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Entrevistas

28 de Enero de 2020

Directora del Centro Arte Alameda, Roser Fort, a un mes del incendio: “Necesitamos humanizarnos, el cine es muy importante para el crecimiento de las personas”

Valentina Manzano

El día 69 de estallido social una serie de bombas lacrimógenas de Carabineros cayeron sobre el techo del Centro Arte Alameda, esa misma tarde llamas consumieron totalmente una de las salas de cine más emblemáticas de Santiago. En esta conversación con The Clinic, la directora del centro cultural nos habla sobre sus anhelos, lo que siente el equipo después del incendio y su etapa de itinerancia que comenzará con el funcionamiento del cine en el Instituto Nacional.

Por

Por Edgar Pfennings de la Vega 

Fotos: Valentina Manzano

Grupos de curiosos y nostálgicos que pasan a ver las cenizas de una de las salas de cine más emblemáticas de Santiago; es el día a día del Centro Arte Alameda a un mes del incendio que truncó sus actividades. “¡Salgan de abajo del puente que se puede caer!”, dice un arquitecto que visita el lugar para estudiar la demolición de la deteriorada estructura que quedó en pie.

“Vamos a tener que empezar a restringir el ingreso, estamos todo el día conversando con la gente que viene a ver la cagada que quedó y no nos podemos concentrar en lo que vamos a hacer”, comenta una de las miembros del equipo del centro cultural emocionada mientras vemos el cielo desde el espacio donde debería reinar la oscuridad.

Si bien hay una investigación en curso, la versión de los testigos es que una bomba lacrimógena lanzada por Carabineros en medio de las protestas sociales fue la detonante de las llamas el 27 de diciembre, el día 69 de protestas en la zona cero del estallido social chileno.

Desde el segundo piso del hall del edificio, que quedó casi íntegramente en pie, aparece Roser Fort, la directora del Centro Arte Alameda, quien lejos de estar alicaída se presenta optimista.

 “El lugar es necesario, pero es importante recrearlo y reconstruirlo en dos niveles: en la parte arquitectónica y en los contenidos— nos comenta mientras nos muestra algunos artefactos que se salvaron—. Necesitamos humanizarnos. El cine y todas las disciplinas artísticas son muy importantes para el crecimiento de las personas”. 

¿Cómo estaba funcionando el cine en la Zona Cero? 

— El 27 de diciembre se cumplían 69 días del inicio del estallido social, pudimos ser testigos de lo que pasaba día a día en la Zona Cero. A esa altura ya teníamos un entrenamiento con un protocolo de atención al público, tener rescatistas voluntarios del SAMU y, además, estar atentos a lo que pasaba, como la caída de alguna bomba lacrimógena arriba del techo, que pasó más de una vez, esa no fue la primera vez. Ese día particularmente estábamos preparados para una situación, pero nunca nos imaginamos que iba a ser tan extrema. 

Centro Arte Alameda en llamas. Foto: Agencia UNO.

¿Cómo era la relación con Carabineros? 

— La relación con Carabineros tiene que ver con el estado de las cosas y que Carabineros se han apostado aquí en la cuadra de Ramón Corvalán con la calle Carabineros de Chile y han estado ahí durante todo este período ocupando ese espacio y desde ahí reprimien las manifestaciones. 

 ¿Habían tenido antes del incendio algún encontrón en específico con ustedes? 

— No teníamos una sensación de persecución, pero no había protección. Por otro lado, si estás en un momento, en un lugar, donde se dispara y hay un trabajo policial súper represivo durante un tiempo sostenido alguien se iba a equivocar, es cosa de causa y efecto. Hubo una gran cantidad de bombas que nosotros vimos que se dispararon, caían en distintas partes y no sabíamos de dónde venían. Estamos en una investigación, hay un tema legal detrás de esto, que se investigará y se resolverá quien resulte responsable, en eso estamos.

 ¿Están seguras que fue una lacrimógena la que inició el incendio? 

— Yo la puedo confirmar, pero la va confirmar la investigación. Lo sabemos, sacamos fotos. Además, lamentablemente, perdimos evidencia de al menos 20 o 30 bombas que teníamos aquí nosotros en una colección personal. Sabemos que encontraron bombas arriba, pero no sabemos si ubicadas exactamente ahí.

Roser Fort. Foto: Valentina Manzano

 EL PASADO: ALTOS Y BAJOS

El cine arte alameda nació durante los primeros años de los 90’ tomando el espacio que anteriormente usó el Cine Arte Normandie, hoy ubicado en el sector del Paseo Bulnes.

De la mano de gestores culturales que acompañaron a Fort como René Naranjo y Luz Pereira, el cine dio un vuelco y dejó de lado la cartelera estrictamente “clásica” del Normandie para incorporar cintas más actuales, principalmente del circuito de Cannes.

Esto trajo buenos resultados para la sala independiente, pero con la llegada de las multisalas pasó por crisis que tuvo que sortear redefiniendo año a año su cartelera y el público al que apunta.  

Antiguo proyector de cine del Centro Arte Alameda. Foto: Valentina Manzano

El equipo del Centro Arte Alameda busca tomar estos procesos de redefinición para impulsar su nueva etapa tras el incendio. Su objetivo es tomar los aprendizajes y valores que se han cimentado en estas casi tres décadas de “altos y bajos”.

 ¿Cómo le estaba yendo al cine previo al incendio? 

— Íbamos súper pa’ arriba. En 27 años un lugar autogestionado tiene altos y bajos. Esos altos y bajos han traspasado presidentes, ministros, alcaldes e intendentes. Nosotros aquí estábamos sosteniéndose con esta propuesta cultural, independiente, de contenidos diversos y transversales. Siento que en este minuto estábamos en un momento muy bueno de esos altos y bajos.

¿Cuáles fueron los momentos bajos?

— Vino una baja cuando salieron las salas comerciales que tienen otra oferta, que es tecnológica más que de contenido y el público quería ver las películas, le daba lo mismo si era Rápido y Furiosos o La Anguila. La gente quería acción y entretención de mano de una mejor tecnología.

 ¿Cómo reaccionaron a eso?

— Nuevamente tuvimos que replantearnos, que es lo que ha pasado todos los años. En ese momento tuvimos que volver a ver cómo pasábamos del 35mm al digital, que fue todo un cambio de tecnología y muy rápido. Luego, vino el reforzar los contenidos y ponernos también a tono con lo que pasa en el mundo. Entonces temáticas de medioambiente o de VIH eran parte de lo que queríamos transmitir a través de películas súper actuales. 

¿Eso trajo resultados positivos? 

— Claro. Por esto te digo, tenemos momentos en los que estábamos súper fortalecidos. Ahora habíamos logrado tener los contenidos súper fortalecidos y este año obtuvimos cinco fondos.

 ¿Cómo había sido la relación previa al incendio con la institucionalidad cultural?

— Es importante recordar que somos un espacio privado y empezamos a acceder a fondos. Mejoramos la gestión y empezamos a ganarnos fondos. Esos fondos nos permitieron mejorar tecnología: estamos con el sonido que se usa en las multisalas, por eso podíamos estrenar películas que están en otras salas con los cánones técnicos adecuados. En eso estábamos frente a fondos que habíamos ganado que en realidad también se perdieron. 

Ruinas de la sala de cine principal del Centro Arte Alameda. Foto: Valentina Manzano

¿Cuál era su principal forma de financiamiento? 

— La taquilla de ingresos, el público.  El corte de ticket era lo que nos permitía pagar los gastos. Porque los fondos que nos hemos adjudicado han sido para implementación, salvo el último que es un fondo del Ministerio de la Cultura que se llama “OIC: Otras Instituciones Colaboradoras” que también fortalece gastos operativos y el funcionamiento, ese es el primero que teníamos para el lugar.

¿Cómo les estaba yendo en términos de públicos?

— Nuestra taquilla es mucho más alto que la que tienen las películas de arte o chilenas en las multisalas. Además, los eventos también estaban potenciados, estábamos con conciertos de música, teníamos arriendos y alianzas con fundaciones  internacionales súper interesadas.

¿Cómo creen que se podría reparar el daño que se hizo al Centro Arte Alameda? 

— Yo creo que son dos caminos paralelos. Hay uno que es el tema de lo que pasa en un espacio cultural activo con 27 años de trayectoria y con proyectos por delante después de esto. Pero por otro lado está la querella del responsable. Entonces pensemos en lo positivo primero y veamos después quién fue realmente el responsable de quemar un lugar, porque eso necesitamos, además para prevenir que pueda pasar en otro espacio similar a nosotros en esta zona.

Punto de prensa al día siguiente del incendio. Foto: Agencia UNO

EL FUTURO Y EL PRESENTE.

Pocas cosas concretas están en el futuro del Centro Arte Alameda. De momento tienen claridad que iniciarán una etapa de itinerancia que tendrá como primera parada el Centro de Extensión del Instituto Nacional, quienes confirmaron que prestarán sus instalaciones y aunque aún no hay detalles de cuándo será estiman que sería desde marzo.

Por otro lado, el cine tiene claro que buscará fortalecer los valores que han definido a lo largo de su historia y buscarán incorporar las experiencias al incendio en su “memoria” como centro cultural.

“Esto tiene un grado de propuesta artística porque tiene un grado de selección natural de artistas que han circulado, así como del público que ha venido. Vamos desde el punk hasta la ópera, es un abanico gigante de posibilidades que es lo que queremos en el tiempo recrear y generar estas acciones en distintas partes”, expresa Roser Fort.

¿Cuál es la hoja de ruta que se viene ahora? 

— La hoja de ruta contempla un itinerancia mientras consolidamos el proyecto nuevo que queremos que sea un proyecto que represente el espíritu que tuvo siempre el Centro Arte Alameda, que no se cambie valóricamente, que nos permita la independencia de contenidos también que hace que sea tan transversal el nivel de aprobación, de interés y de cariño que hemos logrado sentir por los contenidos.

¿Les acomoda la idea de la itinerancia? 

— Estamos con la oferta de varios lugares. Yo creo que la itinerancia por barrio de Santiago nos va a venir súper bien a nosotros también para fortalecernos con el público. Tenemos oportunidad y oferta del municipio por el Teatro Novedades y lo que nos genera más interés y curiosidad: el Centro de Extensión del Instituto Nacional, porque está en un lugar muy céntrico y que además está toda esta cantidad de alumnos que puede ser un público objetivo alucinante para generar acciones de cine y de música. 

¿Esto sería sustentable económicamente y en el tiempo? 

— Eso es lo que estamos investigando, estamos en la primera etapa. Suponemos, esperamos y confiamos que sí. Pero ahora tenemos que hacer una evaluación más cruzada con los anhelos y con la posibilidad de sustentabilidad que, insisto, creo que si seguimos haciendo las cosas bien vamos a postular este año de nuevo y seguramente lograremos otro financiamiento para fortalecernos más el 2021.

Manifestantes ayudando a bomberos a apagar el incendio. Foto: Agencia UNO

¿Si se acercara alguna cadena de salas a ofrecer ayuda la aceptarían? 

— No me veo asociándome con una multisala, sino que me veo generando más ofertas generadas a través de salas independientes potenciadas que seguramente será más de una en este mismo espacio. 

¿Cómo está el grupo humano? 

— Todos estamos súper afectados porque hay un cambio brutal en la realidad. Nos hemos enfrentado a la pérdida de la gestión, que es cómo uno genera los sueldos y los recursos. Pero el equipo está con ganas de superar esta situación que no esperábamos porque nos sentíamos súper protegidas. En 69 días nunca sufrimos ningún vandalismo. No está claro el futuro ni el presente, sí el pasado que tenemos que recoger y recomponer la memoria, porque se perdieron cosas invaluables. Pero la gente y el público ofrecen tanta información que yo creo que hay un montón de cosas que vamos a recuperar a partir de esta situación tan tremenda. Estamos tratando todos de salir fortalecidos de esto.

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