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Entrevistas

23 de Enero de 2020

Lorena Donoso: “El caso Huracán y el informe Big Data revela lo idiotas que estamos siendo”

Lorena Donoso. Foto: Sebastián Flores

En la Wiki de Bello, cuentan que la abogada Lorena Donoso ayudó a instalar la primera red de internet en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. “Se subía al techo cargando cables y cajas de conexión”, aseguran. La académica es una de las voces imprescindibles en materia de derechos digitales y es una de las oradoras que expuso en “Educar para el cambio”, el primer ciclo de charlas TEDx en la Universidad de Chile (TEDxUCHILE). En conversación con The Clinic, Lorena profundiza en los efectos que tiene el cyberbullying en los colegios, explica que vivimos en una sociedad tristemente acostumbrada a los abusos y dispara con dureza contra su propia generación, totalmente desterrada de lo digital: “Estamos viviendo en la ignorancia máxima. No tenemos ni una idea de cómo funcionan las cosas”.

Por

¿Le parece que la educación chilena está desfasada de las nuevas tecnologías?

Tenemos claridad en que hay un desfase total. De partida, hay un temor a las tecnologías de parte de toda nuestra generación, que es analógica, no digital. ¿Qué ha producido eso? El tratar que los cabros chicos no usen celular en los colegios, la prohibición a usar tecnologías, quitarles los teléfonos en la noche. En el fondo, tratar de limitar. Estamos en una fase, yo diría, de terror tecnológico, en relación a que se han producido hechos que son bastante críticos, como los suicidios de niños que han sufrido ciberbullying, que no son pocos. Tenemos ahí una situación de parálisis. Sin embargo, la verdad es que las tecnologías están aquí y tú mismo se las entregaste a los niños, le diste el teléfono en el restaurante para que no te molestara y lo fuiste haciendo, de alguna manera, adicto a la tecnología. Sin embargo, no le enseñaste cómo comunicarse a través de ella de manera sana. 

Además, de algún modo, nuestro Ministerio de Educación está en la misma, no están incluyendo las tecnologías como una forma natural de desenvolverse. Hace años que se viene pidiendo por parte de las comunidades académicas que se incluya la programación dentro de las destrezas básicas de los niños y no se incluye, no hay caso que lo incluyan. La educación tecnológica sigue siendo hacer cositas con palitos, usar tecnologías que ya están desfasadas y, a lo más, cuando se entra al computador, es para hacer un word o un Powerpoint. Los profesores no tienen idea cómo funciona el computador y los cabros chicos le llevan la delantera por lejos. 

Lorena Donoso. Foto: Sebastián Flores

Esta generación no puede ser simplemente usuaria de la tecnología, tiene que ser capaz de conducir el proceso tecnológico y generar nuevas cosas, tener creatividad. Pero nuestra educación está muy centrada en educarnos como robots, así como para apretar la tuerca. Nuestra educación realmente no está educando gente para el mundo que viene. Estamos educando a la gente para un mundo que ya se fue, que se acabó.

En ese escenario, ¿qué tiene de especial el ciberbullying? porque tengo la impresión de que siempre ha habido bullying en la educación chilena. ¿Qué diferencia hay en que ahora sea con un aparato tecnológico de por medio?

Hay diferencias esenciales. En primer lugar, el matonaje en el curso se reducía a un espacio-tiempo que era específico: el colegio, el patio, la sala, la biblioteca, etc. Era presencial. En cambio, el bullying en las plataformas tecnológicas no tiene horario. Se puede mandar un mensaje tóxico en cualquier momento del día. En segundo lugar, el espacio es mucho mayor. Por ejemplo, si yo te humillo, te saco un video y lo subo en las redes, ya no es solamente tu curso o el ámbito cercano el que lo ve, sino que toda la red. En tercer lugar, el tiempo. Por ejemplo, si yo te molesto hoy, probablemente en un mes más se nos olvide y podamos volver a ser amigos. Pero en la red, eso ya no se borra más, siendo muy difícil que ese contenido salga de las redes. Por lo tanto, hay una revictimización y una recriminación constante y permanente. Basta que una persona lo haya guardado y, en 15 años más, alguien venga y diga: “Ay, pero mira, si este era el que lo humillaba de esta manera”.

Evidentemente hay un problema con la educación en general, pero a la hora de enfrentarse con este tema en la sala de clases ¿dónde hay que poner el ojo? 

Hay una fragilidad esencial en materia de institucionalidad, a la hora de hacer cumplir las leyes, porque todas nuestras instituciones tienen escasas atribuciones para efectos de poder perseguir las infracciones y sancionar efectivamente. No obstante, en este caso estamos hablando de niños contra niños, que utilizan de mala manera las redes. Entonces, es re complejo, porque un niño no tiene la misma responsabilidad civil ni penal que un adulto. Por eso fortalecer la educación es esencial, porque si tú piensas, los círculos de abuso están dados porque, de alguna manera, ese niño no aprendió a desenvolverse con respeto respecto del otro, no tiene inserto en su ADN el comunicarse con el otro de manera no tóxica. 

Ahora bien, pensemos en un joven de entre 14 y 18 años, que graba de forma no consentida a su pareja, a su polola, a su novio, lo que sea, y sube ese video a internet. O bien, de manera subrepticia, capta a una persona en una situación comprometedora, para luego difundirlo por internet. En esos casos, estamos en un espacio que sí podría haber responsabilidad penal y efectivamente debería haber una sanción efectiva.

Creo que tenemos un eje institucional y legal que está desfasado, súper desfasado. Debería haber una institucionalidad en materia de protección de datos en este país. Seguimos, a 20 años de dictar la ley 19.628, sin una institucionalidad en la materia. En cuanto a delitos informáticos, para qué decir, nuestra ley está absolutamente sobrepasada por los hechos. En materia de pornografía infantil, hay una cantidad de videos en las redes, que pueden ser hasta bromas inocentes de cabros chicos, que son cazadas por sujetos que andan buscando material nuevo para poder subirlo y lucrar con ello. Pero también tenemos un eje cultural que está súper ajeno a la realidad actual. Los mismos papás le toman videos a los cabros chicos y los sobreexponen en las redes sociales. Ellos no son conscientes del riesgo al que exponen a sus hijos. Los educadores, los profesores, no tienen idea cómo enseñarle a los cabros a sacar adelante sus relaciones interpersonales de manera no tóxica. Estamos en una sociedad que está en pañales. 

Lorena Donoso. Foto: Sebastián Flores

¿Hasta dónde debiera haber una regulación o un control de los adultos sobre las redes sociales de niños, niñas y adolescentes?

– Pucha, es re complejo, porque los niños en Chile hasta los 14 años no tienen voluntad. Legalmente, un niño hasta los 14 años no puede decidir por sí solo. Si me preguntas a mí, hasta los 14 años, un padre le puedes revisar todo y los puedes conducir, con el afán de que aprendan a relacionarse. En el tratado de los derechos del niño hay una cosa que se llama autonomía progresiva, que en el fondo significa cómo los adultos los van soltando de a poquito para que los niños se vayan autodeterminando. Pero, de alguna manera, tienen que ir demostrando que son responsables, en el sentido de autocuidarse. Entonces, piensa tú que los papás tienen la patria potestad de los niños, que deciden por ellos. Suena duro, pero no tienen solo el derecho, sino el deber de castigarlos, por ejemplo, si es que los niños tienen una conducta que no les permite ir formándose como sujetos sociales. Ahora bien, otra cosa es que los niños vayan ganándose los espacios y abriendo sus fronteras. 

Pongámoslo de esta manera: Si un padre tiene un hijo que sufre o provoca cyberbullying. ¿Cómo debe enfrentarlo? ¿Qué medidas debe tomar?

Pucha, es súper impopular, pero lo primero es no quitarles el teléfono. ¿Por qué le quitan el teléfono a la niñita o al niñito, en vez de decirles: deja de acosar, deja de molestar? Retomar el diálogo, que la comunicación sea cara a cara. Que digan las cosas. ¿Por qué tienen que escribirse en un chat? Dile. Convérsale. Hablen. Retomen la conversación directa. 

Lorena Donoso. Foto: Sebastián Flores

En segundo lugar, tolerancia cero al maltrato. Por eso estamos como estamos. Hemos sido maltratados por siglos y ahora la gente reventó, porque ya se le quebró totalmente la resistencia frente al maltrato. El maltrato de las AFP, de los seguros, de la educación, que los cabros sean maltratados teniendo malos profesores y malos colegios. Eso es maltrato. Entonces, la naturalización del maltrato y de la burla tenemos que cortarlo de raíz. No es que nos pongamos tontos graves, pero es distinto reírse con el otro que reírse del otro. Muchas veces, nosotros los papás somos los que nos burlamos de los hijos, nosotros somos los que los ridiculizamos o los ponemos en una situación crítica. Hay que ser más empáticos, que es lo que le falta a este gobierno. Ponerse en los zapatos del otro y ver cómo se siente la persona frente a lo que yo le estoy diciendo. Cómo me sentiría yo si a mí me dijeran “asquerosa”. Cómo me sentiría yo si a mí me escribieran “vete al carajo” o “qué bueno, hoy día lo pasamos bien en el colegio porque no viniste”.

Todos estamos tratando de trapichear y ganar un poquito más. Pura ambición. Pura mala onda. Salir jugando. El chileno winner. Pasar primero en la carretera, tratarte mal, si me equivoco, tratar de echarte la culpa a ti. De alguna estamos acostumbrados a una comunicación abusiva, porque tenemos relaciones abusivas. Somos abusivos como país, quizás, como planeta, quizás. Abusamos de la naturaleza, abusamos de los recursos, de todo. 

En este proceso de nueva Constitución, ¿Ve una oportunidad para introducir algunos elementos en esa línea?

Sí, por ejemplo, el derecho a la educación. Tú sabes que en Chile no está garantizado el derecho a la educación. ¿Qué está garantizado? La libertad de educación, la libertad que tienen los padres de poner a sus cabros chicos en el colegio que quieran, pero que en realidad, es el colegio que pueden. Si en la Constitución se garantiza a toda la gente el derecho a la educación está el trauma que van a llegar los comunistas, van a obligar a poner a los niños en el colegio que ellos digan y los van a adoctrinar. Y eso es mentira. Cuando tú le garantizas a los niños una educación equitativa, tú le estás igualando la cancha, para que en el futuro puedan ir desarrollando sus destrezas y habilidades, puedan ir sacando su potencial. Un poquito como en Finlandia. Ahí los niños tienen la educación gratis, los colegios del barrio son todos buenos, educan gente feliz. ¿Cómo no va a progresar un país partiendo de esas premisas basales?

Y en materia digital, ¿Dónde y cómo interviene la nueva Constitución? 

Uno de los temas que se ha discutido a nivel internacional, es el tema del acceso universal a los servicios de telecomunicaciones o de comunicaciones electrónicas, que es lo mismo. Es decir, que debe haber un acceso funcional e igualitario para toda la gente. ¿Cuál es el problema? Que no se acompaña de una educación que enseñe a vivir en este mundo. En la casa, a ti siempre te enseñaron a lavarte las manos antes de comer, ¿algunas vez alguien te dijo que tenías que poner un antivirus en tu computador o que tenías que limpiar tu computador cada cierto tiempo? ¿Que no tienes que admitir a cualquier amigo? ¿Que no puedes bajar software de cualquier parte? Son reglas de higiene que tienes que llevar al mundo digital. Te enseñaron a lavarte las manos, te enseñaron a ponerte vacunas, te dijeron que no hablaras con cualquier persona en la calle. A uno lo educaron para salir a la calle en un mundo analógico, en un mundo físico. Te tienen que enseñar lo mismo con el mundo virtual. Tú tienes que tener acceso a internet, pero en internet puedes cometer delitos. Te tienen que enseñar eso, tenemos que pensar en digital, no podemos seguir pensando en analógico. 

Los cabros tienen que aprender a pensar y buscar información fidedigna. Cómo puede ser que todos nos creamos el informe del Big Data, por ejemplo. O sea, que gente inteligente, formada en este país, haya tomado en serio eso, es porque no tenemos idea. No sé si ustedes vieron una serie que se llama BIT, en que había una mujer que se supone que la pusieron de jefa de informática sin tener idea de informática, y los informáticos, para reírse de ella, le traen una caja con un botón rojo y le dicen “Esto es internet”. Ella lo mira y dice: “Ah, internet”. “Pero no lo toques, porque puede estallar”, le dicen. Lo más triste de todo, es que ella después toma esta caja, va al directorio de la empresa, les lleva la caja, se las pone adelante y les dice: “Esto es internet”. Los informáticos estaban atrás, listos para que ella quedara en ridículo. Pero quedaron para adentro cuando los inversionistas se paran y dicen: “Qué increíble, eso es internet”. Y le sacaban fotos con el celular. O sea, perdón, pero estamos viviendo en la ignorancia máxima. El caso Huracán y el informe Big Data revela lo idiotas que estamos siendo. No tenemos ni una idea de cómo funcionan las cosas. ¿Cómo les vamos a enseñar a los niños a desenvolverse en ese mundo, si no tenemos idea cómo funcionan las cosas en el mundo digital?

Lorena Donoso. Foto: Sebastián Flores

Hablando del informe de Big Data, uno de los grandes desafíos de nuestros tiempos a nivel mundial son las llamadas fake news… 

– Exacto, fake news. Otra más… ¿Cómo puede ser que nos creamos tanta tontera?

Es que pienso que hay un uso político en todo esto. Una intención de manipular a quienes se denomina “usuarios vulnerables”. Pasó con la elección de Trump, también con el Brexit, etc. El mismo informe Big Data tenía la intención de “revelar”, supuestamente, que había influencia extranjera en el estallido social. ¿Cómo se regula eso? 

Puede que sea super simplista de mi parte, pero debería ser un ilícito constitucional que tú generes terror en la población a partir de fake news. La desinformación debería ser un ilícito constitucional. De hecho, el artículo 19 número 12, cuando garantiza la libertad de expresión, dice que cualquier persona puede abrir un medio de comunicación y dice que debería ser responsable de manera ulterior. Es decir, no puede haber censura previa, pero si difundes una fake news, te tienen que secar, po. Y si tiene por finalidad provocar terror o división en la nación, debería ser un ilícito agravado. Cómo no. De hecho, la Constitución está tan mal en ese punto, que lo único que prohíbe es el monopolio público de medios de comunicación, pero ¿y los monopolios privados? En las radios hay monopolios, en la prensa escrita hay monopolio, y a la Constitución no le importa. Es fatal. 

La fake news es la misma desinformación de hace 50 años. Lo que pasa es que ahora le ponemos nombres artísticos: Fake news ¡Pero si es la misma desinformación de hace 50 años! Le ponemos nombres artísticos y, cuando ya le metemos tecnología, la cuestión es como la cajita negra de internet. Entonces, el sofisticado informe de Big Data, puro tongo. A mí me impacta porque le están tomando el pelo a la gente, tratando de meterle conceptos extraños, sofisticados, cuando en verdad estamos en la misma base de valores de toda la vida. El ciberacoso es el mismo matonaje de siempre, pero con mucha más expansión. La fake news es la desinformación de siempre, pero con mucha más expansión. ¿Por qué? Porque resulta que tú, más encima, como corderito, pusiste toda tu información en las redes, que te retratan de cuerpo entero. Entonces, yo a ti te puedo decir lo que tú quieras, lo que yo sé que te va a gustar, lo que yo sé que me vas a creer, porque la gente es más permeable y más vulnerable. 

Lorena Donoso. Foto: Sebastián Flores

De alguna manera, la sobreexposición de la gente en las redes sociales los deja a merced de los embaucadores, de los estafadores. ¿Cuánta gente va y te dice: oye, tu mamá que se llama Juanita, está en esta esquina, se cayó, sufrió un accidente y la atropellaron? Tú le crees. Entonces, transfiere plata para poder llevarla a urgencias. Y le transfieres. En ningún pensaste que en tu Facebook o Instagram, la red que sea que usaste, subiste: yo aquí con mi mamita Juanita. Está viejita mi mamita. Los miércoles sale a comprar el pan. Pucha, se las dejaste así, en bandeja. Entonces, la cuestión aquí es que cuando tú identificas el agente propagador, que es la persona que le llega algo y pum, lo difunde, lo difama, lo manda a sus redes y más encima tiene hartos seguidores, pucha, está clarito quién es el cordero. 

Como no hemos sido educados para vivir en esta vorágine hiperconectada, caemos así, como moscas, todos los días. Ese es el tema. Enseñarle a los niños a comunicarse en este mundo interconectado es un desafío súper difícil para un papá que nació en un mundo analógico, porque es una experiencia que no tuvo, que no tiene idea cómo verlo. En una sociedad ultra aspiracional, como esta, en donde mientras más aparatos tengas, eres más bacán, vales más, es tres veces más complicado.

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