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Opinión

26 de Abril de 2020

Columna de Alessia Injoque: Visibilidad lésbica en una sociedad que no quiere vernos

Agencia Uno
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Por Alessia Injoque*

Las sociedades son organismos complejos, compuestos por personas, seres individuales muy diferentes. En nuestro día a día, entenderlas e interactuar con ese nivel de individuación representaría un esfuerzo abrumador. No lo hacemos. Gran parte de nuestro entendimiento y la forma en que nos relacionamos se construyen desde generalizaciones en base a estereotipos.

Esto es muy práctico en nuestra vida cotidiana porque no necesitamos conocer todos los detalles de lo que hace única a una persona para preguntar la hora, atenderla en el trabajo o tener un gesto amistoso, pero al momento de abordar problemas en la sociedad y desarrollar políticas públicas esta habilidad se vuelve un problema, estos estereotipos nos impiden ver una parte de nuestra realidad y dejamos fuera de nuestras consideraciones las dificultades de diferentes grupos de la población.

Esto que pasó durante siglos con todas las mujeres respecto a los hombres, en la comunidad LGBTI nos ocurrió también a las mujeres lesbianas respecto a los hombres gays. En la cultura popular las audiencias se familiarizaron con personajes gays en sitcoms y telenovelas (pese a los criticables estereotipos bajo los que esto sucedía), celebramos el orgullo gay y los hombres gays tenían los espacios más visibles en el activismo, pero las mujeres lesbianas, nuestra realidad y las dificultades que enfrentamos, se mantuvieron invisibles para muchas personas.

El 26 de abril es el día internacional de la visibilidad lésbica y, si siguen a los medios y activistas que lo cubren, podrán encontrar artículos destacando a mujeres como la actriz y productora Ellen Page, a la alcaldesa de Chicago Lori Lightfoot o la comediante y activista Hannah Gadsby, mujeres lesbianas que nos muestran que es posible superar las dificultades y lograr lo que nos proponemos, son modelos a seguir que a muchas nos habría gustado tener mientras crecíamos.

Al mismo tiempo, se destaca esta fecha para reflexionar y visibilizar todo aquello que todavía nos falta avanzar, y es mucho.

En Chile aún no podemos contraer matrimonio, lo que limita nuestras posibilidades de desarrollar nuestro proyecto de vida en pareja y refuerza culturalmente que el trato que merecemos no es el mismo; en caso de tener hijos, sólo quien dé a luz será legalmente la madre, dejando al niño y su otra madre vulnerados y desprotegidos, reforzando culturalmente que la dignidad que nos corresponde como familia no merece ser resguardada.

Pero sin duda, como ocurre con el feminismo, el reclamo más sentido es respecto a la violencia y cambiar la cultura en la que esta se desarrolla. En Chile el día de la visibilidad lésbica es el 9 de julio, fecha en que la artista Mónica Briones fue asesinada a golpes mientras le gritaban: “¡Así te quería pillar, lesbiana de mierda!”. Aún enfrentamos acoso, bullying, violaciones correctivas y nos matan.

Nos queda mucho por hacer. Deberemos abordar leyes centradas en las familias como el matrimonio igualitario, adopción y derechos filiativos, necesitamos pasos decididos hacia una reforma de la ley antidiscriminación que incorpore institucionalidad para prevenir, y es indispensable que a jóvenes de todas las edades se los pueda educar, con contenidos adecuados a su edad, sobre diversidad, afectividad, sexualidad y derechos humanos.

Como sociedad tenemos un importante desafío, como mujeres lesbianas la enorme responsabilidad de avanzar en un camino, que comienza, generando conciencia desde la visibilización.

*Presidenta ejecutiva de Fundación Iguales.

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