas cuando te hacen daño?

-Me pueden tirar todo encima, pero yo perdono, hueona. Yo en el momento digo: “te odio concha de tu madre, te quiero matar”, pero pasan dos días y se me olvida. En el momento yo soy ojo por ojo, diente por diente, pero yo perdono todo. La gente que me ha cagado, yo igual la he perdonado.

¿Pones la otra mejilla? 

-No, no pongo la otra mejilla, pongo los balazos -risas-. Pero no, nunca he tenido un arma en mi vida y no la tendría, encuentro que las armas son lo peor que hay.

¿Por qué son lo peor?

-No, porque las armas las carga el diablo. No, de verdad que no. Nunca me he querido comprar una pistola, nunca. No, no me gustan las armas. Las armas son para la guerra y como no me gusta la guerra, no me gustan las armas. ¿Por qué? Porque las armas matan y no me gusta la muerte; de hecho, le tengo miedo a la muerte. 

¿Por qué?

-Porque no me quiero ir po, hueona. Estoy comiendo mi rica rúcula, mi rico carpaccio, me gusta la vida, me gusta esta vida. A eso le tengo miedo: a la muerte, pero a veces creo que no debe ser tan fome la hueá.

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