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Nacional

26 de Julio de 2019

SISS redujo en más de 300 millones de pesos multa a Essal: la empresa argumentó que verter caca en el Lago Llanquihue no afecta la salud

El caso se remonta al año 2017, cuando se detectó "el vertimiento no autorizado de aguas servidas sin tratamiento". Sin embargo, la empresa se defendió señalando que "no es posible afirmar que la salud de la población se vio afectada" y argumentó que "la concentración de coliformes fecales no es permanente".

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Se sigue profundizando la polémica que envuelve a la empresa Essal, encargada del abastecimiento de agua potable en la región de Los Lagos, ya que esta vez se destaparon nuevos antecedentes que apunta al principal órgano fiscalizador.

Según detalló el Diario Financiero, el pasado 27 de mayo -sólo algunas semanas antes del derrame de petróleo en Osorno- la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) redujo en un 82% una millonaria multa aplicada a la empresa por contaminación fecal del Lago Llanquihue en 2017.

La compañía había sido castigada con más de 412 millones de pesos en junio del 2018, sin embargo, Essal presentó una demanda ante el 2° Juzgado Civil de Puerto Montt para dejar sin efecto la sanción o que se rebaje “sustancialmente”. La SISS cedió y finalmente la firma sólo tendrán que pagar 76 millones de pesos.

¿Cómo logró esto? Inicialmente, la SISS había acusado a la empresa de poner en riesgo a la población tras el “vertimiento no autorizado de aguas servidas sin tratamiento en el Lago Llanquihue”.

Sin embargo, la firma se defendió asegurando que “no es posible afirmar sin antecedentes objetivos y acreditaciones documentadas que la salud de la población se vio afectada por una exposición de aguas servidas en un sector de roqueríos y donde tributan otros afluentes de forma constante que no son resposabilidad de Essal”.

En la misma línea, la compañía fue más allá y aseguró que no existen parámetros físicos y químicos para establecer la posibilidad de que las aguas servidas afectan la salud.

“Un antecedente comprobado que la única enfermedad conocida y consecuente al consumo del agua relacionado con E. Coli es la fiebre tifoidea y no existen antecedentes sobre casos de este tipo en la región”, argumentaron.

Además, puntualizaron que “debe quedar claro que la concentración de coliformes fecales no es permanente, puesto que las bacterias mueren con la luz del sol (rayos UV), por lo que sólo permanecen por pocas horas”.

Essal también apuntó a una “inexistente mantención” de los colectores de aguas lluvias que son de responsabilidad estatal y/o municipal.

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