[Columna] Haydee y el pez volador: uno de los rostros femeninos de la tortura en dictadura está en Sanfic

Este martes se estrenó en Sanfic el documental “Haydee y el pez volador”, que trata, justamente, sobre Haydee Oberreuter, una ex estudiante de Historia de la Universidad de Chile y ex miembro del MAPU, quien fue secuestrada y torturada de la manera más inhumana y cruel imaginada, en 1975, por agentes de la Armada y en plena dictadura, con 21 años y un embarazo de cuatro meses.

Pero, Oberreuter, no es sólo una de las 290 mujeres que sufrieron crímenes de lesa humanidad por parte de las Fuerzas Armadas y que quedaron registrados en el Informe Valech. Ella es también ejemplo de valentía, resiliencia, lucha y amor, ya que no sólo tuvo que convivir con su apresamiento en el cuartel Silva Palma de la Armada, donde los agentes de inteligencia quisieron jugar a “ser” doctores, realizándole una pseudo “autopsia”, hendiéndole un corte desde el pecho hasta la pelvis, lo que le provocó un aborto y, en consecuencia, la pérdida de su hijo Sebastián. Su pez volador, como lo llama ella.

Este crimen de máxima crueldad y ensañamiento hacia las mujeres era una práctica más común de lo que se cree por parte de las Fuerzas Armadas. No sólo había un sesgo ideológico en los crímenes cometidos en la dictadura, sino también una especie de correctivo o, más bien, un recordarles que su sitio era en la casa, con sus esposos e hijos, y no la calle, luchando por causas sociales o estudiando. Había que devolverlas al lugar del que nunca debieron salir y bajarles esas ínfulas feministas y liberales de una época libertina.

Pero Oberreuter era una de ellas. Una mujer independiente y luchadora, que ayudó a esconder dirigentes, que sobrellevó la tortura que sufrieron su madre e hija Eva de un año y meses, ambas apresadas para obligarla a entregarse a la Armada. La misma mujer que marcó un hito en la historia de Chile al ser el primer caso condenado por tortura contra una embarazada en el país y por condenar -por primera vez también- a los cuatro agentes de la Armada que la torturaron (2016), después de 10 años de lucha jurídica y 40, desde ocurrido los hechos.

Cabe mencionar, que este veredicto histórico y todo lo que ha sucedido durante esa década, no hubiera sido posible sin el actuar de distintas personas desinteresadas que se unieron, sin saberlo, en torno al dolor vivido por Oberreuter. Todo comenzó con un reportaje realizado por la periodista Alejandra Matus a ésta, en 2004; texto que conmovió profundamente al abogado Vicente Bárzana, quien presentó una querella ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso por crímenes de lesa humanidad; seguido del juez Alejandro Solís, quien condenó por primera vez a agentes de la Armada; al médico Jorge Villegas, por guardar los registros de las cicatrices imborrables de Oberreuter; y al sacerdote Mariano Puga, por el apoyo y consejo que le dio siempre a Oberreuter.

Por último, como bien dijo Haydee Oberreuter, quien hoy en día es activista y legalmente está reconocida como una ex presa política, el documental y su vida “es una historia que se tejió con hilos de oro”, donde ella no sale inmune, por cierto, pero sí victoriosa siendo una mujer más fuerte que antes, sin odio y mucha perseverancia para seguir luchando por la justicia, la verdad, la memoria y la visibilidad de las mujeres en dictadura.

El documental- dirigido por Pachi Bustos- se emitirá mañana viernes 23 por última vez en SANFIC a las 19:00 horas en el CineHoyts Vivo Imperio y desde el 7 de noviembre en adelante se celebrará su estreno a todo público.