9 reflexiones sobre la vida y la muerte en medio de la pandemia

¿Cómo nos miraremos cuando la pandemia pase? ¿Nos encontraremos con más humanidad o con más sospecha? Esas son algunas de las preguntas que se deslizan de la entrevista a la filósofa de la Universidad de Santiago, Diana Aurenque, que ha puesto foco en un tema que sigue siendo tabú: la muerte.

En días donde este concepto parece estar más cerca que nunca, vale revisitar algunas de las reflexiones entregadas por la académica.

Revísalas a continuación:

“Hace rato sabemos que hay un reino de lo invisible que gobierna nuestras vidas. Lo que pasa es que la sensación de ahora es más grave porque está la necesidad de evitarse, de encerrarse… Ahora, para poder vivir, debemos estar recluidos”.

“Ese es el miedo esencial a la muerte: una sombra constante persiguiéndonos y en que no podemos decidir. Filosóficamente hablando, la muerte llega como un ladrón en la noche. O sea, te pilla desprevenido”.

“Es muy complejo saber cuáles van a ser las razones por las que los médicos van a priorizar a un paciente por sobre otro. Lo importante es que esos criterios sean transparentes y resguardar que nadie sea excluido por su edad, su género, su etnia”.

“Lo importante es activar medidas de seguridad. Quizá no tocar a tus muertos, pero sí poder verlos. Quizá generar espacios donde puedas velarlo a cierta distancia. Hay que pensar alternativas, porque lo esencial es darle prioridad a que impere la salud pública. No tiene mucho sentido que no nos estemos comunicando en vida para que en la muerte nos contagiemos”

“Si vuelve la normalidad, ¿cómo nos vamos a relacionar?, ¿con sospecha?, ¿vas a ver al otro como un amigo o como un enemigo? Se nos cambió la forma en la cual existíamos. Es como la muerte de una vida que teníamos”

“Pienso que por suerte teníamos lo del estallido… porque la incertidumbre ya estaba. Teníamos  más claridad respecto a la vulnerabilidad en que vivíamos. Estamos en otro pie para enfrentar esta pandemia”.

“Hay temor a la muerte y miedo a enfermarse, pero creo que ese temor pasa a ser, incluso, como un privilegio de algunos pocos. El que tiene la deuda, el que perdió el empleo, siente que tiene que salir adelante no más. Darse el espacio de filosofar no es un espacio que uno pueda darse en la miseria, hay que decirlo”.

“Esa vida segura que creíamos y que ya se nos alteró con el estallido social, esa sí murió. Pienso que por suerte teníamos lo del estallido(…) porque la incertidumbre ya estaba. Teníamos  más claridad respecto a la vulnerabilidad en que vivíamos. Estamos en otro pie para enfrentar esta pandemia”.

“Pensar en la muerte permite reactivar la vida. La muerte llega, cerramos los ojos y listo. Sufren los que están vivos. Pero la preocupación, la incertidumbre la tenemos en la vida. No te hablo de la vida como un hecho biológico, sino en pensar la vida como algo que yo decido, quiero y anhelo. Creo que fue en China que después de meses encerrados, aparecieron cifras de divorcio. Me parece muy decidor. Pienso que muchos vieron que la vida que tenían no era la que querían. Estas experiencias de crisis también permiten hacernos cargo de la vida que queremos“.

*Lee la entrevista completa ACÁ.