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Ayelén Salgado. Foto: Valentina Manzano González

Entrevistas

4 de Febrero de 2020

Ayelén Salgado: “Saltar el torniquete fue un acto político, significó todo lo que tenemos ahora y no se consiguió por un voto”

Ayelén no siempre estuvo interesada en el Movimiento Estudiantil, sin embargo, el feminismo siempre ha estado presente entre sus inquietudes. Crítica del Festival de Viña y del plebiscito del 26 de abril, la egresada del Colegio Notre Dame de Peñalolén, llegó a la ACES por medio de otros compañeros que la invitaron a las asambleas y de ahí no salió más, comentó entre risas a The Clinic.

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Ayelén Salgado cumplió 18 años el 10 de septiembre pasado, es vegetariana, feminista y la mayor de todos sus hermanos y hermanas, su materia favorita en el colegio era Historia, además de Lenguaje y Arte. Fue parte de la primera generación de niñas que entró al Colegio Notre Dame de Peñalolén, donde también estudian las hijas de la ministra de Deporte, Cecilia Pérez y actualmente es vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES).

A principios de enero, el Gobierno anunció la presentación de querellas y una denuncia por Ley de Seguridad del Estado por haber incitado al sabotaje de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) en contra de Ayelén Salgado y Víctor Chanfreau. Sin embargo, el ímpetu de los voceros de la ACES no decayó. En conversación con The Clinic, Ayelén comentó su llegada a la política, su vocación por la pedagogía, el asesinato de su abuelo Roberto Castillo Arcaya por Carabineros en 1977 y su voto el próximo 26 de abril.

Ayelén, que en mapudungun significa “el sonreír”, “alegría”, “felicidad”, conoció la ACES por compañeros que participaban en la asamblea y a pesar de que no siempre estuvo tan interesada en el Movimiento Estudiantil, se organizaba en el Cordón de Secundarios de Peñalolén, comentó la joven.

¿Cómo llegaste a la política?
– Siempre me interesó, en mi familia siempre se habla de política por el historial familiar. Tengo un abuelo que fue ejecutado político en dictadura pero cuando empecé a organizarme siempre tuve más afinidad con la lucha feminista, la lucha estudiantil todavía no me pegaba tanto, pero ya como a finales del 2017 y a principios del 2018 empecé a participar en la ACES.

¿Cómo viven el feminismo las compañeras que son parte de la ACES?
– Nosotras creamos una comisión de género y disidencias donde hacemos círculos internos de mujeres, disidencias y de hombres. El 2018 sacamos la propuesta educativa por una educación no sexista, también enfocada en la educación sexual integral y el apoyo a las compañeras que quedan gestantes realmente con toda la comunidad educativa en su conjunto, que no solamente lo entiendan las compañeras, sino que sea una formación en conjunto con los profesores, estudiantes, apoderados y funcionarios para que sea un funcionamiento de la comunidad en general.

¿Cómo lo hacen con las funas a los compañeros de la Asamblea?
– A las compañeras siempre va a llegar fuerte eso porque la mayoría ha tenido “pasados” con ese tipo de cosas, siendo mujeres siempre se van a recibir agresiones, pero la manera de abordarlo y lo que queremos es construirlo en conjunto, es terrible pero hay que aprender a sobrellevarlo de la mejor manera intentando la re-educación, que para nosotras es lo más importante. Tenemos que construir para eso, porque como compañeras sabemos que el patriarcado es lo que más nos está oprimiendo, junto al capitalismo y la manera es ir luchando contra lo mismo y también solucionándolo desde el espacio interno.

Sobre la crítica que le hacen a la ACES de que se estaría adueñando de este movimiento en contra de la PSU que es mucho más transversal ¿Qué reflexiones tienen al respecto?
– Siempre la hemos visto, pero hemos recalcado que las organizaciones estudiantiles han estado luchando hace casi 14 años en contra de la PSU. Nuestra misma asamblea y la generación anterior de nuestra asamblea, también pelearon por el fin a la PSU, como también lo hicieron otras orgánicas y no lo vamos a negar, todo lo contrario, es algo bueno porque no nos estamos apropiando de nada y cuando nos dicen sobre esa falta de representatividad, siempre hemos dicho que nosotros representamos a nuestra asamblea.

Ayelén Salgado – Agencia Uno

Sobre la tercera instancia para la rendición de la PSU, Ayelén señaló que es “Totalmente ridículo que vuelvan a intentar hacer una nueva PSU. No han entendido absolutamente nada de lo que se les está diciendo”. A pesar de las amenazas de algunos parlamentarios para que no pueda entrar a la Educación Superior o que lo haga sin beneficios del Estado, Ayelén quiere ser profesora de Historia y comentó emocionada el rol transformador de la educación.

¿Cuál debería ser la forma de entrar a la U en el contexto actual y pensando también en un método ya sin la PSU de por medio?
– En el contexto actual, que se abran las universidades para quienes quieran entrar a la educación superior y después, para construir algo hay que partir de la premisa de que tienen que ser las comunidades educativas las que decidan como vamos a entrar a la educación superior. Nosotros tenemos una propuesta educativa desde la ACES que emana como de 2011 y que propone tener un propedéutico en el último semestre de cuarto medio y después un bachillerato para así realmente ver una posibilidad que no sea de algo meramente competitivo, sino que sea algo constructivo y colaborativo en conjunto en base a las habilidades.

Leí en otra entrevista que quieres estudiar pedagogía ¿De donde nace la vocación por elegir educar?
– Creo, desde este proceso y desde siempre, que los cambios también surgen desde la educación, yo la veo como un ente transformador de la sociedad que tenemos, entonces teniendo un rol de educadora y más encima que quiero ser profesora de Historia (risas) para poder contar todo esto entendiendo lo que pasó antes y todo lo que este gobierno quiere borrar, creo que eso es muy importante y es la labor de estas personas traspasarlo. A mi también me marcaron mucho mis profesores y profesoras de Historia en el colegio, siempre me ha interesado mucho ese rol de educar y saber que es algo esencial en este momento y bueno, siempre.

De cierta forma, tu y Víctor pertenecen a una élite de estudiantes secundario ¿Crees que existe alguna contradicción en esto o es finalmente la élite, a nivel de secundarios y universitarios, quienes pueden llevar estos procesos revolucionarios?
– No todas las personas saben como es el pasado de cada uno y como llegamos a estar donde estamos actualmente. Frente a estar o no en un colegio particular, particular subvencionado o municipal, se entiende que hay personas que puedan tener más privilegios que otras, pero yo creo que lo más importante es que la gente entienda esta lucha y que no solo por estar en un colegio privado puedo estar ajena otras opresiones que existen como estudiante secundaria y como mujer, no solamente es este colegio y cómo me marca, sino que viene de mucho más atrás, un historial de vida y territorio y todo lo que uno pueda haber vivido familiarmente. Hoy estamos luchando por otros compañeros que quizás no pueden hacerlo, como los compañeros que trabajan o que tienen que cuidar a sus hermanos, en cambio, nosotros desde nuestra posición si podemos hacerlo y vamos a seguir haciendo.

¿Qué significó para tu familia el asesinato de tu abuelo en dictadura?
– Como familia siempre se habló, mi mamá nunca me lo escondió, ni su muerte ni cómo había muerto, siempre vio culpables a los pacos y a los milicos, siempre les tuvo miedo y rabia, toda su vida y también lo viví yo ahora y lo entendí así. Fueron unos pacos en estado de ebriedad en un toque de queda y si bien al final sí se pudieron encontrar culpables, nunca pagaron porque se acogieron a la amnistía y no estuvieron ni días en la cárcel y quedaron impunes.

Ayelén Salgado. Foto: Valentina Manzano González

Ayelén egresó del Colegio Notre Dame, fue parte de la histórica primera generación de niñas en ingresar a dicha institución y también participaba en el colectivo feminista Amanda Labarca. A mediados de noviembre el colegio fue noticia debido a que la ministra del Deporte Cecilia Pérez, en su condición de apoderada, boicoteó los cabildos de la institución acusando a profesores de “proselitismo”, sin embargo, testimonios de profesores y estudiantes desmintieron totalmente tal sesgo.

A fines de enero, luego del anuncio del Gobierno en contra de Ayelén y Víctor, trabajadores del Colegio Notre Dame hicieron público su respaldo de la vocera: “Su pasión, propia de una joven que cree en lo que lucha y que está convencida de que colectivamente se pueden lograr los sueños de una comunidad, la ha llevado a adoptar un compromiso claro y radical en esta crisis social”, expusieron.

¿Cómo fue estudiar en el colegio de las hijas de Cecilia Pérez?
– Yo creo que ahí he aprendido muchísimo y también los mismos trabajadores del sindicato de mi colegio sacaron un comunicado en apoyo a los estudiante secundarios y a mí por la persecución y todo este tema. Siempre han sido profesores que no solamente han enseñado desde el aula sino que también que ayudan a entender las cosas de la vida cotidiana. Obviamente a esa señora le apestó este tema sabiendo que le estaban contando la realidad a sus hijas, en ese momento quería pedir la renuncia de mi profesora de Historia, a quien siempre le he dicho que ha sido una de las personas que más me ha impulsado a estar acá siendo vocera y obviamente se sintió atacada pensando que estaban adoctrinando a sus hijas cuando solamente le estaban contando la realidad, entendiendo que su mamá está del lado de los mismos asesinos, igual es fuerte.

¿Cómo partió el colectivo feminista en tu colegio?
– Comencé a formar y a participar en ese colectivo con otras compañeras porque era necesario que en el colegio católico se comenzara a hablar de que no teníamos educación sexual y comenzar a crear petitorios internos y auto-formarnos como compañeras dentro del establecimiento y ahí ya empezar realmente a movilizarnos.

¿Vas a votar en el plebiscito?
– Esa decisión no se la digo a cualquier persona pero creo que también es algo para discutir en colectivo, nosotros como Asamblea no hemos definido nuestra postura frente a lo que es el plebiscito. Creo que esas son decisiones que se tienen que tomar en asamblea y yo ahora estoy como Ayelén Salgado vocera de la ACES y no como Ayelén Salgado como persona solamente.

¿Qué opinas del llamado a no votar en el plebiscito?
– Yo creo que esos llamados a votar o no votar depende de cada persona que se esté organizando, de su decisión pero a la hora de venir a decirnos a nosotros que debemos hacer y qué no, eso es una decisión que toma la Asamblea. Lo que siempre hemos dicho cuando nos dicen a nosotros “oye es que ustedes no pueden votar en el plebiscito”, siempre hemos dicho que la política no es solo un voto, el saltar el torniquete fue un acto político, solidario, significó todo lo que tenemos ahora y no se consiguió por un voto, lo que pasó con la PSU tampoco, en nuestra asamblea estamos haciendo política, en las calles, todos los actos que se están haciendo ahora son políticos, entonces por eso no es solamente el voto.

¿Crees que se deba hacer el Festival de Viña?
– No sé que pueda pasar (risas) pero igual es complejo porque nuevamente con el tema de la “normalidad”. No hay hospitales en Viña pero sí hay Festival y eso es totalmente una falta de respeto para todas las personas que han muerto o han perdido sus ojos, o sea, es una distracción creo yo, para realmente sacarnos de lo que se está viviendo. Lo que quieren es frenar todas estas movilizaciones y llevar a cabo algo nada que ver en ese sentido.

¿Qué expectativas tienes para el 8M?
– Creo que es sumamente importante hoy en día enfocar lo que es marzo con todo lo que se dio por ejemplo, con algo como Las Tesis porque siempre he dicho que estaban pasando por debajo las demandas de género cuando es algo transversal, como en el tema de la vivienda, de la salud, de la educación, en todo nosotras siempre vamos a estar en un escalón más abajo y luchando porque además se nos oprime por la clase. Hoy día cuando las cabras cantan Las Tesis, se estén refiriendo a las instituciones, a los pacos, a los jueces, al Estado, al presidente, acá hay un cambio en lo que se está hablando desde el feminismo, es como abrir más el espectro sobre lo que estamos apuntando como enemigos, como espectadores y como actores de la violencia machista que recibimos hoy día.

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