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Opinión

8 de Noviembre de 2019

Columna de la Frutilla de Derecho al Humor: La izquierda y la derecha Unidas Jamás serán Vencidas

"La clase política chilena lleva días armando un gran circo, nos está dividiendo, nos está dando calmantes y se siguen riendo de nosotros, porque si bien la sociedad despertó, los años de mala educación pesan y los más preparados ya fueron comprados por el mercado, pasaron de la periferia a los barrios más acomodados y ven su pasado como algo que se debe eliminar y olvidar…", escribe la Frutilla de Derecho al Humor.

La Frutilla de Derecho al Humor
La Frutilla de Derecho al Humor
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Nicanor Parra lo dijo La izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas” con el paso de los días creo que lo de Parra fue una predicción, si vemos el escenario actual de Chile resulta fácil darse cuenta que la gente quiere cambios concretos, pero ambos sectores tanto derecha como izquierda se han dedicado a legislar de manera confusa y bajo un circo mediático nefasto propio de una unión tacita de dos bandos que quieren proteger su fuente de riqueza.

Mucho se habla de reformar la constitución, pero todos sabemos que reformar una constitución es un camino largo, lo cual significaría renunciar al movimiento y volver a depositar la confianza en los mismos políticos de siempre. Antes eran dinosaurios ahora son jóvenes corrompidos por la mentalidad de un dinosaurio, para reformar la constitución tendrás que ir “cabildos”, te harán sentir que te escuchan, pero finalmente ellos votaran y aprobaran lo que quieran. Decir reformulemos la constitución es ponerte en contra de tus familiares, amigos y vecinos automáticamente peleando por “supuestos”, además seamos realistas: ¿Chile es un país cívicamente preparado? ¿Los chilenos conocen la constitución? Si la educación cívica fue eliminada un tiempo de los planes de educación, toda esta discusión de asamblea constituyente no es más que calmantes para la gente. Quédense tranquilos, sigan trabajando y produciendo, después de sus trabajos o el fin de semana vayan a los cabildos a tomar cafecito, comer galletitas y pelear por utopías.

Hace poco Piñera decía que crearía un impuesto a la propiedad de los más privilegiados y suena bastante irónico tomando en consideración el historial tributario de algunas de sus propiedades. No solo de Piñera, Bachelet y muchos otros políticos han caído en lo mismo, la mayor recaudación de impuestos es la que generamos todos los chilenos: el IVA, cuyo 19% es fácil de recaudar, pero ¿en qué se gasta? En tantas cosas que con suerte y siendo generoso un 1,9% va a parar a bienestar social. Todo lo demás se destina a costos de administración pública y un montón de cosas injustificadas que hacen más rica a la derecha y la izquierda, pero claro, como nosotros pagamos el precio final del bien o servicio, y estamos acostumbrados, da lo mismo, hemos vivido siempre con este impuesto regresivo.

La derecha y la izquierda en medio de su circo dejan de lado abordar un debate serio sobre “la reintegración tributaria”, un instrumento que serviría para recaudar una gran cantidad de dinero, que podría ser destinado a bienestar social. Ahora se pueden aplicar y recaudar muchos impuestos, generar una gran piscina de plata pero vuelvo a lo mismo ¿De qué sirve si se gasta y despilfarra en cosas innecesarias?

Por eso es importante disminuir la dieta parlamentaria y los sueldos en el sector público; pero volviendo a la disminución de la dieta parlamentaria, resulta fundamental distinguir dos aspectos: una cosa es el sueldo base de los congresistas, la otra son las regalías y beneficios. Por ejemplo: contratar “asesores” (otro puesto inventado para pagar favores políticos), además gozan de viáticos, se les paga la bencina, entre otras cosas.

Se ha discutido mucho sobre este tema en el congreso y nunca llegan a acuerdo, porque obviamente no les gusta que les toquen el bolsillo, pero como son tan buenos y conscientes en lo que sí llegaron a acuerdo es en limitar la “reelección”, modificación que tiene una letra chica grotescamente asquerosa.

Mucho se habla de “perdonar al CAE” pero con el paso de quintiles a deciles se hizo más difícil la posibilidad de ser titular de becas y encontrarse dentro de los más vulnerables, por eso resulta muy populista decir perdonemos el CAE pero solo a los que en la actualidad tendrían gratuidad de esta forma. Se ve todo bonito en la prensa, van los políticos al Mega a anunciar su gran proyecto, se aprueba, entra en vigencia y cri cri cri casi nadie obtiene el beneficio, solo los más vulnerables y quién sabe, tal vez ni siquiera lograron terminar su carrera y solo mantenían la deuda. La izquierda y la derecha se han preocupado más de perdonar deudas del sector empresarial; si las hubieran cobrado ¿Cuántos CAE y Fondo solidario se hubieran pagado?

También se habla de un Aumento del salario mínimo pero es necesario aclarar que se trata de un ingreso Mínimo Garantizado. Con esta medida no se está aumentando el sueldo directamente, ya que la letra chica nos dice lo siguiente, si ganas menos de ese monto, trabajas en jornada completa y estas dentro del 90% más vulnerable, el estado subsidia lo que te falta para ganar $350.000, es decir que de nuestros impuestos se le pasa la platita al pobre empresario para que tengas un sueldo bruto de $350.000 y al ser bruto la AFP te descuenta y finalmente terminas ganando cerca de $300.000 entonces esto ¿a quién beneficia? Al 90% más vulnerable, empresarios y las AFP.

La mayoría de las medidas del gobierno se tratan de “subsidiar” porque la derecha y la izquierda tienen al país tan amarrado al sector empresarial y tienen tantos intereses comprometidos, que jamás podrán actuar en su contra. Además haciendo uso la prensa comienzan con campañas como “vamos a tener que despedir gente”, como ocurrió cuando se comenzó a discutir sobre disminuir la jornada laboral a 40 horas y eso ¿Qué calidad de vida le va entregar a un trabajador? Lo que no pase en su trabajo, se lo va pasar arriba de una micro.

La clase política chilena lleva días armando un gran circo, nos está dividiendo, nos está dando calmantes y se siguen riendo de nosotros, porque si bien la sociedad despertó, los años de mala educación pesan y los más preparados ya fueron comprados por el mercado, pasaron de la periferia a los barrios más acomodados y ven su pasado como algo que se debe eliminar y olvidar…

Para finalizar me gustaría compartir una antipoema al estilo Orwell:

La granjita de la inmensa mayoría

Ahora que las ovejitas se habían revelado

Los perros ovejeros les pusieron cebos para que peleen entre ellas mismas

Como las ovejitas son tontas

Pelean y pelean

Los perros ovejeros que comen lo mismo que las ovejas y sólo sirven de guardián reprimen a las ovejitas quienes los insultan y tratan mal

Los dueños de la granja se cagan de la risa

Los trabajadores de la granja toman decisiones.

Decisiones estúpidas que no favorecen a las ovejitas

Más bien, favorecen a los dueños de la granja

Pero las ovejitas pierden su tiempo

Peleando entre ellas mismas y con los perros

Todos divididos por sectores que lo único que hacen es perpetuar los beneficios de los dueños de la Maldita granja que crea necesidades.

Así pasan y pasan los días, las ovejitas se desgastan

Los trabajadores de la granja hacen como si trabajaran

Los dueños de la granja sacan beneficio de todo el movimiento, juegan con el alimento, juegan con lo más básico que requieren las ovejitas.

Yo observó todo en silencio, no vale la pena pelear con otras ovejitas, no vale la pena desgastarse.

Hay que tener la película clara

El enemigo es el dueño de la granja y sus empleados, los granjeros.

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